/ lunes 4 de julio de 2022

Hagamos escuchar el sonido de libertad

Por: Marco Bonilla

De la larga lista de delitos que existe, sin pasar ninguno a segundo plano o restarle complejidad e importancia, la trata, esclavitud y explotación infantil podría ser el más aberrante y doloroso. ¿Esclavitud en el siglo XXI? Sí, y con más esclavos que cuando la esclavitud era legal.

Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 400 millones de niños, niñas y adolescentes alrededor del mundo están sometidos a las peores formas de explotación infantil, siendo esclavizados.

En lo que se refiere a trata de personas, el Protocolo de Palermo la define como aquella acción que consiste en el reclutamiento, transporte, traslado, acogida o recepción de personas bajo amenaza, uso de fuerza y otras formas de coerción, secuestro, fraude, engaño, abuso de poder, abuso de la posición de vulnerabilidad, así como recibir pago o beneficios para tener control sobre otras persona con propósito de explotación.

Son escalofriantes las estadísticas que existen en torno a la trata de personas en México. El 60% de la pornigrafía infantil se produce en México como resultado del tráfico y comercio sexual de niñas, niños y adolescentes; en pornografía forzada el 61% de las víctimas en México son varones. El turismo sexual infantil tiene la estadística de 4 millones de viajes anuales en el mundo. Se calcula que en México son explotados sexualmente entre 80 y 85 mil niñas y niños, ocupando así el primer lugar en difusión de pornografía infantil, el negocio ilícito con mayores ganancias por encima del tráfico de drogas y armas.

La guerra, el hambre, el tráfico de personas, la venta de órganos en el mercado negro, la explotación infantil, las infancias migrantes, la obesidad -tan presente en países desarrollados- la desarticulación familiar y el abandono, por decir los menos, son situaciones que atentan contra su pleno desarrollo y que dan como resultado la presencia de una adultez convulsionada por el trauma del dolor.

Por crudo que se torne el panorama, visibilizar y ponerle rostros al dolor es la única forma de movilizarnos para que se ponga un alto a estas realidades inhumanas. Hoy más que nunca esta realidad debe estar presente en la agenda pública; si algo debemos desterrar es la indiferencia, la tibieza y la falta de acciones. En Chihuahua capital hacemos escuchar el sonido de la libertad, y le damos la bienvenida a la gira de concienciación, información y trabajo en equipo, promovida por Movimiento “Viva México” AC.

Sabemos que es doloroso mirar de frente una realidad que escapa por mucho a la imaginación, a todo razonamiento y lógica, pero el reconocimiento es el primer paso para atacar el problema de raíz; la negación por su parte es la primera cómplice de la negligencia y la iniquidad.

Este es el comienzo de un proceso de atención global a las necesidades de las infancias, para así, con niñas, niñas y adolescentes seguros, plenos y felices, Chihuahua capital, como ciudad amiga de la niñez, siga siendo la capital que da norte a México.

Por: Marco Bonilla

De la larga lista de delitos que existe, sin pasar ninguno a segundo plano o restarle complejidad e importancia, la trata, esclavitud y explotación infantil podría ser el más aberrante y doloroso. ¿Esclavitud en el siglo XXI? Sí, y con más esclavos que cuando la esclavitud era legal.

Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 400 millones de niños, niñas y adolescentes alrededor del mundo están sometidos a las peores formas de explotación infantil, siendo esclavizados.

En lo que se refiere a trata de personas, el Protocolo de Palermo la define como aquella acción que consiste en el reclutamiento, transporte, traslado, acogida o recepción de personas bajo amenaza, uso de fuerza y otras formas de coerción, secuestro, fraude, engaño, abuso de poder, abuso de la posición de vulnerabilidad, así como recibir pago o beneficios para tener control sobre otras persona con propósito de explotación.

Son escalofriantes las estadísticas que existen en torno a la trata de personas en México. El 60% de la pornigrafía infantil se produce en México como resultado del tráfico y comercio sexual de niñas, niños y adolescentes; en pornografía forzada el 61% de las víctimas en México son varones. El turismo sexual infantil tiene la estadística de 4 millones de viajes anuales en el mundo. Se calcula que en México son explotados sexualmente entre 80 y 85 mil niñas y niños, ocupando así el primer lugar en difusión de pornografía infantil, el negocio ilícito con mayores ganancias por encima del tráfico de drogas y armas.

La guerra, el hambre, el tráfico de personas, la venta de órganos en el mercado negro, la explotación infantil, las infancias migrantes, la obesidad -tan presente en países desarrollados- la desarticulación familiar y el abandono, por decir los menos, son situaciones que atentan contra su pleno desarrollo y que dan como resultado la presencia de una adultez convulsionada por el trauma del dolor.

Por crudo que se torne el panorama, visibilizar y ponerle rostros al dolor es la única forma de movilizarnos para que se ponga un alto a estas realidades inhumanas. Hoy más que nunca esta realidad debe estar presente en la agenda pública; si algo debemos desterrar es la indiferencia, la tibieza y la falta de acciones. En Chihuahua capital hacemos escuchar el sonido de la libertad, y le damos la bienvenida a la gira de concienciación, información y trabajo en equipo, promovida por Movimiento “Viva México” AC.

Sabemos que es doloroso mirar de frente una realidad que escapa por mucho a la imaginación, a todo razonamiento y lógica, pero el reconocimiento es el primer paso para atacar el problema de raíz; la negación por su parte es la primera cómplice de la negligencia y la iniquidad.

Este es el comienzo de un proceso de atención global a las necesidades de las infancias, para así, con niñas, niñas y adolescentes seguros, plenos y felices, Chihuahua capital, como ciudad amiga de la niñez, siga siendo la capital que da norte a México.