/ sábado 19 de marzo de 2022

La gran depresión

Por: María de loa Ángeles Ruíz

La gran depresión, también conocida como crisis de 1929, fue una crisis financiera mundial que se prolongó durante la década de 1930, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, su duración depende de los países desde donde se analice, pero en la gran mayoría comenzó alrededor de 1929 y se extendió hasta finales de los años treinta.

Fue la depresión económica más larga de la historia y que afectó a mayor número de países en el siglo XX, época que se estudia como punto de partida para evaluar cuál es el impacto que pueden tener las economías en su conjunto.

Este evento financiero se inició en los Estados Unidos, a partir de la caída de la bolsa de valores de Nueva York, un martes 29 de octubre de 1929, fue bautizado como el crack del 29, o Martes Negro, aunque cinco días antes habíamos tenido el jueves negro y rápidamente se extendió a todos los países del mundo.

La depresión tuvo efectos devastadores en todo el mundo, la inseguridad y la miseria se dejó sentir como una epidemia, todos los indicadores de crecimiento cayeron entre un 50% y 66%, el desempleo en EU cayó en un 25% y en algunos otros lugares hasta un 33%.

La afectación alcanzó a economías que dependían principalmente de la industria pesada y de la construcción, recordemos que la inversión en obra pública es uno de los principales pilares de las economías.

La agricultura y las zonas rurales también sufrieron caídas en los precios de las cosechas, alcanzaron un 60% de caída en sus ingresos.

Los países comenzaron a recuperarse progresivamente a mediados de la década de 1930, pero no fue hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

La elección de Franklin D. Roosevelt como presidente de los EU y el establecimiento del New Deal, en 1932, marcó el inicio del final de la gran depresión en los Estados Unidos, sin embargo, en Alemania la desaparición de la financiación exterior a principio de la década de 1930 y el aumento de las dificultades económicas, propiciaron la aparición del nacional socialismo y la llegada de Adolfo Hitler y de ahí creo que la historia usted ya la conoce.

Es pues que cabe la similitud entre la situación de hace casi 100 años y la actualidad, no quiero ser ave de mal agüero, no piense mal de mí, pero el mundo atraviesa una situación económica complicada debido a la congelación de la economía por el Covid-19; en Europa vemos cómo ya Rusia ha empezado con la invasión a Ucrania y ahí poco a poquito el vaso se va llenando.

La diferencia de hace 100 años son las posibilidades que tienen ahora los gobiernos de utilizar armas de destrucción todavía más dañinas que las que tenían en aquellos tiempos.

Esperemos que la prudencia pueda caber en ellos, pero la historia nos ha demostrado que el poder enloquece y ciega, y que lo que ellos “los que están en las sillas presidenciales” dejan de estar conscientes que existen otros seres humanos que se ven afectados ante sus decisiones.

Así pues el panorama, deseo de todo corazón que nada de esto que sucedió el siglo pasado se repita en este, quiero pensar que si hemos aprendido algo como humanidad, la moneda en el aire, ahora sí, Que Dios tenga piedad de nosotros, y si nos toca vivir una guerra, pues ya nos tocó.

Le mando un fuerte abrazo y disfrutemos el hoy, que todavía es tranquilo dentro de lo que cabe, porque tampoco nosotros andamos muy bien por nuestros rumbos.

Buen fin de semana, y hasta la próxima. AECH


Por: María de loa Ángeles Ruíz

La gran depresión, también conocida como crisis de 1929, fue una crisis financiera mundial que se prolongó durante la década de 1930, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, su duración depende de los países desde donde se analice, pero en la gran mayoría comenzó alrededor de 1929 y se extendió hasta finales de los años treinta.

Fue la depresión económica más larga de la historia y que afectó a mayor número de países en el siglo XX, época que se estudia como punto de partida para evaluar cuál es el impacto que pueden tener las economías en su conjunto.

Este evento financiero se inició en los Estados Unidos, a partir de la caída de la bolsa de valores de Nueva York, un martes 29 de octubre de 1929, fue bautizado como el crack del 29, o Martes Negro, aunque cinco días antes habíamos tenido el jueves negro y rápidamente se extendió a todos los países del mundo.

La depresión tuvo efectos devastadores en todo el mundo, la inseguridad y la miseria se dejó sentir como una epidemia, todos los indicadores de crecimiento cayeron entre un 50% y 66%, el desempleo en EU cayó en un 25% y en algunos otros lugares hasta un 33%.

La afectación alcanzó a economías que dependían principalmente de la industria pesada y de la construcción, recordemos que la inversión en obra pública es uno de los principales pilares de las economías.

La agricultura y las zonas rurales también sufrieron caídas en los precios de las cosechas, alcanzaron un 60% de caída en sus ingresos.

Los países comenzaron a recuperarse progresivamente a mediados de la década de 1930, pero no fue hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

La elección de Franklin D. Roosevelt como presidente de los EU y el establecimiento del New Deal, en 1932, marcó el inicio del final de la gran depresión en los Estados Unidos, sin embargo, en Alemania la desaparición de la financiación exterior a principio de la década de 1930 y el aumento de las dificultades económicas, propiciaron la aparición del nacional socialismo y la llegada de Adolfo Hitler y de ahí creo que la historia usted ya la conoce.

Es pues que cabe la similitud entre la situación de hace casi 100 años y la actualidad, no quiero ser ave de mal agüero, no piense mal de mí, pero el mundo atraviesa una situación económica complicada debido a la congelación de la economía por el Covid-19; en Europa vemos cómo ya Rusia ha empezado con la invasión a Ucrania y ahí poco a poquito el vaso se va llenando.

La diferencia de hace 100 años son las posibilidades que tienen ahora los gobiernos de utilizar armas de destrucción todavía más dañinas que las que tenían en aquellos tiempos.

Esperemos que la prudencia pueda caber en ellos, pero la historia nos ha demostrado que el poder enloquece y ciega, y que lo que ellos “los que están en las sillas presidenciales” dejan de estar conscientes que existen otros seres humanos que se ven afectados ante sus decisiones.

Así pues el panorama, deseo de todo corazón que nada de esto que sucedió el siglo pasado se repita en este, quiero pensar que si hemos aprendido algo como humanidad, la moneda en el aire, ahora sí, Que Dios tenga piedad de nosotros, y si nos toca vivir una guerra, pues ya nos tocó.

Le mando un fuerte abrazo y disfrutemos el hoy, que todavía es tranquilo dentro de lo que cabe, porque tampoco nosotros andamos muy bien por nuestros rumbos.

Buen fin de semana, y hasta la próxima. AECH