/ viernes 28 de agosto de 2020

La crisis económica para los jóvenes de hoy

Mientras el 50% de los universitarios mexicanos trabajan en algo que no estudiaron, el 52% de las empresas aseguran no encontrar el talento adecuado para cubrir sus vacantes.

La idea de trabajar en una oficina, en alguna empresa de prestigio, hace que muchos jóvenes opten por estudiar alguna carrera financiera, de administración, contabilidad, economía, etc.

Sin embargo, al culminar sus estudios, los horarios extensos y los salarios precarios que muchas veces encuentran en el mercado laboral hacen que cambien de opinión y dejan el empleo para irse a trabajar a otras partes.

En México, cinco de cada 10 egresados trabajan en algo que no estudiaron, y uno de cada cuatro se emplea en la economía informal. De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Anthony Mann, analista de educación de dicho organismo, asegura que esto es una preocupación importante para el país. Por un lado, los jóvenes no encuentran los trabajos que quieren y, por el otro, a las empresas les falta personal con talento.

¿Qué está pasando? Según este experto, los estudiantes no se están preparado bien para ocupar las vacantes disponibles. “El creciente mundo laboral busca jóvenes que sean o puedan llegar a ser efectivos en la aplicación de sus conocimientos y habilidades en situaciones nuevas y cambiantes”, señala.

En lo particular creo que hace falta una mayor cercanía entre las escuelas, el gobierno y las empresas, lo que permitiría una mejor formación académica, no sólo de los jóvenes, sino de los mismos docentes.

Necesitamos sembrar una mentalidad de emprendedor, que estas nuevas generaciones aprendan sobre negocios, proyectos de inversión, trabajo en equipo, que aprendan a solucionar problemas, que ellos mismos se den cuenta que pueden hacerlo y no estar dependiendo todo el tiempo de los demás.

Una oportunidad de trabajar es desde el emprendimiento de lo que conocen, mirar lo que tienen alrededor como lo han hecho miles de personas, porque así pueden generar una vinculación al mercado interno.

Es cierto que encontrar empleo nunca ha sido fácil, al menos que se tenga un empleo seguro porque la empresa en donde trabajas es de la familia, sobre todo si es de “papá”.

También es cierto que hay jóvenes que terminan sus estudios y creen que por el solo hecho de haber terminado, merecen ganar un sueldo superior al que se les asigna, muchos de ellos prefieren buscar otro trabajo para ganar más.

En la actualidad la mayoría de las personas que son directores o gerentes en alguna empresa, han tenido que ir escalando para poder llegar a esos puestos, son personas a las que les ha costado mucho trabajo, disciplina y dedicación ascender, son personas trabajadoras, leales y con muchas ganas de superarse.


Si a esto le sumamos lo que estamos viviendo por la pandemia, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que la emergencia provocada por el Covid-19 tendrá un gran impacto socioeconómico entre las personas de 15 a 24 años, pues son las más vulnerables dentro del mercado laboral, debido a su poca experiencia.

Los jóvenes tendrán que evolucionar y aprender nuevas habilidades, como la resiliencia, es decir reconocer lo que está pasando en todo el mundo, saber lo que estamos viviendo para poder hacerle frente y salir adelante, y estar conscientes de que la recuperación económica tras la emergencia sanitaria será complicada y lenta.

Les aconsejo a los jóvenes, a los recién egresados, a los que siguen estudiando, que no dejen de luchar, que no dejen de estudiar, que luchen por tener acceso a la seguridad social o por créditos que les permitan abrirse camino, la vida da muchas vueltas, todo va todo viene, nos podrán quitar muchas cosas, lo único que jamás nadie nos podrá quitar es la educación.

“Una sociedad en la que los jóvenes estén empleados crece y tiene futuro, pero si no tienen trabajo, seguiremos en una economía deteriorada, desarticulada y con mucha violencia”: Dra. Berenice Ramírez López (UNAM).



Mientras el 50% de los universitarios mexicanos trabajan en algo que no estudiaron, el 52% de las empresas aseguran no encontrar el talento adecuado para cubrir sus vacantes.

La idea de trabajar en una oficina, en alguna empresa de prestigio, hace que muchos jóvenes opten por estudiar alguna carrera financiera, de administración, contabilidad, economía, etc.

Sin embargo, al culminar sus estudios, los horarios extensos y los salarios precarios que muchas veces encuentran en el mercado laboral hacen que cambien de opinión y dejan el empleo para irse a trabajar a otras partes.

En México, cinco de cada 10 egresados trabajan en algo que no estudiaron, y uno de cada cuatro se emplea en la economía informal. De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Anthony Mann, analista de educación de dicho organismo, asegura que esto es una preocupación importante para el país. Por un lado, los jóvenes no encuentran los trabajos que quieren y, por el otro, a las empresas les falta personal con talento.

¿Qué está pasando? Según este experto, los estudiantes no se están preparado bien para ocupar las vacantes disponibles. “El creciente mundo laboral busca jóvenes que sean o puedan llegar a ser efectivos en la aplicación de sus conocimientos y habilidades en situaciones nuevas y cambiantes”, señala.

En lo particular creo que hace falta una mayor cercanía entre las escuelas, el gobierno y las empresas, lo que permitiría una mejor formación académica, no sólo de los jóvenes, sino de los mismos docentes.

Necesitamos sembrar una mentalidad de emprendedor, que estas nuevas generaciones aprendan sobre negocios, proyectos de inversión, trabajo en equipo, que aprendan a solucionar problemas, que ellos mismos se den cuenta que pueden hacerlo y no estar dependiendo todo el tiempo de los demás.

Una oportunidad de trabajar es desde el emprendimiento de lo que conocen, mirar lo que tienen alrededor como lo han hecho miles de personas, porque así pueden generar una vinculación al mercado interno.

Es cierto que encontrar empleo nunca ha sido fácil, al menos que se tenga un empleo seguro porque la empresa en donde trabajas es de la familia, sobre todo si es de “papá”.

También es cierto que hay jóvenes que terminan sus estudios y creen que por el solo hecho de haber terminado, merecen ganar un sueldo superior al que se les asigna, muchos de ellos prefieren buscar otro trabajo para ganar más.

En la actualidad la mayoría de las personas que son directores o gerentes en alguna empresa, han tenido que ir escalando para poder llegar a esos puestos, son personas a las que les ha costado mucho trabajo, disciplina y dedicación ascender, son personas trabajadoras, leales y con muchas ganas de superarse.


Si a esto le sumamos lo que estamos viviendo por la pandemia, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que la emergencia provocada por el Covid-19 tendrá un gran impacto socioeconómico entre las personas de 15 a 24 años, pues son las más vulnerables dentro del mercado laboral, debido a su poca experiencia.

Los jóvenes tendrán que evolucionar y aprender nuevas habilidades, como la resiliencia, es decir reconocer lo que está pasando en todo el mundo, saber lo que estamos viviendo para poder hacerle frente y salir adelante, y estar conscientes de que la recuperación económica tras la emergencia sanitaria será complicada y lenta.

Les aconsejo a los jóvenes, a los recién egresados, a los que siguen estudiando, que no dejen de luchar, que no dejen de estudiar, que luchen por tener acceso a la seguridad social o por créditos que les permitan abrirse camino, la vida da muchas vueltas, todo va todo viene, nos podrán quitar muchas cosas, lo único que jamás nadie nos podrá quitar es la educación.

“Una sociedad en la que los jóvenes estén empleados crece y tiene futuro, pero si no tienen trabajo, seguiremos en una economía deteriorada, desarticulada y con mucha violencia”: Dra. Berenice Ramírez López (UNAM).