/ viernes 24 de enero de 2020

Inconformidad ciudadana en Cuauhtémoc

En el municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua, urge atender el problema crónico que representa el tiradero de basura, cuya operación ha causado multas por parte de los gobiernos estatal y federal. Todos los cuauhtemenses están de acuerdo con dicha urgencia, eso no está en discusión.

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Lo que está inconformando a un nutrido grupo de ciudadanos cuauhtemenses con su Gobierno municipal, es la forma en que éste ha procedido para terminar firmando un contrato con una empresa del estado de Morelos que vendría a atender la problemática de la basura.

Inconformes con el proceso para concesionar el servicio de recolección de basura y la construcción del relleno sanitario, los integrantes de dicha agrupación ciudadana –que realmente se ha convertido en un movimiento social- operan una estrategia para que el contrato en cuestión quede sin efecto, debido a que consideran que hay irregularidades.

Pero más allá de la disputa técnica y legal sobre el proceso de licitación que se propuso a finales del año pasado y que fue aprobado por el Ayuntamiento, lo que hay que resaltar es la acción ciudadana que ello ha provocado, la cual debe ser tomada como el ejercicio de un derecho, una respetable manifestación de inconformidad, una decisión con valor cívico.

Al tratarse de una manifestación ciudadana seria y responsable, las autoridades deben valorarla, no menospreciarla. Este movimiento ciudadano en tierra manzanera nace de una inconformidad social ante un acto de gobierno; no es el malestar de un individuo ante una decisión intrascendente. Es, además, un movimiento que ha buscado el diálogo con las autoridades (regidores, alcalde, diputados).

La concesión otorgada a la empresa ganadora (única concursante) causa malestar e indignación en un número considerable de ciudadanos cuauhtemenses, quienes se ven representados en esta agrupación que está nutrida con participaciones diversas que efectivamente le dan carácter de “plural”, como sus integrantes le llaman.

Que se busque un plebiscito respecto a la concesión de servicio ya concursada y otorgada, es un hecho trascendente. Sin exagerar, se trata de un movimiento histórico en Cuauhtémoc y su región.


En el municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua, urge atender el problema crónico que representa el tiradero de basura, cuya operación ha causado multas por parte de los gobiernos estatal y federal. Todos los cuauhtemenses están de acuerdo con dicha urgencia, eso no está en discusión.

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Lo que está inconformando a un nutrido grupo de ciudadanos cuauhtemenses con su Gobierno municipal, es la forma en que éste ha procedido para terminar firmando un contrato con una empresa del estado de Morelos que vendría a atender la problemática de la basura.

Inconformes con el proceso para concesionar el servicio de recolección de basura y la construcción del relleno sanitario, los integrantes de dicha agrupación ciudadana –que realmente se ha convertido en un movimiento social- operan una estrategia para que el contrato en cuestión quede sin efecto, debido a que consideran que hay irregularidades.

Pero más allá de la disputa técnica y legal sobre el proceso de licitación que se propuso a finales del año pasado y que fue aprobado por el Ayuntamiento, lo que hay que resaltar es la acción ciudadana que ello ha provocado, la cual debe ser tomada como el ejercicio de un derecho, una respetable manifestación de inconformidad, una decisión con valor cívico.

Al tratarse de una manifestación ciudadana seria y responsable, las autoridades deben valorarla, no menospreciarla. Este movimiento ciudadano en tierra manzanera nace de una inconformidad social ante un acto de gobierno; no es el malestar de un individuo ante una decisión intrascendente. Es, además, un movimiento que ha buscado el diálogo con las autoridades (regidores, alcalde, diputados).

La concesión otorgada a la empresa ganadora (única concursante) causa malestar e indignación en un número considerable de ciudadanos cuauhtemenses, quienes se ven representados en esta agrupación que está nutrida con participaciones diversas que efectivamente le dan carácter de “plural”, como sus integrantes le llaman.

Que se busque un plebiscito respecto a la concesión de servicio ya concursada y otorgada, es un hecho trascendente. Sin exagerar, se trata de un movimiento histórico en Cuauhtémoc y su región.