/ viernes 20 de septiembre de 2019

La emergencia de la educación intercultural

Desde hace algunas décadas el tema de la interculturalidad recibe la atención en los ámbitos académico y político. En México emerge en un contexto de emancipación sociocultural y de defensa de los Derechos Humanos.

La educación en la multiculturalidad (o la multiculturalidad en la educación), viene a representar una problemática relativamente nueva que es necesario enfrentar desde los trabajos académicos y desde las políticas públicas.

La interculturalidad debe entenderse también como un reto del sistema educativo nacional, el cual parece inclinarse paulatinamente hacia la inclusión de todas las expresiones culturales que enriquecen la realidad social del país.

La educación cultural, con todos los principios y valores que supone, está obligada a encarar el problema básico: ¿En qué consiste educar?

La diversidad cultural plantea reclama la transversalidad de las disciplinas, ya que en nuestro país la llamada “educación intercultural” se ha realizado de acuerdo a un enfoque indigenista, sin tomar seriamente la complejidad del fenómeno.

Las políticas públicas han venido proyectando la necesidad de atender el problema de la educación intercultural, concientizándonos sobre un campo abierto a la investigación original y a la intervención gubernamental estratégica.

La cultura y su amplio espectro de manifestaciones es una invitación para la misión investigativa y el compromiso político; estos deben ir de la mano para lograr resultados plausibles.

Los estudios culturales en general, y los estudios sobre la diversidad cultural en particular, están aproximando a los investigadores a una rica veta de supuestos, problemas e hipótesis que permiten la construcción de teorías, pero también contribuyen a elaborar guías prácticas que serán útiles para quienes toman las decisiones desde las instancias de poder.

Es la inclusión de toda manifestación cultural lo que se está exigiendo desde la perspectiva de los derechos de todos los pueblos, lo cual protege la multiculturalidad, garantizando la expresión de toda forma de ser y convivir.

La educación es, a final de cuentas, un factor para la necesaria cohesión social.

Desde hace algunas décadas el tema de la interculturalidad recibe la atención en los ámbitos académico y político. En México emerge en un contexto de emancipación sociocultural y de defensa de los Derechos Humanos.

La educación en la multiculturalidad (o la multiculturalidad en la educación), viene a representar una problemática relativamente nueva que es necesario enfrentar desde los trabajos académicos y desde las políticas públicas.

La interculturalidad debe entenderse también como un reto del sistema educativo nacional, el cual parece inclinarse paulatinamente hacia la inclusión de todas las expresiones culturales que enriquecen la realidad social del país.

La educación cultural, con todos los principios y valores que supone, está obligada a encarar el problema básico: ¿En qué consiste educar?

La diversidad cultural plantea reclama la transversalidad de las disciplinas, ya que en nuestro país la llamada “educación intercultural” se ha realizado de acuerdo a un enfoque indigenista, sin tomar seriamente la complejidad del fenómeno.

Las políticas públicas han venido proyectando la necesidad de atender el problema de la educación intercultural, concientizándonos sobre un campo abierto a la investigación original y a la intervención gubernamental estratégica.

La cultura y su amplio espectro de manifestaciones es una invitación para la misión investigativa y el compromiso político; estos deben ir de la mano para lograr resultados plausibles.

Los estudios culturales en general, y los estudios sobre la diversidad cultural en particular, están aproximando a los investigadores a una rica veta de supuestos, problemas e hipótesis que permiten la construcción de teorías, pero también contribuyen a elaborar guías prácticas que serán útiles para quienes toman las decisiones desde las instancias de poder.

Es la inclusión de toda manifestación cultural lo que se está exigiendo desde la perspectiva de los derechos de todos los pueblos, lo cual protege la multiculturalidad, garantizando la expresión de toda forma de ser y convivir.

La educación es, a final de cuentas, un factor para la necesaria cohesión social.