/ jueves 15 de octubre de 2020

La corrupción en México

A través de la doctora Viridiana Ríos, la organización Oxfam México, conformada por líderes de redes y organizaciones de la sociedad civil con una larga trayectoria en el campo del desarrollo social y los Derechos Humanos, ha elaborado un interesante informe llamado “La (otra) mafia en el poder, corrupción y desigualdad en México”, que toda persona interesada en el tema de la corruptela debería leer, especialmente por lo que toca al talón de Aquiles de los actuales programas sociales: la falta de fiscalización y comprobación del uso de los recursos públicos.

Varios puntos saltan a la vista en el estudio. Según la Encuesta Nacional de Corrupción y Cultura de la Legalidad, la corrupción es el segundo problema más importante del país, solo después de la inseguridad. Mientras el campo de la auditoría se incrementa, el monto de los recursos gastados sin justificar, aumenta, y en las más de las ocasiones, no hay siquiera procesos administrativos o penales abiertos. La corrupción es más común en los municipios más pobres. Por el contrario, en los 10 municipios más ricos de México, sólo se ha perdido el 1 % del dinero que se ha monitoreado.

Hay 94 municipios que han perdido más del 90% de los recursos que les han auditado, 51 de ellos pertenecen a los cinco estados más pobres del país: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla. El caso que destaca es el de Chamula, Chiapas, porque es el municipio con mayor cantidad de dinero perdido: 825 millones de pesos. De hecho, el municipio ha perdido el 74% de la totalidad del presupuesto que recibió con datos preliminares al 2018. Hay 492 mil millones de pesos de dinero público que están “perdidos” desde 2000. 71% se concentra en los últimos cinco años.

El 53% de las irregularidades registradas a lo largo de 19 años de auditorías del gasto público se relacionan con gastos en educación, salud y desarrollo social. En materia de salud, hay irregularidades abismales en los recursos federales transferidos a las entidades en las que no se ha podido comprobar el uso de 46 mil millones de pesos. En educación se han perdido 105 mil millones de pesos, 21% de la cantidad de dinero perdido y casi una tercera parte del presupuesto asignado a Educación Pública en 2019. Es el área con mayor número de irregularidades.

En desarrollo social hay 67 mil millones de pesos, el 14% de la totalidad del dinero perdido. Este es 1.7 veces la totalidad de los recursos para Jóvenes Construyendo el Futuro en 2019. Al analizar los datos de corrupción en México se observa que las experiencias de corrupción son más comunes en individuos que en empresas, y sucede con mayor frecuencia en las áreas del gobierno que atienden a los pobres, quienes suelen ser sus víctimas por el simple hecho de utilizar servicios públicos y no privados, al contrario de lo que sucede con empresas, clases medias y altas o personas educadas.

Como muestra el informe, el panorama no es sencillo, y fuera de que es necesaria la vigilancia de las instituciones y que tengan un sistema de registro simple de los ingresos y gastos, tal vez, el principal problema sea la falta de recursos y la austeridad presidencial, contra lo que el único contrapeso que queda, posiblemente, sigan siendo las acciones de la sociedad civil. agusperezr@hotmail.com


A través de la doctora Viridiana Ríos, la organización Oxfam México, conformada por líderes de redes y organizaciones de la sociedad civil con una larga trayectoria en el campo del desarrollo social y los Derechos Humanos, ha elaborado un interesante informe llamado “La (otra) mafia en el poder, corrupción y desigualdad en México”, que toda persona interesada en el tema de la corruptela debería leer, especialmente por lo que toca al talón de Aquiles de los actuales programas sociales: la falta de fiscalización y comprobación del uso de los recursos públicos.

Varios puntos saltan a la vista en el estudio. Según la Encuesta Nacional de Corrupción y Cultura de la Legalidad, la corrupción es el segundo problema más importante del país, solo después de la inseguridad. Mientras el campo de la auditoría se incrementa, el monto de los recursos gastados sin justificar, aumenta, y en las más de las ocasiones, no hay siquiera procesos administrativos o penales abiertos. La corrupción es más común en los municipios más pobres. Por el contrario, en los 10 municipios más ricos de México, sólo se ha perdido el 1 % del dinero que se ha monitoreado.

Hay 94 municipios que han perdido más del 90% de los recursos que les han auditado, 51 de ellos pertenecen a los cinco estados más pobres del país: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla. El caso que destaca es el de Chamula, Chiapas, porque es el municipio con mayor cantidad de dinero perdido: 825 millones de pesos. De hecho, el municipio ha perdido el 74% de la totalidad del presupuesto que recibió con datos preliminares al 2018. Hay 492 mil millones de pesos de dinero público que están “perdidos” desde 2000. 71% se concentra en los últimos cinco años.

El 53% de las irregularidades registradas a lo largo de 19 años de auditorías del gasto público se relacionan con gastos en educación, salud y desarrollo social. En materia de salud, hay irregularidades abismales en los recursos federales transferidos a las entidades en las que no se ha podido comprobar el uso de 46 mil millones de pesos. En educación se han perdido 105 mil millones de pesos, 21% de la cantidad de dinero perdido y casi una tercera parte del presupuesto asignado a Educación Pública en 2019. Es el área con mayor número de irregularidades.

En desarrollo social hay 67 mil millones de pesos, el 14% de la totalidad del dinero perdido. Este es 1.7 veces la totalidad de los recursos para Jóvenes Construyendo el Futuro en 2019. Al analizar los datos de corrupción en México se observa que las experiencias de corrupción son más comunes en individuos que en empresas, y sucede con mayor frecuencia en las áreas del gobierno que atienden a los pobres, quienes suelen ser sus víctimas por el simple hecho de utilizar servicios públicos y no privados, al contrario de lo que sucede con empresas, clases medias y altas o personas educadas.

Como muestra el informe, el panorama no es sencillo, y fuera de que es necesaria la vigilancia de las instituciones y que tengan un sistema de registro simple de los ingresos y gastos, tal vez, el principal problema sea la falta de recursos y la austeridad presidencial, contra lo que el único contrapeso que queda, posiblemente, sigan siendo las acciones de la sociedad civil. agusperezr@hotmail.com