/ viernes 15 de julio de 2022

Hay que apostarle a la gente

Por Francisco Navarro

La entrega anterior mencioné sólo algunas de las cosas que está haciendo mal el gobierno federal. Mostré algunos datos, sus fuentes y hechos concretos sobre los yerros del gobierno de Morena y sus afectaciones a todos los mexicanos.

La idea de una entrega de esa naturaleza no es atacar, sino llevar al debate público lo que se debe debatir, para resolverlo. Es una obligación de la clase política, al menos para los panistas lo es (la discusión de las ideas), pues es en ese intercambio que puede llegar a ser árido, pero nunca debe ser irrespetuoso, de donde se obtiene lo mejor de dos puntos de vista discordantes para llegar a un acuerdo que incluya a todos. En el sistema político mexicano la discusión de ideas debe ser vital.

En México, desde el inicio de este sexenio, el debate público se ha vuelto prácticamente estéril. Casi es inexistente pues desde el centro del país el Presidente impone su verdad como única e inobjetable. Hay una cerrazón, un bloqueo o una incapacidad para reconocer aquello que contradice su realidad. No hay dato o estadística, provenga de donde provenga, incluso de órganos de su gobierno, a la que le preste oídos, si estos datos lo contradicen. Según él en México todo está bien y lo que no, no es su culpa, sino de los gobiernos anteriores. Todo esto es ocioso siquiera comentarlo. El Presidente es responsable del rumbo del país y punto.

Sin embargo, aquí hay una oportunidad para el contraste: Mientras que los gobiernos de morena se dedican a desprestigiar aquello que los contradice o a repartir dinero para controlar el voto, los gobiernos del PAN se dedican a sumar, a escuchar opiniones distintas y a crear las condiciones para que la gente salga adelante. Esa es una diferencia abismal entre el gobierno de Morena y el gobierno del PAN. Morena es un sistema clientelar que busca hacer dependientes del gobierno; el PAN es un partido que cree en la generación de riqueza como medio para el desarrollo de la sociedad.

En ese sentido en Chihuahua capital somos el municipio en el que más empleos se han generado en la entidad. 1,223 empleos registrados al sexto mes del año según informó la Plataforma de inteligencia competitiva del sector privado (PICsp) de acuerdo con cifras del IMSS. Esa es la diferencia. En un momento económico complicado, los gobiernos panistas crean las condiciones para que las empresas se asienten y generen empleo, para que el emprendedor se desarrolle, para que todo aquel que así lo desee sea a través de su esfuerzo y de su empeño que logre salir adelante.

En el PAN por supuesto que estamos dedicados como gobierno a combatir la pobreza, pero ese combate es a través de la generación de empleo y, desde luego, a través de programas que vayan encaminados a fortalecer el tejido social, a abatir el rezago educativo y la falta de oportunidades.

Chihuahua es una muestra de que se puede. Como gobierno, podemos sumar y escuchar diferentes opiniones para fortalecernos y por supuesto el combate a la pobreza y a la generación de empleo debe ser la punta de lanza. Hay que apostarle a eso: al empleo, a los programas sociales legítimos, no clientelares. Hay que apostarle a la educación, al desarrollo, hay que apostarle a la gente.

Vamos pues por eso, por el desarrollo de todas y todos. Ya basta del rumbo que está tomando el país, ya basta de los pretextos del Presidente, de su ceguera y sobre todo, ya basta de los gobiernos populistas, clientelares y corruptos de Morena.


Por Francisco Navarro

La entrega anterior mencioné sólo algunas de las cosas que está haciendo mal el gobierno federal. Mostré algunos datos, sus fuentes y hechos concretos sobre los yerros del gobierno de Morena y sus afectaciones a todos los mexicanos.

La idea de una entrega de esa naturaleza no es atacar, sino llevar al debate público lo que se debe debatir, para resolverlo. Es una obligación de la clase política, al menos para los panistas lo es (la discusión de las ideas), pues es en ese intercambio que puede llegar a ser árido, pero nunca debe ser irrespetuoso, de donde se obtiene lo mejor de dos puntos de vista discordantes para llegar a un acuerdo que incluya a todos. En el sistema político mexicano la discusión de ideas debe ser vital.

En México, desde el inicio de este sexenio, el debate público se ha vuelto prácticamente estéril. Casi es inexistente pues desde el centro del país el Presidente impone su verdad como única e inobjetable. Hay una cerrazón, un bloqueo o una incapacidad para reconocer aquello que contradice su realidad. No hay dato o estadística, provenga de donde provenga, incluso de órganos de su gobierno, a la que le preste oídos, si estos datos lo contradicen. Según él en México todo está bien y lo que no, no es su culpa, sino de los gobiernos anteriores. Todo esto es ocioso siquiera comentarlo. El Presidente es responsable del rumbo del país y punto.

Sin embargo, aquí hay una oportunidad para el contraste: Mientras que los gobiernos de morena se dedican a desprestigiar aquello que los contradice o a repartir dinero para controlar el voto, los gobiernos del PAN se dedican a sumar, a escuchar opiniones distintas y a crear las condiciones para que la gente salga adelante. Esa es una diferencia abismal entre el gobierno de Morena y el gobierno del PAN. Morena es un sistema clientelar que busca hacer dependientes del gobierno; el PAN es un partido que cree en la generación de riqueza como medio para el desarrollo de la sociedad.

En ese sentido en Chihuahua capital somos el municipio en el que más empleos se han generado en la entidad. 1,223 empleos registrados al sexto mes del año según informó la Plataforma de inteligencia competitiva del sector privado (PICsp) de acuerdo con cifras del IMSS. Esa es la diferencia. En un momento económico complicado, los gobiernos panistas crean las condiciones para que las empresas se asienten y generen empleo, para que el emprendedor se desarrolle, para que todo aquel que así lo desee sea a través de su esfuerzo y de su empeño que logre salir adelante.

En el PAN por supuesto que estamos dedicados como gobierno a combatir la pobreza, pero ese combate es a través de la generación de empleo y, desde luego, a través de programas que vayan encaminados a fortalecer el tejido social, a abatir el rezago educativo y la falta de oportunidades.

Chihuahua es una muestra de que se puede. Como gobierno, podemos sumar y escuchar diferentes opiniones para fortalecernos y por supuesto el combate a la pobreza y a la generación de empleo debe ser la punta de lanza. Hay que apostarle a eso: al empleo, a los programas sociales legítimos, no clientelares. Hay que apostarle a la educación, al desarrollo, hay que apostarle a la gente.

Vamos pues por eso, por el desarrollo de todas y todos. Ya basta del rumbo que está tomando el país, ya basta de los pretextos del Presidente, de su ceguera y sobre todo, ya basta de los gobiernos populistas, clientelares y corruptos de Morena.


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