/ miércoles 4 de noviembre de 2020

La huella de carbono de nuestras empresas

Enfrentando una crisis sanitaria y un panorama social incierto, es fácil agobiarse por los problemas inmediatos y perder perspectiva en otros que parecen más lejanos. Considero oportuno este momento de profunda reflexión para retomar un tema apremiante: el cambio climático.

De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, el cambio climático es un hecho verificado, cuya causa principal es la actividad humana. Pretender que las pequeñas acciones de la vida cotidiana son las que contaminan más el medio ambiente, es ignorar a la ciencia. Debemos concientizarnos de que son las actividades relacionadas con la industria (exponenciales desde el inicio de la revolución industrial) las que han ocasionado la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que aumentan la temperatura promedio de la Tierra. El gas de efecto invernadero más abundante es el dióxido de carbono que resulta, en su mayoría, de la quema de combustibles fósiles.

Como empresarios responsables debemos dar un paso adelante, y es por ello que propongo 4 pasos para comenzar actuar lo antes posible:


1. Comunica. Entendamos que el futuro de nuestra empresa está ligado a que nuestro planeta siga siendo habitable, en las condiciones actuales, por nuestra especie. Integremos el concepto de sostenibilidad en todas las áreas de nuestra empresa, desde el origen de la energía, hasta el manejo de residuos y el coffee break de nuestras juntas. Habla de esto en tus reuniones estratégicas.

2. Mide. Un requisito básico es conocer el impacto ambiental de nuestro negocio, considerando la integración vertical de los bienes o servicios que proveemos. Hay que contratar expertos, buscar compañías que provean ese servicio y si no encuentras emprende, será un mercado a la alza.

3. Reduce. Si ya identificaste en qué parte de tus procesos se genera más contaminación, o cuál de tus proveedores resulta el más contaminante, busca alternativas de insumos, fuentes de energía, automatización o estandarización de procesos y provéete de cualquier herramienta o estrategia que te ayude a reducir significativamente tu impacto ambiental.

4. Compensa. Lo más importante es abonar oportunamente a que las cosas cambien, no te paralices. Si no encuentras una manera de reducir significativamente tu impacto, puedes apoyar estrategias internacionales que tengan como resultado que tu actividad sea climáticamente neutral. A través de esta estrategia de las Naciones Unidas podrás financiar proyectos que impactan directa y positivamente en la reducción de emisión de gases de efecto invernadero a la gran atmósfera de la Tierra, que todos compartimos.


#SomosLaFuerzaQueMueveAChihuahua


f.santini@ccechihuahua.com





Enfrentando una crisis sanitaria y un panorama social incierto, es fácil agobiarse por los problemas inmediatos y perder perspectiva en otros que parecen más lejanos. Considero oportuno este momento de profunda reflexión para retomar un tema apremiante: el cambio climático.

De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, el cambio climático es un hecho verificado, cuya causa principal es la actividad humana. Pretender que las pequeñas acciones de la vida cotidiana son las que contaminan más el medio ambiente, es ignorar a la ciencia. Debemos concientizarnos de que son las actividades relacionadas con la industria (exponenciales desde el inicio de la revolución industrial) las que han ocasionado la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que aumentan la temperatura promedio de la Tierra. El gas de efecto invernadero más abundante es el dióxido de carbono que resulta, en su mayoría, de la quema de combustibles fósiles.

Como empresarios responsables debemos dar un paso adelante, y es por ello que propongo 4 pasos para comenzar actuar lo antes posible:


1. Comunica. Entendamos que el futuro de nuestra empresa está ligado a que nuestro planeta siga siendo habitable, en las condiciones actuales, por nuestra especie. Integremos el concepto de sostenibilidad en todas las áreas de nuestra empresa, desde el origen de la energía, hasta el manejo de residuos y el coffee break de nuestras juntas. Habla de esto en tus reuniones estratégicas.

2. Mide. Un requisito básico es conocer el impacto ambiental de nuestro negocio, considerando la integración vertical de los bienes o servicios que proveemos. Hay que contratar expertos, buscar compañías que provean ese servicio y si no encuentras emprende, será un mercado a la alza.

3. Reduce. Si ya identificaste en qué parte de tus procesos se genera más contaminación, o cuál de tus proveedores resulta el más contaminante, busca alternativas de insumos, fuentes de energía, automatización o estandarización de procesos y provéete de cualquier herramienta o estrategia que te ayude a reducir significativamente tu impacto ambiental.

4. Compensa. Lo más importante es abonar oportunamente a que las cosas cambien, no te paralices. Si no encuentras una manera de reducir significativamente tu impacto, puedes apoyar estrategias internacionales que tengan como resultado que tu actividad sea climáticamente neutral. A través de esta estrategia de las Naciones Unidas podrás financiar proyectos que impactan directa y positivamente en la reducción de emisión de gases de efecto invernadero a la gran atmósfera de la Tierra, que todos compartimos.


#SomosLaFuerzaQueMueveAChihuahua


f.santini@ccechihuahua.com