Hace 47 años (SAR 73) se planteó un sistema de retiro en donde las pensiones de los trabajadores eran pagadas por el gobierno federal, el asegurado sólo tenía que trabajar durante 10 años (500 semanas de cotización) para hacerse acreedor a una pensión vitalicia calculada con el promedio del salario de sus últimos 5 años laborados. Dicho sistema era una maravilla para el trabajador, pero representaba un agujero cada vez más grande e insostenible para el erario.
En 1997 se crea el nuevo sistema de retiro, en donde ahora son los trabajadores los que deben ahorrar a lo largo de su vida laboral para alcanzar una pensión. Los recursos ahorrados son administrados por instituciones financieras privadas, quienes los invierten en el mercado de valores generándoles competitivos rendimientos a los trabajadores, a cambio de una comisión relativamente baja.
Según datos de la Consar, el monto total de las Afores representa hoy en día más de 6 billones de pesos (un 6 con 12 ceros a la derecha), lo cual representa el 16.7% del Producto Interno Bruto de nuestro país. Esta atractiva cifra comienza a atraer las miradas del gobierno federal, quien pareciera estar tratando de conseguir dinero de donde se pueda.
Hace unos días, el Partido del Trabajo propuso que el dinero de las Afores fuera nuevamente administrado por el Estado, dejando fuera del camino a las instituciones privadas. Más recientemente, se propuso también la reducción de las comisiones que cobran dichas instituciones, del promedio actual del 0.92% al 0.54% sobre el total de la cuenta. Esto último podría ocasionar que más administradoras decidieran retirarse del rubro, pues ya de por sí sólo quedan 10 de las 21 iniciales.
Así mismo, existe otra reciente iniciativa de Morena para la Modalidad 40 (para personas que están en el régimen 73 y fueron dadas de baja por su patrón), que consiste en topar la pensión recibida a 10 UMAS mensuales (poco más de 26 mil pesos), actualmente el tope es de 25 UMAS al mes, que significan unos 60 mil pesos de pensión.
Sin duda, las Afores están en la mira del gobierno federal, algunas propuestas son buenas, y otras no tanto, pero lo que sí es seguro es que en este sexenio vendrán cambios para todos los sistemas de pensiones que hay actualmente en nuestro país.
LAF y MF Luis Gómez, analista financiero
