/ jueves 23 de mayo de 2019

La equívoca incitación a no pagar los cobros de la CFE

Como en los mejores tiempos del añorado estado de bienestar de la década de los años setenta, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) decidió darle a Tabasco la tarifa especial para zonas con temperaturas promedio mayores de 30 grados en base a estudios de una universidad local.

La espléndida CFE además otorgó a 530 mil tabasqueños la condonación de su deuda por 11 mil millones de pesos, ya que no pagan la energía eléctrica desde 1995. En ese año López Obrador los incitó a la rebelión civil en protesta por el fraude electoral del candidato priista Roberto Madrazo.

La mano del actual presidente es obvia para favorecer a sus queridos paisanos, que se tomaron en serio lo de la desobediencia civil y durante 24 años no le han pagado ni un centavo a la empresa estatal.

Esta inequitativa medida afecta no sólo las deficitarias finanzas de la CFE, sino que también pone el mal ejemplo para no pagar que será seguido por otras organizaciones populares e incluso gobiernos locales.

El alcalde de Chilpancingo, por ejemplo, ya reclama a nombre de sus homólogos que se les otorgue una tarifa preferencial a los municipios pues no pueden cumplir con el servicio de suministro de agua potable.

Ahora bien, la decisión de Bartlett no se sabe si fue para congraciarse con su jefe o éste se lo ordenó para seguir presumiendo que sí cumple con sus promesas de campaña, por muy disparatadas y costosas que éstas sean, como es el caso de la cancelación del aeropuerto en Texcoco y la construcción de la refinería Dos Bocas en Tabasco.

La CFE por lo pronto perderá la cuarta parte de los adeudos de sus consumidores y en contraste continúa sin reconocer que en los estados fronterizos las temperaturas no sólo superan los 30 grados, sino incluso los cuarenta. Sin embargo, como no están en el sureste no tienen la preferencia presidencial como los estados del sureste del país.

La errónea decisión de AMLO vía Bartlett no tiene justificación alguna y abona al descontento de los demás estados que son tratados por la CFE de manera menos tolerante. Al parecer el tabasqueño sigue fiel a la prédica juarista de que a los amigos justicia con clemencia y a los enemigos justicia a secas. ¿Continuará la sumisa Conago sin exigir un cabal y equitativo cumplimiento del pacto federal?

Como en los mejores tiempos del añorado estado de bienestar de la década de los años setenta, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) decidió darle a Tabasco la tarifa especial para zonas con temperaturas promedio mayores de 30 grados en base a estudios de una universidad local.

La espléndida CFE además otorgó a 530 mil tabasqueños la condonación de su deuda por 11 mil millones de pesos, ya que no pagan la energía eléctrica desde 1995. En ese año López Obrador los incitó a la rebelión civil en protesta por el fraude electoral del candidato priista Roberto Madrazo.

La mano del actual presidente es obvia para favorecer a sus queridos paisanos, que se tomaron en serio lo de la desobediencia civil y durante 24 años no le han pagado ni un centavo a la empresa estatal.

Esta inequitativa medida afecta no sólo las deficitarias finanzas de la CFE, sino que también pone el mal ejemplo para no pagar que será seguido por otras organizaciones populares e incluso gobiernos locales.

El alcalde de Chilpancingo, por ejemplo, ya reclama a nombre de sus homólogos que se les otorgue una tarifa preferencial a los municipios pues no pueden cumplir con el servicio de suministro de agua potable.

Ahora bien, la decisión de Bartlett no se sabe si fue para congraciarse con su jefe o éste se lo ordenó para seguir presumiendo que sí cumple con sus promesas de campaña, por muy disparatadas y costosas que éstas sean, como es el caso de la cancelación del aeropuerto en Texcoco y la construcción de la refinería Dos Bocas en Tabasco.

La CFE por lo pronto perderá la cuarta parte de los adeudos de sus consumidores y en contraste continúa sin reconocer que en los estados fronterizos las temperaturas no sólo superan los 30 grados, sino incluso los cuarenta. Sin embargo, como no están en el sureste no tienen la preferencia presidencial como los estados del sureste del país.

La errónea decisión de AMLO vía Bartlett no tiene justificación alguna y abona al descontento de los demás estados que son tratados por la CFE de manera menos tolerante. Al parecer el tabasqueño sigue fiel a la prédica juarista de que a los amigos justicia con clemencia y a los enemigos justicia a secas. ¿Continuará la sumisa Conago sin exigir un cabal y equitativo cumplimiento del pacto federal?