/ jueves 19 de noviembre de 2020

Inicia la reforma laboral


Sin duda este mes será de suma importancia para las relaciones laborales derivado de la anunciada cancelación del esquema de outsourcing y la entrada en vigor de la reforma laboral.

El esquema de outsourcing presentó en su momento una alternativa para flexibilizar los procesos de contratación y manejar de una manera eficiente las necesidades de corto plazo y los picos de necesidades de mano de obra adicional. Desafortunadamente este esquema fue abusado y se convirtió en una forma de diferenciar prestaciones laborales, dificultar la evidencia de la relación laboral con el verdadero patrón e inclusive fue utilizado para esquemas de evasión fiscal y lavado de dinero. Como ha venido funcionando la nueva política pública, no se castigó ni persiguió a quienes abusaron del esquema y se canceló una herramienta útil para el empresariado, pagando justos por pecadores.

El día de ayer, 18 de noviembre de 2020, inició la aplicación de la reforma laboral. Inicia en 7 estados: Campeche, Chiapas, Durango, Estado de México, San Luis Potosí, Tabasco y Zacatecas, en lo local y federal.

El modelo contempla un proceso de conciliación en donde las juntas de Conciliación y Arbitraje dejarán de existir y le dará entrada a los Centros de Conciliación y Registro Laboral. Estos nuevos centros serán organismos descentralizados que básicamente llevarán el proceso de conciliación y el registro de los contratos colectivos, reglamentos interiores laborales, y los registros de las organizaciones sindicales.

Para aquellos asuntos que no logren conciliarse, se procederá a judicializar el asunto en los juzgados laborales. No podrá ningún asunto judicializarse sin pasar por el proceso de conciliación. Los nuevos juzgados serán operados bajo el sistema oral, lo que permitirá que los asuntos se resuelvan más rápidamente.

Esperamos que no se permita que los abogados laboralistas que han operado maliciosamente en las juntas de Conciliación y Arbitraje encuentren la manera de controlar otra vez el nuevo esquema. El sistema promete adicionalmente más vigilancia a la democracia, legalidad y transparencia dentro de los organismos sindicales.

México necesita dar un paso firme en materia de justicia laboral para poder mejorar su nivel de competitividad y empezar a fortalecer el Estado de Derecho para castigar a los patrones, empleados, sindicatos y abogados que pretendan burlar a la justicia. Esperamos que no estemos de nueva cuenta ante una simulación de modernización.


Sin duda este mes será de suma importancia para las relaciones laborales derivado de la anunciada cancelación del esquema de outsourcing y la entrada en vigor de la reforma laboral.

El esquema de outsourcing presentó en su momento una alternativa para flexibilizar los procesos de contratación y manejar de una manera eficiente las necesidades de corto plazo y los picos de necesidades de mano de obra adicional. Desafortunadamente este esquema fue abusado y se convirtió en una forma de diferenciar prestaciones laborales, dificultar la evidencia de la relación laboral con el verdadero patrón e inclusive fue utilizado para esquemas de evasión fiscal y lavado de dinero. Como ha venido funcionando la nueva política pública, no se castigó ni persiguió a quienes abusaron del esquema y se canceló una herramienta útil para el empresariado, pagando justos por pecadores.

El día de ayer, 18 de noviembre de 2020, inició la aplicación de la reforma laboral. Inicia en 7 estados: Campeche, Chiapas, Durango, Estado de México, San Luis Potosí, Tabasco y Zacatecas, en lo local y federal.

El modelo contempla un proceso de conciliación en donde las juntas de Conciliación y Arbitraje dejarán de existir y le dará entrada a los Centros de Conciliación y Registro Laboral. Estos nuevos centros serán organismos descentralizados que básicamente llevarán el proceso de conciliación y el registro de los contratos colectivos, reglamentos interiores laborales, y los registros de las organizaciones sindicales.

Para aquellos asuntos que no logren conciliarse, se procederá a judicializar el asunto en los juzgados laborales. No podrá ningún asunto judicializarse sin pasar por el proceso de conciliación. Los nuevos juzgados serán operados bajo el sistema oral, lo que permitirá que los asuntos se resuelvan más rápidamente.

Esperamos que no se permita que los abogados laboralistas que han operado maliciosamente en las juntas de Conciliación y Arbitraje encuentren la manera de controlar otra vez el nuevo esquema. El sistema promete adicionalmente más vigilancia a la democracia, legalidad y transparencia dentro de los organismos sindicales.

México necesita dar un paso firme en materia de justicia laboral para poder mejorar su nivel de competitividad y empezar a fortalecer el Estado de Derecho para castigar a los patrones, empleados, sindicatos y abogados que pretendan burlar a la justicia. Esperamos que no estemos de nueva cuenta ante una simulación de modernización.