/ martes 29 de junio de 2021

Impugnación y transición

“La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes”. (CHARLES BUKOWSKI)

En participación anterior habíamos comentado que una vez transcurrida la elección y con la constancia de mayoría en la mano, lo que faltaba era iniciar el proceso de transición.

Se ha especulado mucho acerca de la famosa impugnación a la elección para gobernador del estado de Chihuahua por parte de Juan Carlos Loera, candidato de Morena y sus aliados, la cual presentó ante los órganos electorales correspondientes, en tanto María Eugenia Campos, candidata del PAN, y sus aliados han comenzado a moverse formando su equipo de transición y comenzando a reunirse con los principales actores de la actual administración, que deben rendir cuentas antes de entregar el poder.

En cuanto a la impugnación es predecible el resultado ante la diferencia de votos existente entre ambos candidatos y la vox populi de que “a puñaladas iguales llorar es cobardía” y dado que los principales argumentos para la impugnación difícilmente podrán obtener los elementos probatorios para poder ejercer alguna acción sobre ellos puede predecirse que nada va a pasar fuera de lo que representa una transición como la que está a punto de darse, misma que la ley establece y señala los tiempos ante el cambio de poderes.

El exceso en los gastos de campaña, la ondeada de la bandera del Caramelo, los excesos en las redes sociales y otras linduras más sin duda son elementos importantes, pero cuyos efectos difícilmente se podrán probar para lograr algún efecto vinculatorio que acredite la comisión de algún delito electoral. No deja de llamar la atención que no incluyeron en la impugnación el actuar de los religiosos que desde el púlpito despotricaron contra la 4T y sus candidatos violando la constitución, que les prohíbe hacer proselitismo político-electoral de cualquier tipo en esas condiciones.

El señor de palacio, prófugo del trabajo, demagogo y mitómano, tendrá que rendir cuentas, y lo que menos nos importa es cuántos partidos de golf ganó o cuántos viajes realizó durante su encargo. Hay otros temas donde debe rendir cuentas y se lo tenemos que exigir.

Recordamos en septiembre del 2017 el ríspido encuentro que sostuvimos cuando le hicimos ver, en una forma respetuosa pero directa, que las promesas de campaña estaban muy lejos de encaminarse en su cumplimiento; la mejora al transporte urbano, la gratuidad en las universidades, la regularización de medicamentos, el combate a la impunidad y a la corrupción y sobre todo la inseguridad que vivimos los chihuahuenses que se incrementa día con día y que no permite que salgamos de los primeros lugares en el país, donde lamentablemente tenemos cabeza en el tema de los feminicidios. Hoy, después de dos años de hacerse la solicitud formal, aún no puede decretarse la famosa “Alerta de género”.

Correo: vicmedina@hotmail.com

“La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes”. (CHARLES BUKOWSKI)

En participación anterior habíamos comentado que una vez transcurrida la elección y con la constancia de mayoría en la mano, lo que faltaba era iniciar el proceso de transición.

Se ha especulado mucho acerca de la famosa impugnación a la elección para gobernador del estado de Chihuahua por parte de Juan Carlos Loera, candidato de Morena y sus aliados, la cual presentó ante los órganos electorales correspondientes, en tanto María Eugenia Campos, candidata del PAN, y sus aliados han comenzado a moverse formando su equipo de transición y comenzando a reunirse con los principales actores de la actual administración, que deben rendir cuentas antes de entregar el poder.

En cuanto a la impugnación es predecible el resultado ante la diferencia de votos existente entre ambos candidatos y la vox populi de que “a puñaladas iguales llorar es cobardía” y dado que los principales argumentos para la impugnación difícilmente podrán obtener los elementos probatorios para poder ejercer alguna acción sobre ellos puede predecirse que nada va a pasar fuera de lo que representa una transición como la que está a punto de darse, misma que la ley establece y señala los tiempos ante el cambio de poderes.

El exceso en los gastos de campaña, la ondeada de la bandera del Caramelo, los excesos en las redes sociales y otras linduras más sin duda son elementos importantes, pero cuyos efectos difícilmente se podrán probar para lograr algún efecto vinculatorio que acredite la comisión de algún delito electoral. No deja de llamar la atención que no incluyeron en la impugnación el actuar de los religiosos que desde el púlpito despotricaron contra la 4T y sus candidatos violando la constitución, que les prohíbe hacer proselitismo político-electoral de cualquier tipo en esas condiciones.

El señor de palacio, prófugo del trabajo, demagogo y mitómano, tendrá que rendir cuentas, y lo que menos nos importa es cuántos partidos de golf ganó o cuántos viajes realizó durante su encargo. Hay otros temas donde debe rendir cuentas y se lo tenemos que exigir.

Recordamos en septiembre del 2017 el ríspido encuentro que sostuvimos cuando le hicimos ver, en una forma respetuosa pero directa, que las promesas de campaña estaban muy lejos de encaminarse en su cumplimiento; la mejora al transporte urbano, la gratuidad en las universidades, la regularización de medicamentos, el combate a la impunidad y a la corrupción y sobre todo la inseguridad que vivimos los chihuahuenses que se incrementa día con día y que no permite que salgamos de los primeros lugares en el país, donde lamentablemente tenemos cabeza en el tema de los feminicidios. Hoy, después de dos años de hacerse la solicitud formal, aún no puede decretarse la famosa “Alerta de género”.

Correo: vicmedina@hotmail.com