/ martes 9 de febrero de 2021

La era de los aprendedores 

Desde el inicio de la pandemia y forzado por las circunstancias, todos, absolutamente todos, entendimos que era el momento de aprender. Vimos que era una de las formas más efectivas de enfrentar los impactos del virus. Estamos aprendiendo a “detenernos”, dando tiempo a reflexionar, a desacelerar en este mundo de carreras, a dar prioridad a lo importante más que a lo urgente. Aprendimos y estamos reaprendiendo a convivir bajo un mismo espacio, a compartir la incertidumbre, el miedo, el aburrimiento, el cansancio, la canalización de energía y la capacidad de escuchar.

Hemos aprendido o estamos aprendiendo a aplicar nuevas herramientas que nos acercan y nos hacen sentir menos solos. Que la tecnología nos puede ayudar a estar más cerca. Aprendemos que todos somos vulnerables, a ser responsables, a guardar la calma, a respetar prioridades, a ser agradecidos por estar bien de salud. Seguimos aprendiendo, en pequeñas dosis, estadística, datos, medicina y el impacto de una pandemia en la era de la globalización.

Las empresas y sus trabajadores siguen aprendiendo a trabajar a distancia, el teletrabajo, ajustando una forma diferente de trabajo en equipo y buscando la misma o mejor productividad. Con este ambiente estamos aprendiendo también a usar herramientas de videoconferencia, de equipos y de envío de mensajes.

Los estudiantes en los diferentes niveles están aprendiendo a aprender de forma diferente, más independiente y desarrollando nuevas capacidades como la auto responsabilidad, la autonomía, la reflexión individual.

Realmente sentimos que la época, la vida, se ha detenido para dar tiempo de aprender lo que muchos nos resistíamos. Pareciera que estamos en una versión beta permanente, donde cada día nos enfrentamos a una necesidad de aprender formas, métodos, sentimientos, costumbres, etc. La situación y el ambiente nos coloca frente a grandes oportunidades de cambio, de actualizar conocimientos, de aprender cosas nuevas, mejorar habilidades, de usar la tecnología.

Si cada uno de nosotros teníamos la duda de dónde empezar a aprender, la pandemia nos ha indicado el camino, la incertidumbre, la rapidez y el cambio, son parte de la realidad y de la capacidad de que podemos aprender más rápido y de manera continua. Estamos aprendiendo a entender el mundo digital, a adentrarnos en la potencialidad de la tecnología, a trabajar con datos para conocer, prevenir, proyectar el nuevo mundo, a innovar en los modelos de negocio, a liderar equipos de manera virtual, a conocernos y ser más empáticos, a detectar tendencias, a adaptarnos y sufrir menos, a entender el impacto social de nuestras acciones, a encontrar nuevas formas de relacionarnos, de aprender, de desarrollar habilidades, a desaprender para cambiar. En fin, hemos descubierto, forzados por las circunstancias, lo fabuloso que es aprender. Somos curiosos por naturaleza y esto nos convierte en aprendedores.

O nos faltaba tiempo o nos sobraban excusas. Ahora es el momento, aprendamos la lección. Hoy más que nunca en la historia, el futuro será de los aprendedores.

Nota: pensamientos adaptados de Neus Portas.

antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua.

Desde el inicio de la pandemia y forzado por las circunstancias, todos, absolutamente todos, entendimos que era el momento de aprender. Vimos que era una de las formas más efectivas de enfrentar los impactos del virus. Estamos aprendiendo a “detenernos”, dando tiempo a reflexionar, a desacelerar en este mundo de carreras, a dar prioridad a lo importante más que a lo urgente. Aprendimos y estamos reaprendiendo a convivir bajo un mismo espacio, a compartir la incertidumbre, el miedo, el aburrimiento, el cansancio, la canalización de energía y la capacidad de escuchar.

Hemos aprendido o estamos aprendiendo a aplicar nuevas herramientas que nos acercan y nos hacen sentir menos solos. Que la tecnología nos puede ayudar a estar más cerca. Aprendemos que todos somos vulnerables, a ser responsables, a guardar la calma, a respetar prioridades, a ser agradecidos por estar bien de salud. Seguimos aprendiendo, en pequeñas dosis, estadística, datos, medicina y el impacto de una pandemia en la era de la globalización.

Las empresas y sus trabajadores siguen aprendiendo a trabajar a distancia, el teletrabajo, ajustando una forma diferente de trabajo en equipo y buscando la misma o mejor productividad. Con este ambiente estamos aprendiendo también a usar herramientas de videoconferencia, de equipos y de envío de mensajes.

Los estudiantes en los diferentes niveles están aprendiendo a aprender de forma diferente, más independiente y desarrollando nuevas capacidades como la auto responsabilidad, la autonomía, la reflexión individual.

Realmente sentimos que la época, la vida, se ha detenido para dar tiempo de aprender lo que muchos nos resistíamos. Pareciera que estamos en una versión beta permanente, donde cada día nos enfrentamos a una necesidad de aprender formas, métodos, sentimientos, costumbres, etc. La situación y el ambiente nos coloca frente a grandes oportunidades de cambio, de actualizar conocimientos, de aprender cosas nuevas, mejorar habilidades, de usar la tecnología.

Si cada uno de nosotros teníamos la duda de dónde empezar a aprender, la pandemia nos ha indicado el camino, la incertidumbre, la rapidez y el cambio, son parte de la realidad y de la capacidad de que podemos aprender más rápido y de manera continua. Estamos aprendiendo a entender el mundo digital, a adentrarnos en la potencialidad de la tecnología, a trabajar con datos para conocer, prevenir, proyectar el nuevo mundo, a innovar en los modelos de negocio, a liderar equipos de manera virtual, a conocernos y ser más empáticos, a detectar tendencias, a adaptarnos y sufrir menos, a entender el impacto social de nuestras acciones, a encontrar nuevas formas de relacionarnos, de aprender, de desarrollar habilidades, a desaprender para cambiar. En fin, hemos descubierto, forzados por las circunstancias, lo fabuloso que es aprender. Somos curiosos por naturaleza y esto nos convierte en aprendedores.

O nos faltaba tiempo o nos sobraban excusas. Ahora es el momento, aprendamos la lección. Hoy más que nunca en la historia, el futuro será de los aprendedores.

Nota: pensamientos adaptados de Neus Portas.

antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua.

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