/ jueves 9 de junio de 2022

Imagina

Imaginar es un arte que puede convertir un sueño en realidad. Todos imaginamos pero mucho de lo que visualizamos se queda como una utopía. En mi experiencia varios de mis sueños se han hecho realidad y todo comenzó con una sola idea. La creatividad es como ir recorriendo un camino donde van saliendo nuevas opciones, una travesía que puede ir encontrando maneras de seguir o terminar con el accidente del no se puede, no es posible, está difícil.

Hay sueños colectivos, pero muchos están en mentes que se limitan con un miedo a lo desconocido.

Los grandes inventores trabajaron y trabajan para llegar a materializar sus ideas, y no es una labor inmediata, a veces empiezan con un pensamiento y en el trayecto descubren algo que nunca estuvo en el proyecto inicial.

Nuestra creatividad se puede ver paralizada al observar los logros espectaculares que nos heredaron y los que siguen surgiendo, pero debemos recordar que somos individuos únicos e irrepetibles que de muchas maneras podemos aportar desde nuestra propio conocimiento y experiencia.

Los inventos no son sólo materiales, se inventan métodos, actividades, maneras de hacer, de pensar ¡estamos rodeados de inventos creados por mentes bien o mal intencionadas! El mundo en el que vivimos está hecho de la imaginación plasmada de nuestros ancestros, y sigue la mata dando con nuevos sueños que se persiguen y se plasman.

Muchas veces sufrimos porque estamos inmersos en un estilo de vida que se fue inventando y que creemos la única opción, sufrimos en él y luchamos por alcanzar las expectativas del mismo, en vez de recurrir a nuestra imaginación e inventarnos algo que nos de paz. No por hacer algo diferente nos tenemos que aislar, siempre encontraremos la manera o las personas adecuadas para compartir lo que somos y queremos hacer, con la convicción de no dañar al prójimo y el entorno natural.

Imagino un mundo donde se recupere la visión periférica, donde cada día nos tomemos tiempo para voltear a ver nuestro alrededor, a las personas presentes y los lugares donde estamos parados, que todas esas pantallas que nos han hipnotizado se dejen para lo indispensable y que en reuniones los celulares se apaguen. Que en vez de admirar lugares y rostros lejanos, apreciemos los que están cerca y sin duda necesitan nuestro cariño y cuidado. En este mundo de viajes constantes ¡a disfrutar las travesías! pero nunca descuidar las raíces, porque nuestro terruño siempre está necesitado de atención. Que todos esos límites que nos separan no sean impedimento para congregarnos y ver nuestro entorno como una unidad en la que todos nos beneficiamos o afectamos juntos.

Imagino y sigo imaginando, y me encanta oír los sueños ajenos y saber que muchos, los más, queremos que esta tierra bendita se llene de salud, amor y paz.

¡Imagina, sueña, actúa, participa! Dejemos de quejarnos, aboquémonos a contribuir a que este mundo sea mejor. ¿Cómo? Infórmate y fórmate desde un sueño que ya está o uno que elabores y plasmes.

ROBERTA CORTÁZAR B.


Imaginar es un arte que puede convertir un sueño en realidad. Todos imaginamos pero mucho de lo que visualizamos se queda como una utopía. En mi experiencia varios de mis sueños se han hecho realidad y todo comenzó con una sola idea. La creatividad es como ir recorriendo un camino donde van saliendo nuevas opciones, una travesía que puede ir encontrando maneras de seguir o terminar con el accidente del no se puede, no es posible, está difícil.

Hay sueños colectivos, pero muchos están en mentes que se limitan con un miedo a lo desconocido.

Los grandes inventores trabajaron y trabajan para llegar a materializar sus ideas, y no es una labor inmediata, a veces empiezan con un pensamiento y en el trayecto descubren algo que nunca estuvo en el proyecto inicial.

Nuestra creatividad se puede ver paralizada al observar los logros espectaculares que nos heredaron y los que siguen surgiendo, pero debemos recordar que somos individuos únicos e irrepetibles que de muchas maneras podemos aportar desde nuestra propio conocimiento y experiencia.

Los inventos no son sólo materiales, se inventan métodos, actividades, maneras de hacer, de pensar ¡estamos rodeados de inventos creados por mentes bien o mal intencionadas! El mundo en el que vivimos está hecho de la imaginación plasmada de nuestros ancestros, y sigue la mata dando con nuevos sueños que se persiguen y se plasman.

Muchas veces sufrimos porque estamos inmersos en un estilo de vida que se fue inventando y que creemos la única opción, sufrimos en él y luchamos por alcanzar las expectativas del mismo, en vez de recurrir a nuestra imaginación e inventarnos algo que nos de paz. No por hacer algo diferente nos tenemos que aislar, siempre encontraremos la manera o las personas adecuadas para compartir lo que somos y queremos hacer, con la convicción de no dañar al prójimo y el entorno natural.

Imagino un mundo donde se recupere la visión periférica, donde cada día nos tomemos tiempo para voltear a ver nuestro alrededor, a las personas presentes y los lugares donde estamos parados, que todas esas pantallas que nos han hipnotizado se dejen para lo indispensable y que en reuniones los celulares se apaguen. Que en vez de admirar lugares y rostros lejanos, apreciemos los que están cerca y sin duda necesitan nuestro cariño y cuidado. En este mundo de viajes constantes ¡a disfrutar las travesías! pero nunca descuidar las raíces, porque nuestro terruño siempre está necesitado de atención. Que todos esos límites que nos separan no sean impedimento para congregarnos y ver nuestro entorno como una unidad en la que todos nos beneficiamos o afectamos juntos.

Imagino y sigo imaginando, y me encanta oír los sueños ajenos y saber que muchos, los más, queremos que esta tierra bendita se llene de salud, amor y paz.

¡Imagina, sueña, actúa, participa! Dejemos de quejarnos, aboquémonos a contribuir a que este mundo sea mejor. ¿Cómo? Infórmate y fórmate desde un sueño que ya está o uno que elabores y plasmes.

ROBERTA CORTÁZAR B.


ÚLTIMASCOLUMNAS