/ viernes 18 de mayo de 2018

La Estafa Maestra y los priistas de corazón.

Creerá usted, estimado lector, que las universidades son recintos para superarse y que quienes dan clases, y las administran, son seres íntegros, guardianes y protectores del saber, pero en este sexenio ocho universidades cayeron lo más bajo que puede hacerlo un alma máter al triangular y desaparecer recursos hasta por 7 mil millones de pesos; y si la investigación continúa podrían sumar 31 mil millones; cantidad con la que se podría becar, aproximadamente, a 120 mil jóvenes. Imagínese usted 120 mil jóvenes sacados de la pobreza extrema convertidos en ingenieros o licenciados. Resultado: menos probabilidad de que seamos asaltados y secuestrados, de que a nuestros hijos les vendan drogas, etc. Y si esa cantidad de jóvenes fueran de Chihuahua, seríamos la mejor ciudad en diez años.

La Estafa Maestra es una investigación sobre las universidades y su triangulación de recursos llevada a cabo por la Asociación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad; este organismo que brota, al fin, por la necesidad de que los ciudadanos honestos, como usted y yo, nos involucremos para combatir la corrupción (que en los doce años panistas estuvo presente, pero que se desbordó en el gobierno de Peña Nieto), se dio a la peligrosa y larga tarea de hacerlo.

Los periodistas, galardonados con el premio Ortega y Gasset, pusieron fotos, nombres y cantidades a la exitosa triangulación, y puede usted, gentil lector, encontrar los rostros sonrientes de los involucrados en la web buscando el libro La Estafa Maestra. Le aviso que si lo va a leer tiene que estar cerca de un sanitario porque va a vomitar. Además, también le advierto que encontrará un rostro chihuahuense conocido, al que, tal vez usted, iba a dar su noble voto para que se convierta en su senador y lo represente.

Y es que hace seis años los priistas de corazón, aquellos que dan su voto por convicción familiar, amor a México, sicología inversa o porque les da su real gana, la mayoría de ellos muy honrados y trabajadores en sus vidas diarias, no imaginaron que su voto serviría para sangrar al pueblo. Creían que su partido sacaría la casta, pero esta investigación revela la realidad.

Es triste ver a los nobles priistas que presurosos acuden a votar, muchos hasta con los zapatos rotos.


www.silviagonzalez.com.mx

Creerá usted, estimado lector, que las universidades son recintos para superarse y que quienes dan clases, y las administran, son seres íntegros, guardianes y protectores del saber, pero en este sexenio ocho universidades cayeron lo más bajo que puede hacerlo un alma máter al triangular y desaparecer recursos hasta por 7 mil millones de pesos; y si la investigación continúa podrían sumar 31 mil millones; cantidad con la que se podría becar, aproximadamente, a 120 mil jóvenes. Imagínese usted 120 mil jóvenes sacados de la pobreza extrema convertidos en ingenieros o licenciados. Resultado: menos probabilidad de que seamos asaltados y secuestrados, de que a nuestros hijos les vendan drogas, etc. Y si esa cantidad de jóvenes fueran de Chihuahua, seríamos la mejor ciudad en diez años.

La Estafa Maestra es una investigación sobre las universidades y su triangulación de recursos llevada a cabo por la Asociación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad; este organismo que brota, al fin, por la necesidad de que los ciudadanos honestos, como usted y yo, nos involucremos para combatir la corrupción (que en los doce años panistas estuvo presente, pero que se desbordó en el gobierno de Peña Nieto), se dio a la peligrosa y larga tarea de hacerlo.

Los periodistas, galardonados con el premio Ortega y Gasset, pusieron fotos, nombres y cantidades a la exitosa triangulación, y puede usted, gentil lector, encontrar los rostros sonrientes de los involucrados en la web buscando el libro La Estafa Maestra. Le aviso que si lo va a leer tiene que estar cerca de un sanitario porque va a vomitar. Además, también le advierto que encontrará un rostro chihuahuense conocido, al que, tal vez usted, iba a dar su noble voto para que se convierta en su senador y lo represente.

Y es que hace seis años los priistas de corazón, aquellos que dan su voto por convicción familiar, amor a México, sicología inversa o porque les da su real gana, la mayoría de ellos muy honrados y trabajadores en sus vidas diarias, no imaginaron que su voto serviría para sangrar al pueblo. Creían que su partido sacaría la casta, pero esta investigación revela la realidad.

Es triste ver a los nobles priistas que presurosos acuden a votar, muchos hasta con los zapatos rotos.


www.silviagonzalez.com.mx