/ martes 13 de noviembre de 2018

La educación en la UNAM: sin muros ni fronteras

Mientras el imperio, es decir Estados Unidos, impone la política de murallas, de odio y rencores, la UNAM prosigue impasible su enseñanza universal por encima de murallas y más allá de valladares que dividen y separan a los pueblos entre sí.

Su plantel antecesor y progenitor, el fundado por el doctor Gabino Barreda con el nombre de Escuela Nacional Preparatoria (ENP), refrenda y continúa el ejemplo del alma máter a través del intercambio académico y cultural con países del continente y fuera de éste.

Así, la preparatoria de la máxima casa de estudios envía a la Ciudad Luz, a Francia, a un grupo de alumnos distinguidos en el aprendizaje del idioma en que escribió sus bellas obras Víctor Hugo, en tanto que el próximo año un conjunto de alumnos acudirán a esta capital con el fin de proseguir su formación escolar en el idioma del autor del Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes.

La educación, así, se opone a los muros y desconoce fronteras. Si es superior o media superior más aún.

Desde la antigüedad los judíos, griegos, egipcios e hindúes, dieron por intercambiar conocimientos y recursos prácticos entre ellos sin importar las diferencias ideológicas y económicas que había entre los gobiernos imperiales en turno y sobre todo haciendo caso omiso de la rivalidad y las experiencias bélicas del momento.

Las caravanas existentes en este sentido eran de sabios y conocedores de los misterios que imperaban en la tierra, en las aguas, y en los cielos con sus noches tachonadas de estrellas.

No quiere decir lo anterior que, asimismo, en aquel incipiente intercambio no lo había de armas secretas y no tan secretas con las cuales podían destruirse y hacer tambalear imperios y cofradías. También se hacían emigrar dogmas, creencias y mitos aberrantes. Al igual que ahora, se trataba de validar teorías y sofismas de contingencia y de ambigüedad para dar la apariencia de verdad y eficacia.

Hubo una época, que ha de continuar en el silencio y la secrecía propios de estos intercambios, como el propiciado por Einstein o el efectuado por dos pensadores del criticismo filosófico: Ernst Cassirer en Nebraska y Hans Kelsen en Berkeley, California, por los que el imperio, ante el horror de la Segunda Guerra, entreabrió sus puertas a los migrantes en procura de refugio.

Por cierto, el científico y ambos filósofos eran migrantes fugitivos del furor nazi.

Tiempo atrás el naciente imperio había dado entrada a calvinistas y luteranos bajo letal persecución. Hoy lo niega a los necesitados de Centroamérica, aduciendo seguridad y enarbolando tesis contrarias a los Derechos Humanos proclamados por la ONU.

La UNAM y hoy la preparatoria practican, en aras de la universalidad de los conocimientos y de la cultura en general, el ideal cosmopolita, ecuménico, implicados en la aurora de los intercambios según lo ha dado a conocer David Ridgway en su libro “El Alba de la Magna Grecia” (Crítica, Barcelona, 1983).

La actual directora general de la ENP, Ma. Dolores Valle Martínez, ha dicho con toda razón al respecto que el intercambio es una “gran oportunidad” para el grupo muy distinguido de los preparatorianos de los planteles 5 y 6, el primero de los cuales estuvo, hasta hace cuatro meses, bajo su dirección. Serán portavoces de la educación que imparte la casa de estudios en sus institutos, escuelas y facultades, lo mismo en sus instituciones propedéuticas; es decir, en el Bachillerato universitario. En los planteles 5 y 6, la dirección de los mismos corresponde actualmente a Velia Carrillo García e Isauro Figueroa González.


http://federicoosorioaltuzar.blogspot.mx


Mientras el imperio, es decir Estados Unidos, impone la política de murallas, de odio y rencores, la UNAM prosigue impasible su enseñanza universal por encima de murallas y más allá de valladares que dividen y separan a los pueblos entre sí.

Su plantel antecesor y progenitor, el fundado por el doctor Gabino Barreda con el nombre de Escuela Nacional Preparatoria (ENP), refrenda y continúa el ejemplo del alma máter a través del intercambio académico y cultural con países del continente y fuera de éste.

Así, la preparatoria de la máxima casa de estudios envía a la Ciudad Luz, a Francia, a un grupo de alumnos distinguidos en el aprendizaje del idioma en que escribió sus bellas obras Víctor Hugo, en tanto que el próximo año un conjunto de alumnos acudirán a esta capital con el fin de proseguir su formación escolar en el idioma del autor del Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes.

La educación, así, se opone a los muros y desconoce fronteras. Si es superior o media superior más aún.

Desde la antigüedad los judíos, griegos, egipcios e hindúes, dieron por intercambiar conocimientos y recursos prácticos entre ellos sin importar las diferencias ideológicas y económicas que había entre los gobiernos imperiales en turno y sobre todo haciendo caso omiso de la rivalidad y las experiencias bélicas del momento.

Las caravanas existentes en este sentido eran de sabios y conocedores de los misterios que imperaban en la tierra, en las aguas, y en los cielos con sus noches tachonadas de estrellas.

No quiere decir lo anterior que, asimismo, en aquel incipiente intercambio no lo había de armas secretas y no tan secretas con las cuales podían destruirse y hacer tambalear imperios y cofradías. También se hacían emigrar dogmas, creencias y mitos aberrantes. Al igual que ahora, se trataba de validar teorías y sofismas de contingencia y de ambigüedad para dar la apariencia de verdad y eficacia.

Hubo una época, que ha de continuar en el silencio y la secrecía propios de estos intercambios, como el propiciado por Einstein o el efectuado por dos pensadores del criticismo filosófico: Ernst Cassirer en Nebraska y Hans Kelsen en Berkeley, California, por los que el imperio, ante el horror de la Segunda Guerra, entreabrió sus puertas a los migrantes en procura de refugio.

Por cierto, el científico y ambos filósofos eran migrantes fugitivos del furor nazi.

Tiempo atrás el naciente imperio había dado entrada a calvinistas y luteranos bajo letal persecución. Hoy lo niega a los necesitados de Centroamérica, aduciendo seguridad y enarbolando tesis contrarias a los Derechos Humanos proclamados por la ONU.

La UNAM y hoy la preparatoria practican, en aras de la universalidad de los conocimientos y de la cultura en general, el ideal cosmopolita, ecuménico, implicados en la aurora de los intercambios según lo ha dado a conocer David Ridgway en su libro “El Alba de la Magna Grecia” (Crítica, Barcelona, 1983).

La actual directora general de la ENP, Ma. Dolores Valle Martínez, ha dicho con toda razón al respecto que el intercambio es una “gran oportunidad” para el grupo muy distinguido de los preparatorianos de los planteles 5 y 6, el primero de los cuales estuvo, hasta hace cuatro meses, bajo su dirección. Serán portavoces de la educación que imparte la casa de estudios en sus institutos, escuelas y facultades, lo mismo en sus instituciones propedéuticas; es decir, en el Bachillerato universitario. En los planteles 5 y 6, la dirección de los mismos corresponde actualmente a Velia Carrillo García e Isauro Figueroa González.


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