/ martes 8 de enero de 2019

Hechos y criterios

Raúl Sánchez

Jornadas por la Paz

En 1967 el papa Paulo VI instó a la Iglesia a celebrar al inicio de cada año una Jornada Mundial por la Paz. Al abrir 1968 se iniciaron dichas jornadas para orar y hacer un compromiso por lograr la paz. Esa primera Jornada se tituló el Día de la Paz.

En cinco décadas y cinco pontífices los temas han tratado diversas situaciones que afectan a la paz o la promueven, paz que no es únicamente ausencia de guerra sino que tiene que ver con las relaciones entre los seres humanos en muy diversas circunstancias. Porque la paz se quebranta con la violencia en todas sus formas, con las injusticias, la pobreza y la marginación, la falta de oportunidades para todos, la discriminación, el poco o nulo respeto a la vida y la dignidad de las personas, etc. Por eso los mensajes de cada año -hoy el cincuenta y dos- han tocado distintos puntos como el desarrollo de los pueblos, la educación para la paz, la defensa de la vida, de la familia nace la paz, el salir al encuentro del pobre, el respeto a los Derechos Humanos, el no a la violencia, y muchos más.

Ahora el papa Francisco en la jornada de este año (que debe ser guía para los restantes días) expresa que la buena política está al servicio de la paz. Entre otras cosas anota:

-“Dar la paz está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo. Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia de la historia humana. La ‘casa’ mencionada por Jesús (Lc 10,5-6) es cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente, con sus características propias y con su historia; es sobre todo cada persona, sin distinción ni discriminación. También es nuestra ‘casa común’: el planeta en el que Dios nos ha colocado para vivir y al que estamos llamados a cuidar con interés. Por tanto, este es también mi deseo al comienzo del nuevo año: ‘Paz a esta casa’”.

-“La política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”.

-“Cada renovación de las funciones electivas, cada cita electoral, cada etapa de la vida pública es una oportunidad para volver a la fuente y a los puntos de referencia que inspiran la justicia y el derecho. Estamos convencidos de que la buena política está al servicio de la paz”.

-“Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro. En cambio, cuando la política se traduce, concretamente, en un estímulo de los jóvenes talentos y de las vocaciones que quieren realizarse, la paz se propaga en las conciencias y sobre los rostros”.

-"La responsabilidad política pertenece a cada ciudadano y, en particular, a quien ha recibido el cargo de proteger y gobernar".

Raúl Sánchez

Jornadas por la Paz

En 1967 el papa Paulo VI instó a la Iglesia a celebrar al inicio de cada año una Jornada Mundial por la Paz. Al abrir 1968 se iniciaron dichas jornadas para orar y hacer un compromiso por lograr la paz. Esa primera Jornada se tituló el Día de la Paz.

En cinco décadas y cinco pontífices los temas han tratado diversas situaciones que afectan a la paz o la promueven, paz que no es únicamente ausencia de guerra sino que tiene que ver con las relaciones entre los seres humanos en muy diversas circunstancias. Porque la paz se quebranta con la violencia en todas sus formas, con las injusticias, la pobreza y la marginación, la falta de oportunidades para todos, la discriminación, el poco o nulo respeto a la vida y la dignidad de las personas, etc. Por eso los mensajes de cada año -hoy el cincuenta y dos- han tocado distintos puntos como el desarrollo de los pueblos, la educación para la paz, la defensa de la vida, de la familia nace la paz, el salir al encuentro del pobre, el respeto a los Derechos Humanos, el no a la violencia, y muchos más.

Ahora el papa Francisco en la jornada de este año (que debe ser guía para los restantes días) expresa que la buena política está al servicio de la paz. Entre otras cosas anota:

-“Dar la paz está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo. Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia de la historia humana. La ‘casa’ mencionada por Jesús (Lc 10,5-6) es cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente, con sus características propias y con su historia; es sobre todo cada persona, sin distinción ni discriminación. También es nuestra ‘casa común’: el planeta en el que Dios nos ha colocado para vivir y al que estamos llamados a cuidar con interés. Por tanto, este es también mi deseo al comienzo del nuevo año: ‘Paz a esta casa’”.

-“La política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”.

-“Cada renovación de las funciones electivas, cada cita electoral, cada etapa de la vida pública es una oportunidad para volver a la fuente y a los puntos de referencia que inspiran la justicia y el derecho. Estamos convencidos de que la buena política está al servicio de la paz”.

-“Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro. En cambio, cuando la política se traduce, concretamente, en un estímulo de los jóvenes talentos y de las vocaciones que quieren realizarse, la paz se propaga en las conciencias y sobre los rostros”.

-"La responsabilidad política pertenece a cada ciudadano y, en particular, a quien ha recibido el cargo de proteger y gobernar".