/ viernes 8 de febrero de 2019

La caja de Pandora

Cada día se consolida el gobierno de López Obrador


Podremos muchos no estar de acuerdo en la forma en como lleva el presidente López Obrador la cuarta transformación, pero hay muchos más que ven que se está operando un verdadero cambio en la manera de gobernar y de hacer política desde la cúspide del poder, aunque los ataques y los cuestionamientos contra el presidente parece que se están orquestando y cada día se suman a ellos más de los que hasta el momento están viendo que pierden sus canonjías y con ellas el poder económico que la revolución les había dispensado.

La verdad es que contra viento y marea, sinónimo principalmente del poder político y económico, López Obrador a través de becas, de pensiones, de entablar diariamente a través de las ruedas de prensa, con los riesgos que estos eventos conllevan, una guerra permanente contra la corrupción que parece que con todos sus recursos se niega a desaparecer y sobre todo a perder ese enorme pastel que a través de los años se adjudicaron y en las últimas décadas con el escudo de la neoliberación.

Insisto, muchos vemos exageraciones en las insistencias del presidente para señalar la corrupción, incluso la mayoría de las veces poniéndoles nombre, como esta semana al señalar a los expresidentes Calderón y Zedillo, de aprovecharse de sus posiciones de expresidentes para trabajar en compañías extranjeras, como cobrando cuotas asistenciales, sin señalar claramente esto último, aunque sí mencionando que si bien era legal, también era inmoral.

Pero lo que sí asombra son las cantidades de programas de apoyos directos a la ciudadanía a través de becas y pensiones a gran parte de la población, lo necesite o no, lo que de facto se convierte en un compromiso implícito a un requerimiento presidencial y lo que también necesariamente se convierte en un liderazgo comercial.

También lo que es cierto es que López Obrador conoce al dedillo la magnitud de la corrupción de los gobiernos que hasta este 2018 se apoderaron del país, incluyendo PRI y PAN, porque es inmensa la cantidad de recursos que hasta el momento el presidente está ofreciendo y dando ya a la gente y que indudablemente está planeado para cuando menos le dure su sexenio ya que afirma cada que se lo preguntan que no se va a reelegir.

En fin, para los que no lo veíamos, ya se ve más concreto el proyecto lopezobradorista y para cuando termine el sexenio no va a tener que reelegirse, la misma gente va a pedirle que se quede al frente del gobierno porque sin quitarles un pelo a los que se fueron, con lo que queda, aplicándolo limpiamente, como lo está haciendo precisamente, se tiene para muchas cosas y una de ellas será precisamente que la gente exija la continuidad del gobierno de Andrés Manuel.

Cada día se consolida el gobierno de López Obrador


Podremos muchos no estar de acuerdo en la forma en como lleva el presidente López Obrador la cuarta transformación, pero hay muchos más que ven que se está operando un verdadero cambio en la manera de gobernar y de hacer política desde la cúspide del poder, aunque los ataques y los cuestionamientos contra el presidente parece que se están orquestando y cada día se suman a ellos más de los que hasta el momento están viendo que pierden sus canonjías y con ellas el poder económico que la revolución les había dispensado.

La verdad es que contra viento y marea, sinónimo principalmente del poder político y económico, López Obrador a través de becas, de pensiones, de entablar diariamente a través de las ruedas de prensa, con los riesgos que estos eventos conllevan, una guerra permanente contra la corrupción que parece que con todos sus recursos se niega a desaparecer y sobre todo a perder ese enorme pastel que a través de los años se adjudicaron y en las últimas décadas con el escudo de la neoliberación.

Insisto, muchos vemos exageraciones en las insistencias del presidente para señalar la corrupción, incluso la mayoría de las veces poniéndoles nombre, como esta semana al señalar a los expresidentes Calderón y Zedillo, de aprovecharse de sus posiciones de expresidentes para trabajar en compañías extranjeras, como cobrando cuotas asistenciales, sin señalar claramente esto último, aunque sí mencionando que si bien era legal, también era inmoral.

Pero lo que sí asombra son las cantidades de programas de apoyos directos a la ciudadanía a través de becas y pensiones a gran parte de la población, lo necesite o no, lo que de facto se convierte en un compromiso implícito a un requerimiento presidencial y lo que también necesariamente se convierte en un liderazgo comercial.

También lo que es cierto es que López Obrador conoce al dedillo la magnitud de la corrupción de los gobiernos que hasta este 2018 se apoderaron del país, incluyendo PRI y PAN, porque es inmensa la cantidad de recursos que hasta el momento el presidente está ofreciendo y dando ya a la gente y que indudablemente está planeado para cuando menos le dure su sexenio ya que afirma cada que se lo preguntan que no se va a reelegir.

En fin, para los que no lo veíamos, ya se ve más concreto el proyecto lopezobradorista y para cuando termine el sexenio no va a tener que reelegirse, la misma gente va a pedirle que se quede al frente del gobierno porque sin quitarles un pelo a los que se fueron, con lo que queda, aplicándolo limpiamente, como lo está haciendo precisamente, se tiene para muchas cosas y una de ellas será precisamente que la gente exija la continuidad del gobierno de Andrés Manuel.