/ jueves 1 de julio de 2021

Inflación postcovid

Ya con un mayor avance en la vacunación contra el Covid se empieza a reactivar la economía en el mundo. Uno de los temas centrales será el impacto que tendrá esta reactivación en los diversos indicadores económicos. Ya por lo pronto, en Estados Unidos la inflación en mayo alcanzó niveles del 5%, lo cual no sucedía desde 2008.

Mucho del incremento de la inflación se deberá a la base de medición utilizada. Durante la pandemia los precios se estabilizaron e inclusive algunos tuvieron una reducción. Como las comparaciones son llevadas a cabo en relación con el año anterior, el efecto numérico será percibido como alto, sin tomar en cuenta la capacidad del mercado de contrarrestar el efecto con el aumento de oferta derivado de la capacidad instalada ociosa.

Esto nos lleva también a incluir como un efecto adverso los cuellos de botella que se generaron cuando la planta productiva redujo su producción al tener menor demanda. Esto afecta a toda la cadena de proveeduría. El efecto inmediato será el aumento de los precios producido por la disponibilidad insuficiente de materia prima. A medida que la producción ajuste su ritmo, los precios deberán de ajustarse a la baja.

Otro factor para observar será la tendencia a cambiar los esquemas de trabajo, en donde el trabajo remoto y la utilización de plataformas digitales han tenido un crecimiento importante. Hasta ahora la oferta de servicios e infraestructura digital ha sobrepasado la demanda, pero esto pudiera cambiar y generar inflación en los productos y servicios que soportan estas nuevas tendencias. Por otro lado, el trabajo remoto en las empresas incidió en tener gastos adicionales, ya que los espacios físicos siguieron representando un gasto sin ser utilizados, y no fueron eliminados en todos los casos. Esto también pone una presión adicional a la base del costo en las empresas, lo que podrá incidir en tener que aumentar los precios en el corto plazo para poder subsistir.

Un tema relevante que es independiente al Covid es el proceso de reconversión de las energías para favorecer las energías limpias. Este proceso en el corto plazo podrá significar un aumento en el costo de producción y subutilización de infraestructura. El reciente aumento del barril de petróleo contribuye a fortalecer esta realidad.

Finalmente, uno de los elementos más importantes serán las políticas fiscales y monetarias de gobiernos y bancos centrales. Los subsidios, programas, políticas de tasas de interés y cambios en la política fiscal tendrán uno de los mayores impactos. Una política adecuada podrá ayudar a detener una alta mortalidad de negocios y por consiguiente mantener el empleo en niveles adecuados.

Estamos ante situaciones nunca vistas. Los mercados aumentarán su actividad a marchas forzadas. Más que nunca se requiere que las autoridades estudien ampliamente las alternativas y tomen decisiones adecuadas.

Ya con un mayor avance en la vacunación contra el Covid se empieza a reactivar la economía en el mundo. Uno de los temas centrales será el impacto que tendrá esta reactivación en los diversos indicadores económicos. Ya por lo pronto, en Estados Unidos la inflación en mayo alcanzó niveles del 5%, lo cual no sucedía desde 2008.

Mucho del incremento de la inflación se deberá a la base de medición utilizada. Durante la pandemia los precios se estabilizaron e inclusive algunos tuvieron una reducción. Como las comparaciones son llevadas a cabo en relación con el año anterior, el efecto numérico será percibido como alto, sin tomar en cuenta la capacidad del mercado de contrarrestar el efecto con el aumento de oferta derivado de la capacidad instalada ociosa.

Esto nos lleva también a incluir como un efecto adverso los cuellos de botella que se generaron cuando la planta productiva redujo su producción al tener menor demanda. Esto afecta a toda la cadena de proveeduría. El efecto inmediato será el aumento de los precios producido por la disponibilidad insuficiente de materia prima. A medida que la producción ajuste su ritmo, los precios deberán de ajustarse a la baja.

Otro factor para observar será la tendencia a cambiar los esquemas de trabajo, en donde el trabajo remoto y la utilización de plataformas digitales han tenido un crecimiento importante. Hasta ahora la oferta de servicios e infraestructura digital ha sobrepasado la demanda, pero esto pudiera cambiar y generar inflación en los productos y servicios que soportan estas nuevas tendencias. Por otro lado, el trabajo remoto en las empresas incidió en tener gastos adicionales, ya que los espacios físicos siguieron representando un gasto sin ser utilizados, y no fueron eliminados en todos los casos. Esto también pone una presión adicional a la base del costo en las empresas, lo que podrá incidir en tener que aumentar los precios en el corto plazo para poder subsistir.

Un tema relevante que es independiente al Covid es el proceso de reconversión de las energías para favorecer las energías limpias. Este proceso en el corto plazo podrá significar un aumento en el costo de producción y subutilización de infraestructura. El reciente aumento del barril de petróleo contribuye a fortalecer esta realidad.

Finalmente, uno de los elementos más importantes serán las políticas fiscales y monetarias de gobiernos y bancos centrales. Los subsidios, programas, políticas de tasas de interés y cambios en la política fiscal tendrán uno de los mayores impactos. Una política adecuada podrá ayudar a detener una alta mortalidad de negocios y por consiguiente mantener el empleo en niveles adecuados.

Estamos ante situaciones nunca vistas. Los mercados aumentarán su actividad a marchas forzadas. Más que nunca se requiere que las autoridades estudien ampliamente las alternativas y tomen decisiones adecuadas.