/ jueves 17 de junio de 2021

La burla de Corral

“El político que se alaba a sí mismo siempre encuentra quien se ría de él, lo cual no es cómico, sino trágico” - John Milton (1608 / 1674)

Reza la historia bíblica que la séptima plaga en Egipto fue una destructiva tormenta de insectos (langostas), que según el Antiguo Testamento, el Dios hebreo infligió a los ciudadanos un mar de calamidades, para que el gobernante dejase libres a los esclavos hebreos. En nuestro escenario regional con Reyes Baeza, pasando por Duarte y ahora Corral han sido nuestra peor plaga y no precisamente de insectos, sino de políticos sin resultados para el desarrollo, seguridad y estabilidad social, heredándonos una nociva mezcla de corrupción, inseguridad e ineficiencia gubernamental, etiquetados en una crisis de credibilidad sin haber ofrecido canales de solución a los mismos retos que ellos mismos prometieron resolver. Son los productores del campo, la minería, el comercio, los buenos empresarios, etc. quienes han afrontado estoicamente el naufragio. Sin duda en toda esta madeja el gobierno ha sido exitoso en endeudar a los chihuahuenses, ellos pronto se irán, pero la deuda se queda.

Todos sabemos –sin menospreciar a Duarte- que Corral es el gobernador peor calificado del país y al parecer la historia local no recuerda otro similar. Muy transparente en sus emociones a menudo incontroladas, donde lo imperdonable es la estocada final que le está dando al estado, para dejar las desvencijadas arcas públicas al borde del precipicio y a la salud contra las cuerdas. O qué acaso el financiamiento autorizado por Decreto 0390/2017 del Congreso del Estado no era para sanear las finanzas. Hoy la deuda es de 50.5 mil millones de pesos, o sea 13,297 pesos por cada chihuahuenses de los 3.741 millones de hab. (Inegi).

Se equivocan quienes dicen que con el nuevo gobierno en Chihuahua las cosas serán distintas. Sin caer en optimismos, se requerirá una exigente sociedad civil, funcionarios probados con capacidad y honestidad. Con Corral los ciudadanos le extendimos –ciegamente- un cheque en blanco: el “cochinero” judicial, el abandono a los productores agrícolas del sur, la falta de un programa eficiente de coordinación antidelincuencial, el pésimo manejo de la deuda, fueron algunas causales del divorcio con los ciudadanos.

Todos reconocimos al inicio de su gobierno, cuando se autoproclamó como “El Paladín de Chihuahua” en persecución del exgobernador Duarte y sus cómplices, pero al paso del tiempo habría de burlarse de su propio partido, de las instituciones, de infinidad de personas a las que fingió ser demócrata, pues en su desquiciado afán de imponer un sucesor como Madero quiso someter a la justicia a su contrincante, que aunque existen las vías jurídicas de un enjuiciamiento, conforme a derecho, aprovechó su influencia con una soberbia pocas veces vista en un gobernante para tratar de lograr su objetivo en el momento más apropiado sin tener éxito su cacería. Hoy es un gobernador que la mayoría de los chihuahuenses hartos de la inseguridad no desean saber más de él. Pudiera parecer morboso pensar, pero sería justo que la fotografía oficial del gobernador se coloque de cabeza en el salón Gobernadores, sencillamente porque trajo a Chihuahua de cabeza. efconsultor@yahoo.com

“El político que se alaba a sí mismo siempre encuentra quien se ría de él, lo cual no es cómico, sino trágico” - John Milton (1608 / 1674)

Reza la historia bíblica que la séptima plaga en Egipto fue una destructiva tormenta de insectos (langostas), que según el Antiguo Testamento, el Dios hebreo infligió a los ciudadanos un mar de calamidades, para que el gobernante dejase libres a los esclavos hebreos. En nuestro escenario regional con Reyes Baeza, pasando por Duarte y ahora Corral han sido nuestra peor plaga y no precisamente de insectos, sino de políticos sin resultados para el desarrollo, seguridad y estabilidad social, heredándonos una nociva mezcla de corrupción, inseguridad e ineficiencia gubernamental, etiquetados en una crisis de credibilidad sin haber ofrecido canales de solución a los mismos retos que ellos mismos prometieron resolver. Son los productores del campo, la minería, el comercio, los buenos empresarios, etc. quienes han afrontado estoicamente el naufragio. Sin duda en toda esta madeja el gobierno ha sido exitoso en endeudar a los chihuahuenses, ellos pronto se irán, pero la deuda se queda.

Todos sabemos –sin menospreciar a Duarte- que Corral es el gobernador peor calificado del país y al parecer la historia local no recuerda otro similar. Muy transparente en sus emociones a menudo incontroladas, donde lo imperdonable es la estocada final que le está dando al estado, para dejar las desvencijadas arcas públicas al borde del precipicio y a la salud contra las cuerdas. O qué acaso el financiamiento autorizado por Decreto 0390/2017 del Congreso del Estado no era para sanear las finanzas. Hoy la deuda es de 50.5 mil millones de pesos, o sea 13,297 pesos por cada chihuahuenses de los 3.741 millones de hab. (Inegi).

Se equivocan quienes dicen que con el nuevo gobierno en Chihuahua las cosas serán distintas. Sin caer en optimismos, se requerirá una exigente sociedad civil, funcionarios probados con capacidad y honestidad. Con Corral los ciudadanos le extendimos –ciegamente- un cheque en blanco: el “cochinero” judicial, el abandono a los productores agrícolas del sur, la falta de un programa eficiente de coordinación antidelincuencial, el pésimo manejo de la deuda, fueron algunas causales del divorcio con los ciudadanos.

Todos reconocimos al inicio de su gobierno, cuando se autoproclamó como “El Paladín de Chihuahua” en persecución del exgobernador Duarte y sus cómplices, pero al paso del tiempo habría de burlarse de su propio partido, de las instituciones, de infinidad de personas a las que fingió ser demócrata, pues en su desquiciado afán de imponer un sucesor como Madero quiso someter a la justicia a su contrincante, que aunque existen las vías jurídicas de un enjuiciamiento, conforme a derecho, aprovechó su influencia con una soberbia pocas veces vista en un gobernante para tratar de lograr su objetivo en el momento más apropiado sin tener éxito su cacería. Hoy es un gobernador que la mayoría de los chihuahuenses hartos de la inseguridad no desean saber más de él. Pudiera parecer morboso pensar, pero sería justo que la fotografía oficial del gobernador se coloque de cabeza en el salón Gobernadores, sencillamente porque trajo a Chihuahua de cabeza. efconsultor@yahoo.com