“El peor error es no moverse”
Doctor Michael Ryan,
Director del Programa de Emergencias de la OMS
Eduardo Fernández
En un mundo globalizado la pandemia del Covid-19 no tardaría en presentarse en nuestro país y localidad: el 21 de marzo se dio el primer caso confirmado de contagio en la capital chihuahuense.
De los casos lejanos en China ahora Europa vive la crisis sanitaria, como Italia que a un mes del primer contagio ya suma más de cuatro mil muertes y más de 50 mil personas contagiadas. Los italianos tienen más fallecimientos y contagios que la propia China, país que al parecer ya detuvo la oleada inicial de la pandemia.
México registraba oficialmente el pasado fin de semana solo 251 contagios y dos muertes, pero al menos ya inició la cancelación de clases en todos los niveles escolares. Además, los diversos estados y municipios están aplicando medidas restrictivas para evitar que el contagio se extienda y llegue a ser catastrófico.
La pandemia del Covid-19 agravará las condiciones económicas y sociales en México, las cuales no eran precisamente muy positivas antes de la llegada del letal microrganismo.
El año pasado hubo un nulo crecimiento económico y para el actual, si bien nos va, se espera un decrecimiento entre el 2 y 4 por ciento. Las fallidas políticas económicas del actual régimen populista empeoran la situación, pues en lugar de corregir los errores se empeñan en continuar con proyectos costosos y poco viables como la refinería Dos Bocas y el tren Maya.
El panorama global es negativo como lo han señalado ya en repetidas ocasiones los directivos de organismos como la OCDE, el FMI y los bancos internacionales.
El mundo se tiene que preparar para una crisis económica que ocasionará una fuerte recesión por lo que ya se plantea la necesidad de aplicar programas como el Marshall.
La tormenta perfecta amenaza a México con la agudización de la pandemia, la economía paralizada, el aumento de la violencia criminal, la caída en picada de los precios del petróleo y el deficiente sistema de salud pública.
Es más que obvio que la pandemia no se controlará y minimizará con amuletos y escapularios presidenciales sino con la inversión rápida y eficaz en nuestro decaído sistema nacional de salud.
Los gobiernos deben no solo informar a tiempo a la población sino atender con eficiencia los brotes del Covid-19 para aislarlos y tratarlos. Las plataformas digitales son un buen instrumento que deberían utilizar y dejar a un lado su promoción política.
Estos son tiempos de cuarentena obligada que pueden ser aprovechados para hacer un alto en el acelerado actuar diario y por supuesto dejar descansar a la naturaleza, la cual empieza a recuperarse en los lugares donde se han cancelado las actividades humanas.
Son tiempos, pues, de reflexión y de actuar racionalmente, no de lamentación tardía por lo que dejamos de hacer….
