/ miércoles 6 de mayo de 2020

La escuela en casa y la docencia en la Sierra de Chihuahua

“Honor a quien honor merece”

Frase de dominio popular


La epidemia Covid-19 ha hecho que nuestras formas de vida con el entorno social cambien y esto también lleva a que los derechos los ejerzamos de forma distinta a como lo veníamos haciendo.

La educación es un derecho que tenemos establecido en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y en la Declaración de los Derechos del Niño, el cual actualmente se está ejerciendo mediante la modalidad a distancia por el uso de los medios digitales, si bien es una práctica frecuente sólo las sociedades con gran desarrollo tecnológico lo ejercen plenamente y aun así en estas sociedades existen personas que no cuentan con recursos tecnológicos como sucede en la Sierra de Chihuahua.

Las familias inmersas en la educación de las niñas, niños y adolescentes siempre han tenido un espacio de relevancia dentro del proceso educativo, pero en función de apoyo al trabajo que se realiza en las escuelas. Hoy las madres y padres de familia conducen el proceso educativo de sus hijas e hijos desde el hogar.

Las familias enfrentan este desafío, el cual es difícil para todas las familias, pero desafío mayor es para aquellas familias que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y no tienen acceso a los bienes y servicios tecnológicos y aún en los hogares que sí los tienen llega a existir el desconocimiento sobre la adecuada manipulación de estas herramientas.

Otras situaciones que dificultan el aprendizaje en casa son: los espacios, el hacinamiento y las tareas dentro de casa, lo cual dificulta el desarrollo de las actividades escolares.

Ahora las niñas y niños que encontraban su alimento diario en la escuela hoy ya no lo tienen y ponen en riesgo su seguridad alimentaria.

Los niños y niñas tienen derecho a la recreación para compartir con sus iguales el juego, situación que no pueden realizar por el aislamiento social a consecuencia de las medidas de prevención por el Covid-19.

Reconozco como positivas las decisiones administrativas tomadas por las autoridades educativas de nuestro país, de los padres y tutores de los menores para proteger el derecho a la salud y el derecho a la educación de las niñas y niños en su aprendizaje en esta etapa de epidemia.

Así mismo reconozco el trabajo que realizaron los directores y supervisores escolares el día 13 de marzo de 2020 en las catorce escuelas que conforman la zona escolar No. 152, con cabecera en La Lajita, en el municipio de Morelos, Chihuahua, ya que organizaron el festival cívico, cultural y deportivo donde participaron con gran gusto familias tarahumaras y familias mestizas


Maestros no permitan que se apague esa luz que se encendió en sus escuelas para siempre.

Llegue a ustedes este reconocimiento y mi admiración por medio del maestro Elsar Armendáriz Payán.

¡Me siento orgullosa de ser hija de estas hermosas tierras norteñas!





“Honor a quien honor merece”

Frase de dominio popular


La epidemia Covid-19 ha hecho que nuestras formas de vida con el entorno social cambien y esto también lleva a que los derechos los ejerzamos de forma distinta a como lo veníamos haciendo.

La educación es un derecho que tenemos establecido en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y en la Declaración de los Derechos del Niño, el cual actualmente se está ejerciendo mediante la modalidad a distancia por el uso de los medios digitales, si bien es una práctica frecuente sólo las sociedades con gran desarrollo tecnológico lo ejercen plenamente y aun así en estas sociedades existen personas que no cuentan con recursos tecnológicos como sucede en la Sierra de Chihuahua.

Las familias inmersas en la educación de las niñas, niños y adolescentes siempre han tenido un espacio de relevancia dentro del proceso educativo, pero en función de apoyo al trabajo que se realiza en las escuelas. Hoy las madres y padres de familia conducen el proceso educativo de sus hijas e hijos desde el hogar.

Las familias enfrentan este desafío, el cual es difícil para todas las familias, pero desafío mayor es para aquellas familias que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y no tienen acceso a los bienes y servicios tecnológicos y aún en los hogares que sí los tienen llega a existir el desconocimiento sobre la adecuada manipulación de estas herramientas.

Otras situaciones que dificultan el aprendizaje en casa son: los espacios, el hacinamiento y las tareas dentro de casa, lo cual dificulta el desarrollo de las actividades escolares.

Ahora las niñas y niños que encontraban su alimento diario en la escuela hoy ya no lo tienen y ponen en riesgo su seguridad alimentaria.

Los niños y niñas tienen derecho a la recreación para compartir con sus iguales el juego, situación que no pueden realizar por el aislamiento social a consecuencia de las medidas de prevención por el Covid-19.

Reconozco como positivas las decisiones administrativas tomadas por las autoridades educativas de nuestro país, de los padres y tutores de los menores para proteger el derecho a la salud y el derecho a la educación de las niñas y niños en su aprendizaje en esta etapa de epidemia.

Así mismo reconozco el trabajo que realizaron los directores y supervisores escolares el día 13 de marzo de 2020 en las catorce escuelas que conforman la zona escolar No. 152, con cabecera en La Lajita, en el municipio de Morelos, Chihuahua, ya que organizaron el festival cívico, cultural y deportivo donde participaron con gran gusto familias tarahumaras y familias mestizas


Maestros no permitan que se apague esa luz que se encendió en sus escuelas para siempre.

Llegue a ustedes este reconocimiento y mi admiración por medio del maestro Elsar Armendáriz Payán.

¡Me siento orgullosa de ser hija de estas hermosas tierras norteñas!