/ martes 4 de mayo de 2021

Humano

Por Leslie Aimé Oaxaca Holguín

Érase una vez una chica que abrió los ojos y se dio cuenta que era igual que todos y que no sabía nada, le dio curiosidad las personas que sabían de cosas más allá de lo que se aprende en las redes sociales o en la vida cotidiana, así que quiso ser como ellos, empezó a leer de arte, física, poesía, de todo lo que tenía curiosidad, mientras más conocía se daba cuenta que aún le faltaba muchísimo por saber y a la vez era más rara era para sus amigos, pero no le importó porque reconoció que era un ser humano, curioso, inteligente, con millones de posibilidades.

Parece ilógico que ahora en pleno siglo 21 las cosas cambiaron, pero a la vez son iguales, más específico, solo se cambian unas cosas por otras, cambia la forma de pensar y odian a quien piensa diferente (básicamente aplica para cualquier época), tiene cosas buenas claro, pero, aunque es un molde diferente sigue siendo un molde.

¿Leer? Si, las personas seguimos leyendo, pues somos conscientes que leer puede ser muchas cosas (cultura, conocimiento, diversión, etcétera), pero aun así la gente no lee igual que antes, en México el promedio de libros al año es de 3.4 por persona según datos de INEGI, mientras que en otros lugares leen esa cantidad de libros al mes o incluso a la semana (ya eso es personal), podemos meditar en cómo estamos aprovechando nuestra vida, pues el entretenimiento, aunque es bueno para relajarnos, muchas veces no nos aporta nada, por eso puede que al final del día sentimos que no hicimos nada, al menos no fue nada que nos aportara algo.

Sí, estamos encerrados, pero no es una excusa, en realidad es una oportunidad para leer ese libro que tenemos guardado desde hace varios años, de empezar con la acuarela o de lo que sea que nos vuelva nosotros mismos, nuestra esencia. Y si nos da un bloqueo creativo, está bien, a todos nos pasa y en algún momento se sale de ahí. No somos robots programados, el tiempo no se nos está acabando, Guillermo del Toro en una entrevista dijo “nunca me sentí más viejo, más acabado que a los veinte tantos...” Debemos empezar a normalizar cosas como descubrir y perseguir tus sueños sin importar la edad, no importa si estas en tus 30s, 40s o 50s. La sociedad nos ha hecho creer que si a los 25 no estas casado o no tienes una carrera la vida se te está pasando, cuando no es así, en realidad a esa edad apenas se están presentando pequeñas oportunidades para ser quienes queremos.

Hay que normalizar dejar a la gente vivir como quiere, no hay que presionar, son sus vidas, los sueños no tienen restricción de edad. Somos humanos, diferentes a cualquier especie por nuestra curiosidad, nuestra forma de pensar.

No podemos desperdiciar nuestro potencial cuando lo encontramos, elegir una carrera, un empleo, trabajar hasta morir, eso no es natural al ser que es libre para ser quien quiere y todos lo somos, pero no hacemos nada al respecto ¿Razón? No hay, pero de lo contrario morimos en vida.

Por Leslie Aimé Oaxaca Holguín

Érase una vez una chica que abrió los ojos y se dio cuenta que era igual que todos y que no sabía nada, le dio curiosidad las personas que sabían de cosas más allá de lo que se aprende en las redes sociales o en la vida cotidiana, así que quiso ser como ellos, empezó a leer de arte, física, poesía, de todo lo que tenía curiosidad, mientras más conocía se daba cuenta que aún le faltaba muchísimo por saber y a la vez era más rara era para sus amigos, pero no le importó porque reconoció que era un ser humano, curioso, inteligente, con millones de posibilidades.

Parece ilógico que ahora en pleno siglo 21 las cosas cambiaron, pero a la vez son iguales, más específico, solo se cambian unas cosas por otras, cambia la forma de pensar y odian a quien piensa diferente (básicamente aplica para cualquier época), tiene cosas buenas claro, pero, aunque es un molde diferente sigue siendo un molde.

¿Leer? Si, las personas seguimos leyendo, pues somos conscientes que leer puede ser muchas cosas (cultura, conocimiento, diversión, etcétera), pero aun así la gente no lee igual que antes, en México el promedio de libros al año es de 3.4 por persona según datos de INEGI, mientras que en otros lugares leen esa cantidad de libros al mes o incluso a la semana (ya eso es personal), podemos meditar en cómo estamos aprovechando nuestra vida, pues el entretenimiento, aunque es bueno para relajarnos, muchas veces no nos aporta nada, por eso puede que al final del día sentimos que no hicimos nada, al menos no fue nada que nos aportara algo.

Sí, estamos encerrados, pero no es una excusa, en realidad es una oportunidad para leer ese libro que tenemos guardado desde hace varios años, de empezar con la acuarela o de lo que sea que nos vuelva nosotros mismos, nuestra esencia. Y si nos da un bloqueo creativo, está bien, a todos nos pasa y en algún momento se sale de ahí. No somos robots programados, el tiempo no se nos está acabando, Guillermo del Toro en una entrevista dijo “nunca me sentí más viejo, más acabado que a los veinte tantos...” Debemos empezar a normalizar cosas como descubrir y perseguir tus sueños sin importar la edad, no importa si estas en tus 30s, 40s o 50s. La sociedad nos ha hecho creer que si a los 25 no estas casado o no tienes una carrera la vida se te está pasando, cuando no es así, en realidad a esa edad apenas se están presentando pequeñas oportunidades para ser quienes queremos.

Hay que normalizar dejar a la gente vivir como quiere, no hay que presionar, son sus vidas, los sueños no tienen restricción de edad. Somos humanos, diferentes a cualquier especie por nuestra curiosidad, nuestra forma de pensar.

No podemos desperdiciar nuestro potencial cuando lo encontramos, elegir una carrera, un empleo, trabajar hasta morir, eso no es natural al ser que es libre para ser quien quiere y todos lo somos, pero no hacemos nada al respecto ¿Razón? No hay, pero de lo contrario morimos en vida.