Los habitantes de Cuauhtémoc, Chihuahua, venían disfrutado de varios días de una relativa tranquilidad, al notar que los hechos violentos disminuyeron en cantidad en las últimas seis semanas.
Según el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec) los homicidios dolosos registrados en Cuauhtémoc en 2020 fueron 209. En lo que va de 2021 la cantidad de casos es de 140, 22 más que el mismo período del año pasado.
El director de Ficosec, Edgar Alí González Reyes, informó que en lo que va de este año las armas de fuego fueron usadas en el 87.9% de los casos, mientras que en el mismo período de 2020 ese porcentaje fue del 56.8%. Señaló también que el porcentaje de víctimas varones disminuyó de un 96.6 a un 87.9%. Son datos considerados significativos por dicha organización.
Ficosec también da conocer que la cantidad de homicidios dolosos en Cuauhtémoc, registrados por el seguimiento a medios de información cada mes, desde enero a octubre es: 9, 12, 12, 6, 20, 10, 24, 23, 17 y 7. Hay una caída en septiembre y octubre en comparación con julio y agosto.
Esta disminución fue convertida en tema de plática por los cuauhtemenses en los centros de trabajo, en los puntos de convivencia y en los medios locales de comunicación: se respiró cierta tranquilidad y eso levantó un poco el ánimo.
El alcalde Cuauhtemense, Lic. Elías Humberto Pérez Mendoza, comenzó su tercer mandato municipal y un optimismo lo alentó cuando vio la disminución en las cifras de homicidios dolosos. Baja que interpreta como una buena señal para quien le apuesta al mejoramiento social a través de estrategias para fortalecer la cultura de los valores y la convivencia constructiva.
Pérez Mendoza considera que los grupos criminales, como parte de la comunidad, bien pueden darse cuenta de que la tranquilidad social beneficia a cualquiera, a todos, a ellos mismos, aunque él como alcalde ocupa el mismo puesto que hace años, pero en circunstancias de la actualidad.
Recientemente, dos fuertes detonaciones en la mancha urbana de Cuauhtémoc sacudieron a los habitantes, dañando sólo propiedades materiales. Entonces, el alcalde mostró una preocupación que no había expresado en lo que lleva de su mandato.
Pérez Mendoza suele aprovechar los medios para llamar a la calma cuando el tema es la inseguridad, pero el pasado martes 19 (día de las explosiones -a las 6 y a las 9 horas- en la ciudad) el tono de alerta en su voz subió, sin llegar a alarmar.
El alcalde reconoció que dichas acciones, aunque no dejaron heridos, atemorizan a la población, e insiste, con una convicción de siempre, en que hay que mejorar la sociedad a través de espacios y programas que construyan con eficacia una convivencia respetuosa.
Los habitantes de Cuauhtémoc esperan que la violencia mengüe y que algún día la intranquilidad se debilite tanto como para que se recupere el ánimo que parece seguir aplastado por ella.
