/ miércoles 11 de noviembre de 2020

Islandia: El libre mercado resuelve los excesos del Estado

Por: Miguel A. Cervantes

Con la colaboración de Víctor H. Becerra


Islandia es también un excelente ejemplo de las virtudes y los resultados del libre mercado. La historia geopolítica de Islandia es relativamente reciente. Es hasta 1944 cuando se erige como una república y se independiza, incruentamente, del reino de Dinamarca. A partir de ahí, el país comienza a experimentar una notoria transformación económica, primero por la industrialización de su principal actividad, la pesca, y después, por convertirse en un sofisticado mercado financiero. Hasta la crisis de 2008, que significó un duro golpe económico.

Tras un irreflexivo proceso de endeudamiento, los principales bancos islandeses colapsaron, arrastrados por la crisis económica global de ese año, agravada por una brutal deuda externa islandesa, resultado del endeudamiento bancario en divisas extranjeras. Todo esto, en el escenario internacional generalizado de una gran expansión crediticia que llevaron a cabo los bancos centrales extranjeros.

A esto siguió una aguda crisis económica, que se prolongó durante varios años. Al final, hubo un fuerte y prolongado programa de austeridad. Hoy, la economía islandesa ha superado las secuelas de esa crisis, dejó la enseñanza de que los problemas ocasionados por los excesos del Estado pueden ser resueltos por el libre mercado, si hay persistencia y valentía en las reformas.

En el ranking de libertad económica del Fraser Institute, el cual es considerada por Douglas North la mejor medida de las instituciones, Islandia tiene hoy un puntaje de 7.7/ 10 y se encuentra en el lugar 34 en el mundo de 162 países clasificados

En el componente 1, Tamaño del Gobierno, el puntaje islandés es de 5.9/10. Este es uno de sus más bajos puntajes, y es porque el ISR personal llega al 46 por ciento. Los altos impuestos le resta competitividad comparada a Suiza, Liechtenstein y los países bálticos.

En el componente 2, Sistema Legal, el puntaje es de 8.1, uno de los mejores a nivel mundial. En él, destaca la independencia judicial, la excelente protección a los derechos de propiedad, una excelente integridad del sistema legal

En el componente 3, Moneda Sana, el puntaje es de 9.4, en el cual destaca la baja inflación y la baja variabilidad de inflación, y libertad de tener cuentas en divisas.

En el componente 4, Comercio internacional, el puntaje es de 7.4/10. Destaca un arancel de nación más favorecida relativamente bajo del 4.3 por ciento. Islandia está integrada al mercado europeo a través de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), que incluye a Liechtenstein Noruega, Suiza. Los procesos aduanales en Islandia son relativamente ágiles y transparentes. Islandia está abierto a la inversión extranjera, sólo hay algunos sectores que están restringidos, afortunadamente hay muchas oportunidades para inversionistas extranjeros.

En el componente 5, Regulación de Crédito, Trabajo y Empresas, el puntaje es de 7.7/10

En regulaciones de bancarias, destaca que, gracias a las políticas presupuestales sanas, el gobierno no absorbe el crédito disponible, por lo tanto, el crédito va al sector privado, no a financiar el gobierno. No existen tasas de interés negativas.

En regulaciones laborales existe gran flexibilidad en las reglas de contratación y despido. No existen muchas restricciones de las horas de trabajo.

En regulaciones empresariales, abrir una empresa es fácil. Obtener los permisos de operación, se obtienen con facilidad en tiempo. El pago de impuestos es sencillo, transparente y previsible. Los costos burocráticos no son muy elevados. Islandia tiene una administración pública imparcial, de las mejores del mundo.



Por: Miguel A. Cervantes

Con la colaboración de Víctor H. Becerra


Islandia es también un excelente ejemplo de las virtudes y los resultados del libre mercado. La historia geopolítica de Islandia es relativamente reciente. Es hasta 1944 cuando se erige como una república y se independiza, incruentamente, del reino de Dinamarca. A partir de ahí, el país comienza a experimentar una notoria transformación económica, primero por la industrialización de su principal actividad, la pesca, y después, por convertirse en un sofisticado mercado financiero. Hasta la crisis de 2008, que significó un duro golpe económico.

Tras un irreflexivo proceso de endeudamiento, los principales bancos islandeses colapsaron, arrastrados por la crisis económica global de ese año, agravada por una brutal deuda externa islandesa, resultado del endeudamiento bancario en divisas extranjeras. Todo esto, en el escenario internacional generalizado de una gran expansión crediticia que llevaron a cabo los bancos centrales extranjeros.

A esto siguió una aguda crisis económica, que se prolongó durante varios años. Al final, hubo un fuerte y prolongado programa de austeridad. Hoy, la economía islandesa ha superado las secuelas de esa crisis, dejó la enseñanza de que los problemas ocasionados por los excesos del Estado pueden ser resueltos por el libre mercado, si hay persistencia y valentía en las reformas.

En el ranking de libertad económica del Fraser Institute, el cual es considerada por Douglas North la mejor medida de las instituciones, Islandia tiene hoy un puntaje de 7.7/ 10 y se encuentra en el lugar 34 en el mundo de 162 países clasificados

En el componente 1, Tamaño del Gobierno, el puntaje islandés es de 5.9/10. Este es uno de sus más bajos puntajes, y es porque el ISR personal llega al 46 por ciento. Los altos impuestos le resta competitividad comparada a Suiza, Liechtenstein y los países bálticos.

En el componente 2, Sistema Legal, el puntaje es de 8.1, uno de los mejores a nivel mundial. En él, destaca la independencia judicial, la excelente protección a los derechos de propiedad, una excelente integridad del sistema legal

En el componente 3, Moneda Sana, el puntaje es de 9.4, en el cual destaca la baja inflación y la baja variabilidad de inflación, y libertad de tener cuentas en divisas.

En el componente 4, Comercio internacional, el puntaje es de 7.4/10. Destaca un arancel de nación más favorecida relativamente bajo del 4.3 por ciento. Islandia está integrada al mercado europeo a través de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), que incluye a Liechtenstein Noruega, Suiza. Los procesos aduanales en Islandia son relativamente ágiles y transparentes. Islandia está abierto a la inversión extranjera, sólo hay algunos sectores que están restringidos, afortunadamente hay muchas oportunidades para inversionistas extranjeros.

En el componente 5, Regulación de Crédito, Trabajo y Empresas, el puntaje es de 7.7/10

En regulaciones de bancarias, destaca que, gracias a las políticas presupuestales sanas, el gobierno no absorbe el crédito disponible, por lo tanto, el crédito va al sector privado, no a financiar el gobierno. No existen tasas de interés negativas.

En regulaciones laborales existe gran flexibilidad en las reglas de contratación y despido. No existen muchas restricciones de las horas de trabajo.

En regulaciones empresariales, abrir una empresa es fácil. Obtener los permisos de operación, se obtienen con facilidad en tiempo. El pago de impuestos es sencillo, transparente y previsible. Los costos burocráticos no son muy elevados. Islandia tiene una administración pública imparcial, de las mejores del mundo.