/ jueves 4 de noviembre de 2021

Íconos del Día de Muertos

Por: Paulina Morales Fragoso

La cultura mexicana es de gran diversidad, en cada rincón del país se tienen diferentes costumbres y tradiciones, que en muchas ocasiones vienen desde las culturas prehispánicas. En el día de muertos se encuentran diversas creencias acerca de cómo celebrarlo y cómo recordar a nuestros seres queridos.

Por ello, les dejo algunas leyendas y significados de elementos característicos del día de muertos.


Cempasúchil

Su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa: flor de 20 pétalos. Los Mexicas relacionaban el color de esta flor con el sol, es por ello que la utilizaban en las ofrendas en honor a sus muertos.

En nuestra tradición, se utiliza el cempasúchil, por su olor y color, para guiar a las almas hacia los altares.

Cuenta la leyenda que Xóchitl y Huitzilin estaban enamorados desde niños. Cada día le llevaban ofrendas a Tonatiuh, el dios azteca del sol.

Un día Huitzilin fue a la guerra y murió. Xóchitl pidió a Tonatiuh que aliviara su sufrimiento y la reuniera con su amado.

El dios cumplió el cometido, dejó caer sus rayos sobre Xóchitl y la transformó en una flor de color amarillo intenso. Luego un colibrí se posó sobre ella y ésta abrió sus 20 pétalos liberando un intenso aroma.

El amor de Xóchitl y Huitzilin vivirá mientras haya flores de cempasúchil y colibríes.


Colibrí

Se dice que era el único ser que nunca moría y podía entrar y salir del Mictlán. Portando los pensamientos de las almas. También, durante las noches ellos pueden dejar que un alma entre en su cuerpo para poder ir al mundo de los vivos a visitar a un ser querido.


Mariposa monarca

La llegada de la mariposa monarca coincide con la celebración del día de muertos.

Los mazahua y los purépecha las consideraban “el alma de los muertos”, y su creencia dice que las almas de nuestros seres queridos regresan encarnados en las mariposas.

Otra versión de la leyenda señala que los muertos viajan en las alas de las mariposas y así llegan hasta los altares.


Xoloitzcuintle

Según la leyenda, son la representación de Xólotl, el dios de la muerte. Ayudan a las almas a pasar el río que atraviesa el Mictlán.

Se dice que los animales que son de color claro les falta madurez para poder llevar a las almas; los que son de color muy oscuro es porque ya han ido varias veces al Mictlán por lo que ya no podrían pasar a más almas; y los que son grises o pintos es porque están listos para ayudar a todas las almas.


Alebrijes

Aunque no tiene su origen en las culturas prehispánicas, en muchos lugares acostumbran a poner una figura de alebrije en los altares.

Pedro Linares fue el que inició a elaborar las representaciones de los alebrijes, ya que un día él enfermó, y en su agonía tuvo un sueño en el que se encontraba en un bosque, donde vio a unas criaturas que eran combinaciones de animales, gritaban “¡alebrijes!”, y uno de ellos lo guió hacia la salida y le dijo “no, tú todavía no”, y despertó. Después de un tiempo, Pedro comenzó a elaborar estas representaciones.

Por ello a estas criaturas se les consideran guías espirituales que ayudan a las almas a llegar al inframundo.


Por: Paulina Morales Fragoso

La cultura mexicana es de gran diversidad, en cada rincón del país se tienen diferentes costumbres y tradiciones, que en muchas ocasiones vienen desde las culturas prehispánicas. En el día de muertos se encuentran diversas creencias acerca de cómo celebrarlo y cómo recordar a nuestros seres queridos.

Por ello, les dejo algunas leyendas y significados de elementos característicos del día de muertos.


Cempasúchil

Su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa: flor de 20 pétalos. Los Mexicas relacionaban el color de esta flor con el sol, es por ello que la utilizaban en las ofrendas en honor a sus muertos.

En nuestra tradición, se utiliza el cempasúchil, por su olor y color, para guiar a las almas hacia los altares.

Cuenta la leyenda que Xóchitl y Huitzilin estaban enamorados desde niños. Cada día le llevaban ofrendas a Tonatiuh, el dios azteca del sol.

Un día Huitzilin fue a la guerra y murió. Xóchitl pidió a Tonatiuh que aliviara su sufrimiento y la reuniera con su amado.

El dios cumplió el cometido, dejó caer sus rayos sobre Xóchitl y la transformó en una flor de color amarillo intenso. Luego un colibrí se posó sobre ella y ésta abrió sus 20 pétalos liberando un intenso aroma.

El amor de Xóchitl y Huitzilin vivirá mientras haya flores de cempasúchil y colibríes.


Colibrí

Se dice que era el único ser que nunca moría y podía entrar y salir del Mictlán. Portando los pensamientos de las almas. También, durante las noches ellos pueden dejar que un alma entre en su cuerpo para poder ir al mundo de los vivos a visitar a un ser querido.


Mariposa monarca

La llegada de la mariposa monarca coincide con la celebración del día de muertos.

Los mazahua y los purépecha las consideraban “el alma de los muertos”, y su creencia dice que las almas de nuestros seres queridos regresan encarnados en las mariposas.

Otra versión de la leyenda señala que los muertos viajan en las alas de las mariposas y así llegan hasta los altares.


Xoloitzcuintle

Según la leyenda, son la representación de Xólotl, el dios de la muerte. Ayudan a las almas a pasar el río que atraviesa el Mictlán.

Se dice que los animales que son de color claro les falta madurez para poder llevar a las almas; los que son de color muy oscuro es porque ya han ido varias veces al Mictlán por lo que ya no podrían pasar a más almas; y los que son grises o pintos es porque están listos para ayudar a todas las almas.


Alebrijes

Aunque no tiene su origen en las culturas prehispánicas, en muchos lugares acostumbran a poner una figura de alebrije en los altares.

Pedro Linares fue el que inició a elaborar las representaciones de los alebrijes, ya que un día él enfermó, y en su agonía tuvo un sueño en el que se encontraba en un bosque, donde vio a unas criaturas que eran combinaciones de animales, gritaban “¡alebrijes!”, y uno de ellos lo guió hacia la salida y le dijo “no, tú todavía no”, y despertó. Después de un tiempo, Pedro comenzó a elaborar estas representaciones.

Por ello a estas criaturas se les consideran guías espirituales que ayudan a las almas a llegar al inframundo.