/ viernes 18 de febrero de 2022

Inseguridad nacional 

Me parece que cada día abundan más los que siembran la inseguridad. Hay asaltadores, hay ladrones, hay narcos, hay balaceras, hay feminicidios, desaparecen personas, hay migrantes delincuentes, matan a los periodistas, queman vehículos en las carreteras, matan a familias con armas de alto calibres, ejecutan a enemigos en la calle, etc. etc.

Si logran arrestar a los malvados, los llevan a la prisión, y disfrutarán de techo y de comida de por vida. Eso no es un castigo. ¿Qué está haciendo el gobierno federal para eliminar esos delincuentes? Nada. Parece que los apoyan. Las leyes protegen a los violentos. Un policía me comentó: “Cuando apresamos un asaltador, a un ladrón, a un narco, todas las normas los protegen. Somos los acusados. Y vamos a parar a la cárcel. Sólo por apresar a un malvado”.

Todos los canales de la televisión diariamente dan noticias de asaltos, de latrocinios, de muertos por los narcos. No hay un día en que haya una balacera, y han muerto varios civiles. En varias veces en la Ciudad de México hay asaltos en una camioneta, en un camión, en el metro, en la calle. Asaltan a los que van manejando su auto. A una mujer le quitaron su bolsa a punta de pistola. Uno en una moto pasó a velocidad y le arrebataron sus bienes. Nadie se escapa. Todos los ciudadanos han sufrido un acto de violencia.

Se roban los carros de los comercios. A los incautos en las carreteras que llegan a la ciudad. Le roban los partes a un auto estacionado en las banquetas. Van a los edificios donde viven varias familias, quiebran un vidrio y se meten a robar. Y los ciudadanos no saben qué hacer. Siempre los ladrones sacan lo mejor del robo. Un automovilista amenazado con una pistola, lo bajan del carro y lo dejan a pie. Con un carro se le cruzan delante a su carro, y le roban todo lo que trae. Abren la cajuela, cuando el auto está estacionado y le roban todo el mandado.

Los narcos están agrupados en cárteles. Asesinan en la vida pública. Matan sin piedad. Ahí está el caso de los LeBarón. Los narcos que están apresados en la prisión y desde “dentro” van dando órdenes para dar nombres de los que deben ser eliminados. Los pleitos entre ellos producen una balacera en cualquier ciudad. Queman autos y tráileres, y camiones en las avenidas. No se sabe quién va a morir mañana. Saben que nada les pueden hacer, sólo encarcelados, y darles techo y comida.

Además se pierden niños, desaparecen muchos humanos: bebés, niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, adultos, ancianos. Los homicidios van en aumento. Cada día sabemos que un periodista es asesinado. Estamos llenos de homicidios. Y a nadie podemos acudir. Si los descubren lo que se hace con los delincuentes es meterlos a la prisión. Lo que se ha hecho en los años anterior, muy anteriores, era aplicarles la pena de muerte. Ya no podían matar a las gentes. Pero hoy ya no existe la pena de muerte. Algo deben hacer. Ya no podemos tolerar tantos homicidios. Algo hay que hacer.

Cree el responsable, que lo que tiene que hacer es “la mañanera”. Con ese hecho resuelve todo. Lo que quiere decir: “Nada resuelve”. La autoridad nacional tiene la responsabilidad de toda la nación. Ya es tiempo de que veamos que se combate la inseguridad. Algo tiene que hacer.



Me parece que cada día abundan más los que siembran la inseguridad. Hay asaltadores, hay ladrones, hay narcos, hay balaceras, hay feminicidios, desaparecen personas, hay migrantes delincuentes, matan a los periodistas, queman vehículos en las carreteras, matan a familias con armas de alto calibres, ejecutan a enemigos en la calle, etc. etc.

Si logran arrestar a los malvados, los llevan a la prisión, y disfrutarán de techo y de comida de por vida. Eso no es un castigo. ¿Qué está haciendo el gobierno federal para eliminar esos delincuentes? Nada. Parece que los apoyan. Las leyes protegen a los violentos. Un policía me comentó: “Cuando apresamos un asaltador, a un ladrón, a un narco, todas las normas los protegen. Somos los acusados. Y vamos a parar a la cárcel. Sólo por apresar a un malvado”.

Todos los canales de la televisión diariamente dan noticias de asaltos, de latrocinios, de muertos por los narcos. No hay un día en que haya una balacera, y han muerto varios civiles. En varias veces en la Ciudad de México hay asaltos en una camioneta, en un camión, en el metro, en la calle. Asaltan a los que van manejando su auto. A una mujer le quitaron su bolsa a punta de pistola. Uno en una moto pasó a velocidad y le arrebataron sus bienes. Nadie se escapa. Todos los ciudadanos han sufrido un acto de violencia.

Se roban los carros de los comercios. A los incautos en las carreteras que llegan a la ciudad. Le roban los partes a un auto estacionado en las banquetas. Van a los edificios donde viven varias familias, quiebran un vidrio y se meten a robar. Y los ciudadanos no saben qué hacer. Siempre los ladrones sacan lo mejor del robo. Un automovilista amenazado con una pistola, lo bajan del carro y lo dejan a pie. Con un carro se le cruzan delante a su carro, y le roban todo lo que trae. Abren la cajuela, cuando el auto está estacionado y le roban todo el mandado.

Los narcos están agrupados en cárteles. Asesinan en la vida pública. Matan sin piedad. Ahí está el caso de los LeBarón. Los narcos que están apresados en la prisión y desde “dentro” van dando órdenes para dar nombres de los que deben ser eliminados. Los pleitos entre ellos producen una balacera en cualquier ciudad. Queman autos y tráileres, y camiones en las avenidas. No se sabe quién va a morir mañana. Saben que nada les pueden hacer, sólo encarcelados, y darles techo y comida.

Además se pierden niños, desaparecen muchos humanos: bebés, niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, adultos, ancianos. Los homicidios van en aumento. Cada día sabemos que un periodista es asesinado. Estamos llenos de homicidios. Y a nadie podemos acudir. Si los descubren lo que se hace con los delincuentes es meterlos a la prisión. Lo que se ha hecho en los años anterior, muy anteriores, era aplicarles la pena de muerte. Ya no podían matar a las gentes. Pero hoy ya no existe la pena de muerte. Algo deben hacer. Ya no podemos tolerar tantos homicidios. Algo hay que hacer.

Cree el responsable, que lo que tiene que hacer es “la mañanera”. Con ese hecho resuelve todo. Lo que quiere decir: “Nada resuelve”. La autoridad nacional tiene la responsabilidad de toda la nación. Ya es tiempo de que veamos que se combate la inseguridad. Algo tiene que hacer.