/ lunes 11 de julio de 2022

La decadencia del PRI

Por: Lilia Aguilar Gil

“Bandalito”, alias Alejandro Moreno Cárdenas, no quiere irse solo, quiere llevarse todo lo que queda del PRI con él. No hay otra explicación a su forma de actuar; su “gira” a Ginebra, Suiza, parece más una huida anunciada en la que hará compañía al otro expresidente del PAN, Ricardo Anaya, quien, en lugar de enfrentar la justicia, se la pasa “denunciando” supuestas injusticias al actual gobierno. Pero en ese “no irse solo”, el presidente del PRI arrastra consigo lo que queda de los partidos locales, incluido el de Chihuahua.

El caso del aún presidente del PRI y su falta de dignidad ha llevado a que sea necesario solicitar su remoción inmediata de la presidencia de la Comisión de Gobernación y Población, la cual presenté ante la Junta de Coordinación Política. En el último audio se le escucha insultar a varios empresarios, pero lo más grave no es eso, sino que se decía, con un lenguaje bastante soez, que planeaba corrupción legislativa, pues a través de la supuesta aprobación de una reforma se pretendía extorsionar a dichos empresarios.

La Comisión que preside está relacionada con la protección a grupos que, por su condición, están expuestos a situaciones de amenaza o riesgo, como lo son los periodistas. En otros audios difundidos hace expresiones violentas en contra de los periodistas, lo cual pone en entredicho su probidad e imparcialidad para la dictaminación de estos asuntos.

Aunado a ello, la Auditoría Superior de la Federación reportó que, durante la administración de Alejandro Moreno Cárdenas como gobernador de Campeche, hubo irregularidades que no han sido aclaradas por un monto de 3 mil 852 millones de pesos. Es investigado también por enriquecimiento ilícito, fraude fiscal, lavado de dinero, abuso de autoridad, peculado y por uso indebido de atribuciones y facultades por la Fiscalía de Campeche.

Este es el presidente del PRI hoy. A parte de eso, la realidad que trae consigo es la pérdida de 19 gubernaturas y su consecuente ausencia de representación popular, y ante un escenario así, lo que menos se necesita es un presidente con esos antecedentes, aferrado al poder y a sus intereses. Su ambición ha llegado lejos y el límite es la destrucción de este instituto político, lo cual era simplemente imaginable hace 5 años.

Ante este panorama, Chihuahua no es la excepción sino la regla, el PRI tiene un par de elecciones desdibujándose y se aproxima a su fin. La elección del 2021 evidenció la caída que desde hace una década ha tenido el PRI en el estado. De los 561 mil votos que este partido lograba en 2004, el año pasado alcanzó apenas 95 mil votos, 500% menos. Para un partido encumbrado en el poder, los números sólo reflejan una cosa: fracaso.

Los liderazgos estatales no existen. Hoy sólo atinan a defender lo indefendible, a su presidente, evidenciando su brújula perdida, su falta de tacto y, lo peor, su falta de realidad, emulando con ello a su indefendible presidente.

Parece que la costumbre hace que lo que aún llegan a declarar los pocos priistas que quedan, tenga algo de resonancia. Ellos mismos actúan todavía algunas veces como el partido en el poder, no se dan cuenta de que ya no lo son y los de alrededor tampoco. Pero a ellos, tal y como a “Bandalito”, la realidad les explotará en el rostro, 2023 y 2025 marcarán el fin del PRI en Chihuahua.

Por: Lilia Aguilar Gil

“Bandalito”, alias Alejandro Moreno Cárdenas, no quiere irse solo, quiere llevarse todo lo que queda del PRI con él. No hay otra explicación a su forma de actuar; su “gira” a Ginebra, Suiza, parece más una huida anunciada en la que hará compañía al otro expresidente del PAN, Ricardo Anaya, quien, en lugar de enfrentar la justicia, se la pasa “denunciando” supuestas injusticias al actual gobierno. Pero en ese “no irse solo”, el presidente del PRI arrastra consigo lo que queda de los partidos locales, incluido el de Chihuahua.

El caso del aún presidente del PRI y su falta de dignidad ha llevado a que sea necesario solicitar su remoción inmediata de la presidencia de la Comisión de Gobernación y Población, la cual presenté ante la Junta de Coordinación Política. En el último audio se le escucha insultar a varios empresarios, pero lo más grave no es eso, sino que se decía, con un lenguaje bastante soez, que planeaba corrupción legislativa, pues a través de la supuesta aprobación de una reforma se pretendía extorsionar a dichos empresarios.

La Comisión que preside está relacionada con la protección a grupos que, por su condición, están expuestos a situaciones de amenaza o riesgo, como lo son los periodistas. En otros audios difundidos hace expresiones violentas en contra de los periodistas, lo cual pone en entredicho su probidad e imparcialidad para la dictaminación de estos asuntos.

Aunado a ello, la Auditoría Superior de la Federación reportó que, durante la administración de Alejandro Moreno Cárdenas como gobernador de Campeche, hubo irregularidades que no han sido aclaradas por un monto de 3 mil 852 millones de pesos. Es investigado también por enriquecimiento ilícito, fraude fiscal, lavado de dinero, abuso de autoridad, peculado y por uso indebido de atribuciones y facultades por la Fiscalía de Campeche.

Este es el presidente del PRI hoy. A parte de eso, la realidad que trae consigo es la pérdida de 19 gubernaturas y su consecuente ausencia de representación popular, y ante un escenario así, lo que menos se necesita es un presidente con esos antecedentes, aferrado al poder y a sus intereses. Su ambición ha llegado lejos y el límite es la destrucción de este instituto político, lo cual era simplemente imaginable hace 5 años.

Ante este panorama, Chihuahua no es la excepción sino la regla, el PRI tiene un par de elecciones desdibujándose y se aproxima a su fin. La elección del 2021 evidenció la caída que desde hace una década ha tenido el PRI en el estado. De los 561 mil votos que este partido lograba en 2004, el año pasado alcanzó apenas 95 mil votos, 500% menos. Para un partido encumbrado en el poder, los números sólo reflejan una cosa: fracaso.

Los liderazgos estatales no existen. Hoy sólo atinan a defender lo indefendible, a su presidente, evidenciando su brújula perdida, su falta de tacto y, lo peor, su falta de realidad, emulando con ello a su indefendible presidente.

Parece que la costumbre hace que lo que aún llegan a declarar los pocos priistas que quedan, tenga algo de resonancia. Ellos mismos actúan todavía algunas veces como el partido en el poder, no se dan cuenta de que ya no lo son y los de alrededor tampoco. Pero a ellos, tal y como a “Bandalito”, la realidad les explotará en el rostro, 2023 y 2025 marcarán el fin del PRI en Chihuahua.