/ lunes 27 de diciembre de 2021

La cooptación del sistema educativo 

Por: Amín Anchondo

Quiero comenzar esta columna deseando a todos y todas que hayan pasado una muy feliz Navidad en compañía de sus seres queridos. En estas épocas no es cualquier cosa el poder pasar una Navidad feliz y realmente rodeado de todas las personas que quieres. Agradezcamos por ese hecho.

La semana pasada escribí sobre la 4ta revolución industrial y sus efectos si no nos logramos adaptar a esta nueva evolución. Hablé de que la clave está en el sistema educativo y hoy quiero escribir más de ese punto en específico.

México ha sido víctima de su propia educación. Digo la palabra “víctima” asumiendo la fuerza que tiene. Porque sabemos que ha sido un lastre para la evolución de nuestra sociedad, nuestra economía, etc; y todo gracias a personas que no están preparadas para la constante transformación que debe tener. La educación está cooptada por diversos grupos y personajes, que han sido yunques a cargar para nuestra comunidad.

Primero, el gobierno y sus políticos. Ellos han encontrado una comodidad para poder gobernar con un pueblo ignorante, que se cuestiona poco y que se entretiene fácil. Esto quita los incentivos a los gobiernos para mejorar sus sistema de educación porque complicaría la vida política de este país y pues tontos no son. Mejor que las cosas se queden como están.

Segundo, los sindicatos. Estos grupos de poder que se han distinguido por proteger intereses muy particulares de personas que no se defienden con su conocimientos o técnicas, sino con la fuerza del gremio para que nos los muevan, y además, poder heredar sus plazas a familiares sin mérito alguno. Un sindicato donde sus líderes son de las personas más ricas del país e incluso una de ellas está en prisión desde hace tiempo. Un gremio que te amenaza si te atreves a exigirle a un maestro que se capacite o que haga un examen de conocimientos para ver si tiene lo mínimo para educar a los hijos de este país. Obviamente no hablo de todos, porque sí existen casos admirables de maestros que se rifan día con día la vida por educar.

Tercero, la currícula. Vemos que las materias que se imparten en nuestras escuelas son totalmente obsoletas. Seguimos obsesionados con que los jóvenes aprendan cálculo o trigonometría (por ejemplo), en lugar de estar aprendiendo programación u otros idiomas. Seguimos sin cambiar las materias para no despedir a los profesores que actualmente las dan y que no tienen los conocimientos para impartir las nuevas materias necesarias en este sistema económico cada vez más digital. Tenemos curriculas universitarias o de bachillerato que no te enseñan lo que es el SAT y el sistema de impuestos mexicanos. No te enseñan finanzas básicas y por eso existen niveles de endeudamiento tan altos en las familias mexicanas o casos como el de Aras.

De verdad, es prioritario echarle un ojo a lo que está pasando con la educación en nuestro país. Y si eso no cambia, tenemos que buscar alternativas para educar a nuestros hijos para enfrentar el mundo actual. Mecanismos alternativos como la educación en línea, a través de plataformas como YouTube. Hagamos algo en calidad de urgente y tomemos grandes acciones comunes o pequeñas individuales pero no podemos quedarnos de brazos cruzados ante la digitalización de la humanidad.


Por: Amín Anchondo

Quiero comenzar esta columna deseando a todos y todas que hayan pasado una muy feliz Navidad en compañía de sus seres queridos. En estas épocas no es cualquier cosa el poder pasar una Navidad feliz y realmente rodeado de todas las personas que quieres. Agradezcamos por ese hecho.

La semana pasada escribí sobre la 4ta revolución industrial y sus efectos si no nos logramos adaptar a esta nueva evolución. Hablé de que la clave está en el sistema educativo y hoy quiero escribir más de ese punto en específico.

México ha sido víctima de su propia educación. Digo la palabra “víctima” asumiendo la fuerza que tiene. Porque sabemos que ha sido un lastre para la evolución de nuestra sociedad, nuestra economía, etc; y todo gracias a personas que no están preparadas para la constante transformación que debe tener. La educación está cooptada por diversos grupos y personajes, que han sido yunques a cargar para nuestra comunidad.

Primero, el gobierno y sus políticos. Ellos han encontrado una comodidad para poder gobernar con un pueblo ignorante, que se cuestiona poco y que se entretiene fácil. Esto quita los incentivos a los gobiernos para mejorar sus sistema de educación porque complicaría la vida política de este país y pues tontos no son. Mejor que las cosas se queden como están.

Segundo, los sindicatos. Estos grupos de poder que se han distinguido por proteger intereses muy particulares de personas que no se defienden con su conocimientos o técnicas, sino con la fuerza del gremio para que nos los muevan, y además, poder heredar sus plazas a familiares sin mérito alguno. Un sindicato donde sus líderes son de las personas más ricas del país e incluso una de ellas está en prisión desde hace tiempo. Un gremio que te amenaza si te atreves a exigirle a un maestro que se capacite o que haga un examen de conocimientos para ver si tiene lo mínimo para educar a los hijos de este país. Obviamente no hablo de todos, porque sí existen casos admirables de maestros que se rifan día con día la vida por educar.

Tercero, la currícula. Vemos que las materias que se imparten en nuestras escuelas son totalmente obsoletas. Seguimos obsesionados con que los jóvenes aprendan cálculo o trigonometría (por ejemplo), en lugar de estar aprendiendo programación u otros idiomas. Seguimos sin cambiar las materias para no despedir a los profesores que actualmente las dan y que no tienen los conocimientos para impartir las nuevas materias necesarias en este sistema económico cada vez más digital. Tenemos curriculas universitarias o de bachillerato que no te enseñan lo que es el SAT y el sistema de impuestos mexicanos. No te enseñan finanzas básicas y por eso existen niveles de endeudamiento tan altos en las familias mexicanas o casos como el de Aras.

De verdad, es prioritario echarle un ojo a lo que está pasando con la educación en nuestro país. Y si eso no cambia, tenemos que buscar alternativas para educar a nuestros hijos para enfrentar el mundo actual. Mecanismos alternativos como la educación en línea, a través de plataformas como YouTube. Hagamos algo en calidad de urgente y tomemos grandes acciones comunes o pequeñas individuales pero no podemos quedarnos de brazos cruzados ante la digitalización de la humanidad.