/ viernes 23 de octubre de 2020

Instituciones en crisis

Uno de los escenarios más críticos para las instituciones es que se pierda la credibilidad y la confianza en ellas, esto es en perjuicio de todo México, donde lamentablemente muchas instituciones siguen perdiendo credibilidad. La CNDH perdió su credibilidad hace unos meses al imponer los legisladores de Morena, una titular en flagrante violación a la ley; la Suprema Corte de Justicia de la Nación perdió credibilidad en gran parte de la sociedad pensante, al subordinarse la mayoría de sus ministros, y declarar válida la consulta que quiere hacer López Obrador, para preguntar a los ciudadanos si quieren que se aplique o no la ley, que a todas luces es ociosa, la ley debe aplicarse a fuerza. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha decepcionado a la ciudadanía, con su resolución aprobatoria del registro de dos partidos afines al presidente, esto es, el partido del yerno de Elba Esther Gordillo y el partido que impulsa Ricardo Monreal. Lo realmente incongruente es que el referido Tribunal le negó el registro al Partido México Libre, de Margarita Zavala y Felipe Calderón, por razones obvias, pero no legales, no le agradan al presidente.

Ojalá que el Ejército no salga demasiado afectado como institución con la detención del general Cienfuegos, que a opinión de expertos, ya fue sometido a juicio mediático y sumario, sin haber tenido la oportunidad de defenderse de las acusaciones aún no probadas.

El cuidado de las instituciones es responsabilidad de todos, y más de las autoridades que deben velar por su respeto.

Afortunadamente, conservamos instituciones que todavía inspiran mucha confianza en los mexicanos, las de más alto puntaje son: La familia (94%), el Ejército (61%) y la Iglesia (54.6%). Encuesta publicada por El Economista en 2019.

Hay otras instituciones que cuentan con bajos niveles de confianza, por ejemplo, los jueces con 17.8% y los partidos políticos con un 13.6%, entre otras.

Es muy preocupante que la ciudadanía tenga tanta desconfianza por las instituciones públicas de suyo importantes.

Investigaciones de “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad” arrojan datos de que los mexicanos consideran que la corrupción sigue creciendo en las instituciones públicas. Sobre el incremento de la inseguridad y la violencia, las cifras del Inegi no dejan mentir.

Sólo han pasado dos años del gobierno de López Obrador, y la ciudadanía sigue perdiendo la confianza en las instituciones. El país no puede seguir así, las instituciones y su respeto no son construcción de los gobernantes, sino que son resultado de muchos años de trabajo y esfuerzo de ciudadanos comprometidos con tener buenos gobiernos y mejores niveles de vida, nada que ver con la situación por la que hoy atravesamos.

Atrevámonos como ciudadanía organizada y exigente a corregir el rumbo y hacer respetar a nuestras instituciones, que son los pilares del Estado de Derecho.


Uno de los escenarios más críticos para las instituciones es que se pierda la credibilidad y la confianza en ellas, esto es en perjuicio de todo México, donde lamentablemente muchas instituciones siguen perdiendo credibilidad. La CNDH perdió su credibilidad hace unos meses al imponer los legisladores de Morena, una titular en flagrante violación a la ley; la Suprema Corte de Justicia de la Nación perdió credibilidad en gran parte de la sociedad pensante, al subordinarse la mayoría de sus ministros, y declarar válida la consulta que quiere hacer López Obrador, para preguntar a los ciudadanos si quieren que se aplique o no la ley, que a todas luces es ociosa, la ley debe aplicarse a fuerza. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha decepcionado a la ciudadanía, con su resolución aprobatoria del registro de dos partidos afines al presidente, esto es, el partido del yerno de Elba Esther Gordillo y el partido que impulsa Ricardo Monreal. Lo realmente incongruente es que el referido Tribunal le negó el registro al Partido México Libre, de Margarita Zavala y Felipe Calderón, por razones obvias, pero no legales, no le agradan al presidente.

Ojalá que el Ejército no salga demasiado afectado como institución con la detención del general Cienfuegos, que a opinión de expertos, ya fue sometido a juicio mediático y sumario, sin haber tenido la oportunidad de defenderse de las acusaciones aún no probadas.

El cuidado de las instituciones es responsabilidad de todos, y más de las autoridades que deben velar por su respeto.

Afortunadamente, conservamos instituciones que todavía inspiran mucha confianza en los mexicanos, las de más alto puntaje son: La familia (94%), el Ejército (61%) y la Iglesia (54.6%). Encuesta publicada por El Economista en 2019.

Hay otras instituciones que cuentan con bajos niveles de confianza, por ejemplo, los jueces con 17.8% y los partidos políticos con un 13.6%, entre otras.

Es muy preocupante que la ciudadanía tenga tanta desconfianza por las instituciones públicas de suyo importantes.

Investigaciones de “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad” arrojan datos de que los mexicanos consideran que la corrupción sigue creciendo en las instituciones públicas. Sobre el incremento de la inseguridad y la violencia, las cifras del Inegi no dejan mentir.

Sólo han pasado dos años del gobierno de López Obrador, y la ciudadanía sigue perdiendo la confianza en las instituciones. El país no puede seguir así, las instituciones y su respeto no son construcción de los gobernantes, sino que son resultado de muchos años de trabajo y esfuerzo de ciudadanos comprometidos con tener buenos gobiernos y mejores niveles de vida, nada que ver con la situación por la que hoy atravesamos.

Atrevámonos como ciudadanía organizada y exigente a corregir el rumbo y hacer respetar a nuestras instituciones, que son los pilares del Estado de Derecho.