/ viernes 9 de octubre de 2020

Hacia una economía sin contacto

El aumento de dispositivos móviles inteligentes, la mayor disponibilidad de aplicaciones, la reducción del costo de planes de internet y la pandemia causada por el Covid-19 han acelerado enormemente el desarrollo de la actividad económica sin contacto.

BBVA Research publicó recientemente su reporte “Hacia una economía sin contacto” donde da cuenta de cuáles están siendo las tendencias en los ámbitos de pagos digitales, e-commerce, trabajo remoto desde casa y educación a distancia.

El número de pagos por transferencia electrónica SPEI entre junio y agosto del 2020 crecieron 62.7% con respecto al mismo período del año anterior. El número de transacciones de BBVA entre enero y agosto del 2020 por ventanilla se redujeron un 32%, las transacciones de cajeros automáticos un 5%, mientras que las transacciones por internet aumentaron un 50% en relación del mismo periodo del 2019. Un dato curioso es el aumento de billetes y monedas en circulación de un 17.7%, quizás estimulado por la reducción en movilidad y el deseo de tener efectivo para poder afrontar cualquier necesidad sin necesidad de acudir con frecuencia a los bancos o cajeros. Esto también se aprecia en el aumento del monto promedio que se retiró en los cajeros donde pasó de 2,062 a 2,300 pesos.

El e-commerce en México todavía tiene un nivel incipiente de acuerdo con datos del 2019. Los niveles de compra por internet de ropa, calzado y artículos deportivos es de 16.4%; de entradas a eventos y entretenimiento 8.7%; música y películas 6.5%; viajes 5.4%; libros, revistas y periódicos 3.2%; software y/o videojuegos 7%; equipo de telecomunicaciones 5.7%; comestibles, limpieza y cosméticos 6%, productos financieros 0.3%, servicios de telecomunicaciones 9.2%; y equipo de cómputo 1.1%. La tendencia de compras por internet es mucho más sólida de acuerdo con el nivel de educación, donde el 6.9% de la población con nivel básico ha comprado en línea en contraste con un 43.8% de la población con educación superior. Quizás la pandemia influya fuertemente en el cambio de costumbres en cuanto a las compras por internet, ya que entre abril y junio las operaciones en línea aumentaron un 150%, mientras que las compras en establecimiento cayeron un 20%

En cuanto al trabajo en casa, en abril de 2020, 7.7 millones de trabajadores realizaron sus actividades laborales desde casa. 16.6% correspondió a hombres y 34.7% a mujeres. Un 70% de los que reportaron trabajar en casa el 70% tenía todo el equipamiento necesario, el 25.1% sólo una parte y un 4.9% no tenía nada de equipamiento. Adicionalmente un 52.8% indicó que su jornada laboral se redujo, mientras que para un 16.9% aumentó.

En el tema de educación a distancia 34.2 millones de estudiantes y 260 mil escuelas reanudaron clases a distancia para el actual ciclo escolar 2020-2021. Muy probablemente crecerá la tendencia a utilizar modelos de educación a distancia. La brecha digital podría contribuir a aumentar la desigualdad social.

La nueva modalidad seguramente tendrá un alto contenido de actividad sin contacto. Esta nueva realidad nos enfrentará a nuevos retos y generará nuevas oportunidades. Quienes se adapten más rápido a las plataformas digitales tendrán una mayor oportunidad de beneficiarse de lo que está por venir.

El aumento de dispositivos móviles inteligentes, la mayor disponibilidad de aplicaciones, la reducción del costo de planes de internet y la pandemia causada por el Covid-19 han acelerado enormemente el desarrollo de la actividad económica sin contacto.

BBVA Research publicó recientemente su reporte “Hacia una economía sin contacto” donde da cuenta de cuáles están siendo las tendencias en los ámbitos de pagos digitales, e-commerce, trabajo remoto desde casa y educación a distancia.

El número de pagos por transferencia electrónica SPEI entre junio y agosto del 2020 crecieron 62.7% con respecto al mismo período del año anterior. El número de transacciones de BBVA entre enero y agosto del 2020 por ventanilla se redujeron un 32%, las transacciones de cajeros automáticos un 5%, mientras que las transacciones por internet aumentaron un 50% en relación del mismo periodo del 2019. Un dato curioso es el aumento de billetes y monedas en circulación de un 17.7%, quizás estimulado por la reducción en movilidad y el deseo de tener efectivo para poder afrontar cualquier necesidad sin necesidad de acudir con frecuencia a los bancos o cajeros. Esto también se aprecia en el aumento del monto promedio que se retiró en los cajeros donde pasó de 2,062 a 2,300 pesos.

El e-commerce en México todavía tiene un nivel incipiente de acuerdo con datos del 2019. Los niveles de compra por internet de ropa, calzado y artículos deportivos es de 16.4%; de entradas a eventos y entretenimiento 8.7%; música y películas 6.5%; viajes 5.4%; libros, revistas y periódicos 3.2%; software y/o videojuegos 7%; equipo de telecomunicaciones 5.7%; comestibles, limpieza y cosméticos 6%, productos financieros 0.3%, servicios de telecomunicaciones 9.2%; y equipo de cómputo 1.1%. La tendencia de compras por internet es mucho más sólida de acuerdo con el nivel de educación, donde el 6.9% de la población con nivel básico ha comprado en línea en contraste con un 43.8% de la población con educación superior. Quizás la pandemia influya fuertemente en el cambio de costumbres en cuanto a las compras por internet, ya que entre abril y junio las operaciones en línea aumentaron un 150%, mientras que las compras en establecimiento cayeron un 20%

En cuanto al trabajo en casa, en abril de 2020, 7.7 millones de trabajadores realizaron sus actividades laborales desde casa. 16.6% correspondió a hombres y 34.7% a mujeres. Un 70% de los que reportaron trabajar en casa el 70% tenía todo el equipamiento necesario, el 25.1% sólo una parte y un 4.9% no tenía nada de equipamiento. Adicionalmente un 52.8% indicó que su jornada laboral se redujo, mientras que para un 16.9% aumentó.

En el tema de educación a distancia 34.2 millones de estudiantes y 260 mil escuelas reanudaron clases a distancia para el actual ciclo escolar 2020-2021. Muy probablemente crecerá la tendencia a utilizar modelos de educación a distancia. La brecha digital podría contribuir a aumentar la desigualdad social.

La nueva modalidad seguramente tendrá un alto contenido de actividad sin contacto. Esta nueva realidad nos enfrentará a nuevos retos y generará nuevas oportunidades. Quienes se adapten más rápido a las plataformas digitales tendrán una mayor oportunidad de beneficiarse de lo que está por venir.