/ miércoles 7 de marzo de 2018

Interpretación de interés público

Felicitaciones al doctor Martín Zermeño Muñoz, bajo la seguridad de que su presidencia en el Colegio de Periodistas José Vasconcelos  redundará en el fortalecimiento profesional del gremio. Reconocimiento al colega licenciado Bernardo Islas Prieto, que concluyó su periodo al frente de tan importante institución. Enhorabuena.

 

Un sector de la información en que la interpretación de los hechos no sólo es necesaria sino obligada, es aquella que se refiere y aborda sucesos y personajes vinculados al interés público.

Un personaje o un suceso de interés público lo es no sólo aquel que es financiado con recursos obtenidos de los impuestos de los ciudadanos, como sería el caso de un secretario de Estado, un alcalde o un gobernador, o un evento patrocinado con este tipo de recursos, como la Caravana por la Dignidad o la capacitación de choferes por Conalep, sino que se extiende a aquellas personas que han alcanzado fama pública, como lo sería un deportista, un artista o un youtuber.

En estos casos, debido al interés público, los personajes y sucesos deben ser sometidos a la lente acuciosa y crítica del periodista.

Esa evaluación de la información transmitida a la opinión pública, bajo una mirada objetiva y subjetiva, analiza datos y situaciones, contextos, antecedentes, vincula situaciones, infiere, pronostica: por supuesto interpreta.

Es cierto que es muy difícil alcanzar la objetividad plena en este ejercicio intelectual, porque el periodista es consecuencia de una rica esencia subjetiva, única, que al final plasma, como firma personal, en el análisis.

Esa ausencia de objetividad en la fase final de la interpretación, es la rica variedad y pluralidad de análisis en la comunicación, que rompe la inercia de homogeneidad lineal que el poder fáctico y formal presupone y exige al erigirse como órgano máximo de censura.

Bajo este procedimiento, primero objetivo, porque tiene su base en la realidad empírica –el suceso o el personaje- luego aderezado en la rica subjetividad del periodista, construye pesos y contrapesos contra el abuso del poder: lo cuestiona y exige su moderación.

Todo ello bajo la técnica periodística: un cabezal, un sumario, un pie de foto: un editorial, una columna, una crónica, incluso una entrevista.

La interpretación enriquece la labor periodística la hace verdaderamente trascendente, transformándola en un faro de luz que ilumina a la opinión pública, obligando a un mayor ejercicio crítico del acontecer cotidiano.

Es al final parte sustancial del derecho a la información, que la sociedad exige colmar de manera plena, que sin la interpretación, quedaría trunca e incompleta, superficial e inconexa.

http://robertopinon.blogspot.mx

Felicitaciones al doctor Martín Zermeño Muñoz, bajo la seguridad de que su presidencia en el Colegio de Periodistas José Vasconcelos  redundará en el fortalecimiento profesional del gremio. Reconocimiento al colega licenciado Bernardo Islas Prieto, que concluyó su periodo al frente de tan importante institución. Enhorabuena.

 

Un sector de la información en que la interpretación de los hechos no sólo es necesaria sino obligada, es aquella que se refiere y aborda sucesos y personajes vinculados al interés público.

Un personaje o un suceso de interés público lo es no sólo aquel que es financiado con recursos obtenidos de los impuestos de los ciudadanos, como sería el caso de un secretario de Estado, un alcalde o un gobernador, o un evento patrocinado con este tipo de recursos, como la Caravana por la Dignidad o la capacitación de choferes por Conalep, sino que se extiende a aquellas personas que han alcanzado fama pública, como lo sería un deportista, un artista o un youtuber.

En estos casos, debido al interés público, los personajes y sucesos deben ser sometidos a la lente acuciosa y crítica del periodista.

Esa evaluación de la información transmitida a la opinión pública, bajo una mirada objetiva y subjetiva, analiza datos y situaciones, contextos, antecedentes, vincula situaciones, infiere, pronostica: por supuesto interpreta.

Es cierto que es muy difícil alcanzar la objetividad plena en este ejercicio intelectual, porque el periodista es consecuencia de una rica esencia subjetiva, única, que al final plasma, como firma personal, en el análisis.

Esa ausencia de objetividad en la fase final de la interpretación, es la rica variedad y pluralidad de análisis en la comunicación, que rompe la inercia de homogeneidad lineal que el poder fáctico y formal presupone y exige al erigirse como órgano máximo de censura.

Bajo este procedimiento, primero objetivo, porque tiene su base en la realidad empírica –el suceso o el personaje- luego aderezado en la rica subjetividad del periodista, construye pesos y contrapesos contra el abuso del poder: lo cuestiona y exige su moderación.

Todo ello bajo la técnica periodística: un cabezal, un sumario, un pie de foto: un editorial, una columna, una crónica, incluso una entrevista.

La interpretación enriquece la labor periodística la hace verdaderamente trascendente, transformándola en un faro de luz que ilumina a la opinión pública, obligando a un mayor ejercicio crítico del acontecer cotidiano.

Es al final parte sustancial del derecho a la información, que la sociedad exige colmar de manera plena, que sin la interpretación, quedaría trunca e incompleta, superficial e inconexa.

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