/ viernes 8 de abril de 2022

Hay “tiro”

Lo que hasta hace unos días era una especulación, hoy es una certeza. El Presidente de la República y sus aliados políticos van con todo contra el INE. Si bien las intenciones han sido claras desde hace meses, lo que generaba duda era si iban a tener el atrevimiento de atentar contra una de las instituciones fundamentales para nuestro país.

Si ayer era una sospecha (bien fundada), hoy es una abierta declaración de guerra contra la máxima institución electoral de México.

Los constantes embates mediáticos, las lapidarias declaraciones del Presidente un día sí, y el otro también, el estrangulamiento presupuestario, las denuncias penales, entre otras cosas, hoy han escalado a otro nivel.

En el contexto de la trampa llamada “revocación de mandato”, funcionarios allegados al Presidente violan de manera descarada la Constitución y los reglamentos ¡aprobados por su mismo grupo político en el Congreso!

Sin ningún empacho, figuras tan importantes como el secretario de Gobernación, entre otros, participan en verdaderos mítines político-partidistas, y vierten descaradamente amenazas al árbitro electoral y a los órganos de justicia especializados en la materia.

En su afán destructor, claramente demostrado a lo largo de estos tres años, han puesto la mira ya en la “joya de la corona” de las instituciones que tanto esfuerzo nos ha costado construir a los mexicanos. El banderazo de salida lo dio el mismo Presidente al delinear algunas de las características que tendrá la propuesta de reforma electoral, la cual contiene elementos, además de absurdos, claramente dañinos a la democracia.

La propuesta de elegir por voto popular a los consejeros del INE y a los magistrados del Tribunal Electoral representa un contrasentido en términos de mejorar nuestra democracia. Hoy en día los consejeros nacionales del INE pasan por un riguroso proceso que incluye varios filtros, en el afán de garantizar que el perfil de quienes lleguen a ocupar ese cargo sea el adecuado, además de que el espíritu de este proceso es dar esos espacios a ciudadanos ajenos a compromisos partidistas. Por supuesto, como cualquier proceso humano, es perfectible y seguramente habrá oportunidades para mejorarlo, sin embargo, sustituirlo por un concurso de popularidad, termina siendo un ejercicio populista que da gigantescos pasos hacia atrás en nuestro desarrollo democrático como país.


El Presidente señala que serían 60 candidatos puestos a consideración del “pueblo sabio” para elegir al nuevo consejo general del INE. Varias preguntas saltan a la vista: ¿Bajo qué criterios serán propuestos esos 60 candidatos?, ¿Cómo harán campaña nacional? ¿Quién financiará sus campañas? ¿Quién organizará esa elección? ¿Quién calificará esa elección? ¿Cuánto costará el ejercicio? ¿Cómo se garantizará la independencia partidista de los candidatos?, entre muchas otras interrogantes.

Sólo menciono este elemento expuesto por el Presidente, de otros varios igual de delicados y que, por limitación de espacio, no los abordaré en esta entrega.

Se espera una radicalización de las posturas del Gobierno y aliados para minar la independencia y autonomía de nuestro sistema electoral. La gran pregunta es: ¿Los ciudadanos tendremos la entereza para defender nuestra democracia?... Por lo pronto en Coparmex Chihuahua haremos lo necesario para defender a toda costa la autonomía del INE. ¡Hasta pronto!


Presidente de Coparmex


Lo que hasta hace unos días era una especulación, hoy es una certeza. El Presidente de la República y sus aliados políticos van con todo contra el INE. Si bien las intenciones han sido claras desde hace meses, lo que generaba duda era si iban a tener el atrevimiento de atentar contra una de las instituciones fundamentales para nuestro país.

Si ayer era una sospecha (bien fundada), hoy es una abierta declaración de guerra contra la máxima institución electoral de México.

Los constantes embates mediáticos, las lapidarias declaraciones del Presidente un día sí, y el otro también, el estrangulamiento presupuestario, las denuncias penales, entre otras cosas, hoy han escalado a otro nivel.

En el contexto de la trampa llamada “revocación de mandato”, funcionarios allegados al Presidente violan de manera descarada la Constitución y los reglamentos ¡aprobados por su mismo grupo político en el Congreso!

Sin ningún empacho, figuras tan importantes como el secretario de Gobernación, entre otros, participan en verdaderos mítines político-partidistas, y vierten descaradamente amenazas al árbitro electoral y a los órganos de justicia especializados en la materia.

En su afán destructor, claramente demostrado a lo largo de estos tres años, han puesto la mira ya en la “joya de la corona” de las instituciones que tanto esfuerzo nos ha costado construir a los mexicanos. El banderazo de salida lo dio el mismo Presidente al delinear algunas de las características que tendrá la propuesta de reforma electoral, la cual contiene elementos, además de absurdos, claramente dañinos a la democracia.

La propuesta de elegir por voto popular a los consejeros del INE y a los magistrados del Tribunal Electoral representa un contrasentido en términos de mejorar nuestra democracia. Hoy en día los consejeros nacionales del INE pasan por un riguroso proceso que incluye varios filtros, en el afán de garantizar que el perfil de quienes lleguen a ocupar ese cargo sea el adecuado, además de que el espíritu de este proceso es dar esos espacios a ciudadanos ajenos a compromisos partidistas. Por supuesto, como cualquier proceso humano, es perfectible y seguramente habrá oportunidades para mejorarlo, sin embargo, sustituirlo por un concurso de popularidad, termina siendo un ejercicio populista que da gigantescos pasos hacia atrás en nuestro desarrollo democrático como país.


El Presidente señala que serían 60 candidatos puestos a consideración del “pueblo sabio” para elegir al nuevo consejo general del INE. Varias preguntas saltan a la vista: ¿Bajo qué criterios serán propuestos esos 60 candidatos?, ¿Cómo harán campaña nacional? ¿Quién financiará sus campañas? ¿Quién organizará esa elección? ¿Quién calificará esa elección? ¿Cuánto costará el ejercicio? ¿Cómo se garantizará la independencia partidista de los candidatos?, entre muchas otras interrogantes.

Sólo menciono este elemento expuesto por el Presidente, de otros varios igual de delicados y que, por limitación de espacio, no los abordaré en esta entrega.

Se espera una radicalización de las posturas del Gobierno y aliados para minar la independencia y autonomía de nuestro sistema electoral. La gran pregunta es: ¿Los ciudadanos tendremos la entereza para defender nuestra democracia?... Por lo pronto en Coparmex Chihuahua haremos lo necesario para defender a toda costa la autonomía del INE. ¡Hasta pronto!


Presidente de Coparmex