/ martes 7 de septiembre de 2021

Hacia una cultura de paz | Ya falta poco 

Por: Flor Yáñez

Javier Corral se mantuvo por largo tiempo dentro de los primeros lugares de gobernadores mejores evaluados, pero de abajo para arriba de la lista. A unas horas de finalizar su mandato, cierra en el penoso último lugar nacional; fue el peor. Impensable que le ganara Jaime Rodríguez “el Bronco”. Lo importante es competir, dirían algunos deportistas, pero cuando de llevar las riendas del estado se trata, mejor ni se hubiera apuntado a la carrera, como esas que organiza muy seguido que, por cierto, a esta última casi nadie le acompañó. Se va dejando a Chihuahua más endeudado de como lo recibió y posicionándolo en cuarto lugar nacional de endeudamiento. Su narrativa fue de enojo, de echar culpas, de desconfianza, de soberbia y mucho egocentrismo. Se va peleado con el partido que lo llevó a la gubernatura y enemistado con la gobernadora entrante del PAN. Se incrementó la violencia, y del manejo de la pandemia, mejor ni hablemos. Por lo general, los gobernantes imprimen un sello personal de algo que caracterizó su mandato. ¿Por cuál se le rememorará a Javier Corral? No lo sé. Quizá no habrá cosa alguna. Recordemos que no llegó por aprobación ciudadana, sino porque el voto fue de castigo en contra el PRI, cuya estrategia funcionó, pero ni él estaba preparado para ganar y ponerse a chambear. En fin, ya acabará pronto y le sacarán sus trapitos sucios a su debido tiempo. Siempre sucede lo mismo independientemente de quién haya sido el titular del Ejecutivo. Éste, a mi consideración, nos quedó debiendo.

Y ¿ahora qué? Llega Maru Campos con el pie derecho. La ciudadanía tenemos los ojos bien abiertos y el dedo índice listo para señalar cualquier mínimo error; esperemos sean pocos. Hay escepticismo de algunos de que hará un buen trabajo, y plena confianza de otros, de que será excepcional. De nuevo, también ganó no porque fuese la “mejor”, sino porque había que votar por aquella persona con mayores posibilidades para ganarle a la oposición “cuatrotransformadora”. Es un gran reto que tiene Maru Campos, pero si de algo no queda duda, es que no le tiene miedo a nada. Posee una gran fuerza y determinación. Debe crear confianza y reducir los temores, principalmente de sus opositores. Deberá mirar fuera del círculo que la rodea y encontrar soluciones creativas para transformar -pero no como la 4T-. Ayudemos a la gobernadora entrante siendo mejores ciudadanos que exigen más y se conforman con menos. El resultado serán mejores políticos. Así van las cosas en estos tiempos de pandemia y tengo esperanza de que será un buen nuevo comienzo para aplanar el camino terregoso que se nos fue dejado.

Yanez_flor@hotmail.com

Por: Flor Yáñez

Javier Corral se mantuvo por largo tiempo dentro de los primeros lugares de gobernadores mejores evaluados, pero de abajo para arriba de la lista. A unas horas de finalizar su mandato, cierra en el penoso último lugar nacional; fue el peor. Impensable que le ganara Jaime Rodríguez “el Bronco”. Lo importante es competir, dirían algunos deportistas, pero cuando de llevar las riendas del estado se trata, mejor ni se hubiera apuntado a la carrera, como esas que organiza muy seguido que, por cierto, a esta última casi nadie le acompañó. Se va dejando a Chihuahua más endeudado de como lo recibió y posicionándolo en cuarto lugar nacional de endeudamiento. Su narrativa fue de enojo, de echar culpas, de desconfianza, de soberbia y mucho egocentrismo. Se va peleado con el partido que lo llevó a la gubernatura y enemistado con la gobernadora entrante del PAN. Se incrementó la violencia, y del manejo de la pandemia, mejor ni hablemos. Por lo general, los gobernantes imprimen un sello personal de algo que caracterizó su mandato. ¿Por cuál se le rememorará a Javier Corral? No lo sé. Quizá no habrá cosa alguna. Recordemos que no llegó por aprobación ciudadana, sino porque el voto fue de castigo en contra el PRI, cuya estrategia funcionó, pero ni él estaba preparado para ganar y ponerse a chambear. En fin, ya acabará pronto y le sacarán sus trapitos sucios a su debido tiempo. Siempre sucede lo mismo independientemente de quién haya sido el titular del Ejecutivo. Éste, a mi consideración, nos quedó debiendo.

Y ¿ahora qué? Llega Maru Campos con el pie derecho. La ciudadanía tenemos los ojos bien abiertos y el dedo índice listo para señalar cualquier mínimo error; esperemos sean pocos. Hay escepticismo de algunos de que hará un buen trabajo, y plena confianza de otros, de que será excepcional. De nuevo, también ganó no porque fuese la “mejor”, sino porque había que votar por aquella persona con mayores posibilidades para ganarle a la oposición “cuatrotransformadora”. Es un gran reto que tiene Maru Campos, pero si de algo no queda duda, es que no le tiene miedo a nada. Posee una gran fuerza y determinación. Debe crear confianza y reducir los temores, principalmente de sus opositores. Deberá mirar fuera del círculo que la rodea y encontrar soluciones creativas para transformar -pero no como la 4T-. Ayudemos a la gobernadora entrante siendo mejores ciudadanos que exigen más y se conforman con menos. El resultado serán mejores políticos. Así van las cosas en estos tiempos de pandemia y tengo esperanza de que será un buen nuevo comienzo para aplanar el camino terregoso que se nos fue dejado.

Yanez_flor@hotmail.com