¡Gracias Chihuahua! El domingo pasado fue una fiesta democrática para México. Las personas decidieron cuál era el mejor proyecto de nación y refrendaron su confianza en quienes integramos la Cuarta Transformación. La victoria fue contundente, sin lugar a dudas y con cifras de dos dígitos de diferencia. El proyecto que ha funcionado por seis años cada vez convence a más y más personas, y Chihuahua no se queda atrás, y es indudable que nos dirigimos a una gubernatura sin el PRIAN en la siguiente elección.
La presidenta electa, la Dra. Claudia Sheinbaum no llega sola, a poco menos de una semana de iniciados los cómputos que arrojarán números finales, la conformación de las cámaras vislumbra que la Cuarta Transformación tendremos mayoría calificada, lo cual no es otra cosa que la garantía para poder concretar las reformas que se necesitan para seguir construyendo ese piso parejo que en gobiernos prianistas no hizo más que profundizarse.
Y esta es justamente la razón por la que la confianza de las personas se dejó venir, los programas sociales, tan criticados primero por la mal llamada oposición, luego copiados y final y, convenientemente comprometidos con sangre, están ayudando realmente a la población, curando precisamente esa desigualdad que tanto le ha costado al país. Los apoyos directos son parte de la transición hacia un piso parejo, no son solo eso, su aplicación es necesaria para aliviar las grandes desigualdades, pero esta Cuarta Transformación irá más allá y este nuevo gobierno se dirigirá hacia allá.
La cruda de los partidos de la mal llamada oposición debió haber sido muy triste…para ellos claro. El PAN se desmorona lentamente, dejando a salvo sus liderazgos solo porque tuvieron la osadía de ponerse en los primeros lugares de las listas plurinominales; con el PRI exactamente lo mismo, habrá Alito para algunos años más, convirtiéndose con eso en la maldición para su partido; y del PRD ni qué decir, su cambio de rumbo hacia la ambición desmedida de sus líderes los está llevando a su muy segura desaparición del mapa electoral.
Nunca entendieron, y siguen sin entender, que los proyectos no salen de las chisteras, que los planes de los empresarios no son proyectos de nación, que las bravuconadas terminan aburriendo, que las Lily Téllez, los Markos Cortés, los Alitos, los Chuchos, terminan develando el vacío que realmente son.
En lo que respecta a Chihuahua, se unió a los 30 estados que se decantaron por la próxima presidenta y logrando votaciones históricas para esta Cuarta Transformación que con cada elección se acerca más a unirse a este proyecto definitivamente, tal como Yucatán, estado que cambió su preferencia después de décadas de estar en manos de gobiernos panistas y priistas, tal como sucede aquí.
Las cuentas de los gobernadores panistas a su candidata presidencial dejan mucho que desear y Chihuahua no es la excepción; las personas acarreadas en los mítines organizados por el gobierno estatal demostraron ser solo eso, porque en la privacidad de una casilla, pudieron decidir sin coacción. La decisión de Chihuahua está siendo escrita.
Maestra en Administración y Gestión Pública. Diputada federal.
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