En un lapso, menor a cinco meses, por los efectos de la pandemia de Covid-19, se estima quedaron fuera de la escuela 2 millones 830 mil 419 estudiantes. El abandono en el nivel básico para el ciclo escolar 2019-2020 es de 10%, lo que significa 2 millones 525 mil 330 alumnos de preescolar, primaria y secundaria. En educación superior la deserción se calcula en 8%, 305 mil 89 universitarios.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó lo anterior durante conferencia de prensa, también ha enterado que antes de la pandemia por el coronavirus, 4.1 millones de niños, niñas y adolescentes mexicanos en edad de cursar preescolar, primaria, secundaria y bachillerato estaban fuera de la escuela, así como 61 de cada 100 jóvenes en edad de estudiar la universidad. A ello se sumaba la deserción de 700 mil jóvenes de bachillerato cada año, en promedio, por motivos escolares, económicos o problemas familiares, entre otros.
Por otra parte, en este mismo proceso, en días pasados, se publicó que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) prevé que, tras el largo período de cierre generalizado de planteles y la suspensión de clases presenciales por el Covid-19, se tendrán impactos importantes en la continuidad de los estudios de los estudiantes mexicanos y se estima que 1.4 millones de mexicanos no regresarán a clases para el ciclo escolar 2020-2021.
En un ejercicio hipotético, el reporte del PNUD proyectó que 800 mil estudiantes de bachillerato, 593 mil 009 universitarios y 38 mil 567 alumnos de posgrado no podrán regresar a las aulas.
El estudio del PNUD también señala que al darse esta situación se posibilita la ampliación de las brechas de desigualdad, se incrementaría la pobreza y entre los más afectados estarían los estudiantes de educación media superior, pero en especial las niñas y adolescentes.
Para tener un marco de referencia, las principales cifras estadísticas del Sistema Educativo Nacional para el ciclo 2018-2019, en modalidad escolarizada, son las siguientes: Educación Básica: 25’493,702 de alumnos, Educación Media Superior: 5’239,675, Educación Superior: 3’943,544, Capacitación para el Trabajo: 1’958,895 y el Total del Sistema Educativo (público y privado): 36’635,816 alumnos. Habría que comentar, de acuerdo con la SEP, que en ese ciclo se contó con 42,851 docentes y 5,569 escuelas.
La estadística educativa (con base en la Secretaría de Educación Pública Federal) del estado de Chihuahua, en educación superior (público y privado), para ese mismo ciclo 2018-2019 nos muestran los siguientes datos: el registro de alumnos en el nivel de licenciatura es de 126,868 alumnos, 11,111 docentes y 144 escuelas; en el nivel de posgrado el número de alumnos registrados fue de 5,643 alumnos, 2,181 docentes y 2,181 escuelas.
Por otra parte, se considera que son significativos y positivos los datos surgidos en los procesos actuales referentes al ingreso del alumnado al próximo ciclo escolar, en la Universidad Autónoma de Chihuahua, por ejemplo, la Dirección Académica de la UACh informó que se ha presentado un incremento para cursar las carreras de la salud, los aspirantes a ingresar a la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas incrementándose un 5% al pasar de 1 mil 644 solicitudes en 2019 a 1 mil 729; las fichas para ingresar a la Facultad de Enfermería y Nutriología aumentaron de 783 el pasado período a 832 en este ciclo escolar, lo que representa un progreso del 6%; así mismo, una de las unidades académicas con una mayor proporción de aspirantes en el semestre agosto-diciembre de 2020 es la Facultad de Odontología, que pasó de 468 en el mismo periodo del año pasado a 535, es decir, se incrementó en un 14%.
Es también muy positivo que los aspirantes a ingresar a la Universidad Autónoma de Chihuahua presentaron el examen de admisión, de manera virtual, se difundió que en el primer día lo realizaron 4 mil 450 aspirantes.
En nuestra opinión, en los programas emergentes actuales, impulsados por las instancias gubernamentales, debería haber un componente para apoyar a estudiantes en la obtención de su suficiencia de recursos, para poder cubrir los montos de inscripción y, otro componente, que permita evitar la deserción del alumnado, con becas alimenticias y de transporte.
Finalmente comentar que la crisis sanitaria ha impactado también a las instituciones de educación privada, por un lado, una muy posible reducción importante en la matrícula; y, por otro lado, transitar de manera rápida y eficiente, a enseñar de forma remota, en vez de presencial, desarrollar nuevas competencias docentes y una mayor flexibilidad. Todo con sus respectivas cargas económicas.
@PR_Avila
Economista (Unison), Maestría en Administración Pública (UACh) y profesor de asignaturas en la Facultad de Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Chihuahua
