/ viernes 6 de julio de 2018

Hasta adentro

Ante el triunfo contundente

que obtuvo la democracia;

AMLO demostró con gracia,

cómo penetró evidente.

“Entró AMLO a la Presidencia de la República”.

A mis amigos, compadres y familiares, les comunico el alborozo que tenemos la familia Visconti Ortega, con el apabullante triunfo de AMLO y de Morena. Sé que muchos de ustedes no compartieron ni comparten mis criterios y razonamientos al respecto; e inclusive insultaron a López Obrador, velada o abierta y groseramente a la vez que calumniaron su condición mental; circunstancia ante la que permanecí impasible; pero con todo y eso, es indispensable señalarles, que aun así… ¡adentro!, adentro de mi corazón, yo los sigo queriendo y estimando igual, pues respeto sus criterios y sus formas de pensar que difieren e imprecan, pero el día de hoy… ¡adentro!, adentro de mi espíritu y mi mente, entiendo su incultura geopolítica, sus añejas ataduras partidistas, su ignorancia de la historia de México y del fenómeno socioeconómico que hoy como país nos estanca y nos ahoga; y la mínima sensibilidad ciudadana de ustedes, ante el manipuleo que los diversos intereses económicos del mundo hacen con sus personas que al parecer ni advierten, pero sí solapan y hasta protegen; quiero pensarlo así, en lugar de creer que sean ustedes dolosos y corruptos; y aun así… ¡adentro!, adentro de mi ser más íntimo, sé que ustedes y su familia y sobre todo nuestro país, renacerán ante la corrupción fallida, ante la amputación de la gangrena social que padecemos; y…¡adentro!, qué caray, ante un hecho consumado; disfruten y gocen de este trascendental cambio, único en su legitimidad y dimensión en la historia de México, que les beneficiará y que algún día no muy lejano, agradecerán y reconocerán en toda su valía; por ello y entre tanto… ¡adentro!, pues son parte ya, de este nuestro México nuevo; y expresarán como yo cuando hayamos recibido las bondades del cambio y se hable de López Obrador y de Morena… un ¡adentro!, y lo dirán con mucha convicción y con el semblante sereno.

Y a ustedes, apreciables y respetables lectores, les pido que unifiquemos criterios y esfuerzos aunque hayan diferido o difieran de López Obrador; démosle la oportunidad de iniciar y procurar la reivindicación de México.

Pero si es usted de los que juraron suicidarse o expatriarse si llegaba AMLO a la presidencia y persiste en su idea, hágalo entonces, pero que sea un suicidio no cruento, esto es sin sangre, para que no haga usted dramáticos embarraderos; o bien un suicidio en sentido figurado con un permanente voto de silencio para que no fastidie a nadie. Y si cambia de país o “se va para Aldama”, lo vamos a extrañar mucho, pero harto ayuda el que no estorba. ¡Viva el México nuevo!


Ante el triunfo contundente

que obtuvo la democracia;

AMLO demostró con gracia,

cómo penetró evidente.

“Entró AMLO a la Presidencia de la República”.

A mis amigos, compadres y familiares, les comunico el alborozo que tenemos la familia Visconti Ortega, con el apabullante triunfo de AMLO y de Morena. Sé que muchos de ustedes no compartieron ni comparten mis criterios y razonamientos al respecto; e inclusive insultaron a López Obrador, velada o abierta y groseramente a la vez que calumniaron su condición mental; circunstancia ante la que permanecí impasible; pero con todo y eso, es indispensable señalarles, que aun así… ¡adentro!, adentro de mi corazón, yo los sigo queriendo y estimando igual, pues respeto sus criterios y sus formas de pensar que difieren e imprecan, pero el día de hoy… ¡adentro!, adentro de mi espíritu y mi mente, entiendo su incultura geopolítica, sus añejas ataduras partidistas, su ignorancia de la historia de México y del fenómeno socioeconómico que hoy como país nos estanca y nos ahoga; y la mínima sensibilidad ciudadana de ustedes, ante el manipuleo que los diversos intereses económicos del mundo hacen con sus personas que al parecer ni advierten, pero sí solapan y hasta protegen; quiero pensarlo así, en lugar de creer que sean ustedes dolosos y corruptos; y aun así… ¡adentro!, adentro de mi ser más íntimo, sé que ustedes y su familia y sobre todo nuestro país, renacerán ante la corrupción fallida, ante la amputación de la gangrena social que padecemos; y…¡adentro!, qué caray, ante un hecho consumado; disfruten y gocen de este trascendental cambio, único en su legitimidad y dimensión en la historia de México, que les beneficiará y que algún día no muy lejano, agradecerán y reconocerán en toda su valía; por ello y entre tanto… ¡adentro!, pues son parte ya, de este nuestro México nuevo; y expresarán como yo cuando hayamos recibido las bondades del cambio y se hable de López Obrador y de Morena… un ¡adentro!, y lo dirán con mucha convicción y con el semblante sereno.

Y a ustedes, apreciables y respetables lectores, les pido que unifiquemos criterios y esfuerzos aunque hayan diferido o difieran de López Obrador; démosle la oportunidad de iniciar y procurar la reivindicación de México.

Pero si es usted de los que juraron suicidarse o expatriarse si llegaba AMLO a la presidencia y persiste en su idea, hágalo entonces, pero que sea un suicidio no cruento, esto es sin sangre, para que no haga usted dramáticos embarraderos; o bien un suicidio en sentido figurado con un permanente voto de silencio para que no fastidie a nadie. Y si cambia de país o “se va para Aldama”, lo vamos a extrañar mucho, pero harto ayuda el que no estorba. ¡Viva el México nuevo!