/ domingo 30 de enero de 2022

La incongruencia e ineptitud en la toma de decisiones (regreso a clases)

Por: Brenda Ríos

Un tema que en estos días ha cobrado fuerza por el hartazgo de muchos padres de familia que se han pronunciado en contra del manejo injusto en los cierres de escuelas y de verdad que con toda la razón, además es importante que como sociedad cuestionemos a la autoridad en un tema que sinceramente no creo que estén poniendo atención y mucho menos creo que esté en la agenda de prioridades.

Existe una gran incongruencia en las decisiones que se han tomado, ya que no obedecen al fin más importante y que debería ponderar: el bienestar de los niños. El tema no se ve de fondo y lo digo también como la mamá de un niño que se encuentra afectado por estas malas decisiones y vaya que en mi caso digamos que “tengo opciones”, lo que lamentablemente no es el caso de miles de mujeres chihuahuenses que se son jefas de familia y único sustento económico de su hogar. A raíz de ver la injusticia que se está cometiendo en contra de nuestros hijos, muchos decidimos levantar la voz de diferentes maneras, porque vemos con molestia que no se le da importancia y tampoco se les ven ganas de darle solución a esto. Sabemos que a todos nos afectó de alguna u otra manera la pandemia y nos hemos tenido que ajustar como sociedad a formas diferentes de hacer las cosas para que la economía y la vida sigan funcionando, entonces ¿por qué no hacer lo mismo con las escuelas? Por supuesto que como padres de familia no nos cabe en la cabeza cómo bares, casinos, cines y centros comerciales permanecen abiertos poniendo a todo tipo de negocio en estatus de esencial, dejando de lado la educación; la autoridad necesita entender que las escuelas “no son el problema”, no es ahí donde está el alza de contagios y tampoco son focos de infección.

Muy válido y entendible es el enojo e impotencia de los padres de familia por el actuar de las autoridades que ha sido totalmente incongruente y claro que exigimos una explicación de por qué sólo las escuelas permanecen cerradas, pero no queremos su punto de vista personal o lo que ellos consideran como “bueno para la niños”, queremos que basen sus decisiones en datos duros, estudios de especialistas en la materia y tomando también en cuenta las recomendaciones incluso de la ONU y la Organización Mundial de la Salud.

Siendo empresaria, tengo claro que la economía no se puede parar, que tenemos que seguir y estoy a favor de que con las medidas necesarias sigamos abiertos, pero ¿qué hay de las escuelas? Han sido años difíciles y como buenos norteños vamos a salir adelante, pero la cosa tiene que ser pareja en todos los ámbitos, no sólo se trata de la economía, hay algo todavía más importante que es la salud mental de nuestros niños, la salud mental de toda una generación que en unos años va a tomar las riendas del país del mundo y que está sufriendo una catástrofe generacional, dicho por la ONU.

¿Cuál es el criterio que usan para permitir que los antros estén abiertos y las escuelas no? Esa es la pregunta en cuestión que muchos ciudadanos nos hacemos y exigimos respuesta.

Lamentablemente el problema no es tan sencillo, lo señalo por algo que leí por ahí en los comentarios de una nota sobre el tema y me pareció además de absurdo y grave, una falta de respeto para los niños y sus derechos, decía algo como: “señoras huevonas no quieren a los niños en la casa…”. Ruego al cielo por que la autoridad estatal no vaya por el mismo pensamiento, el problema de que los niños no vayan a la escuela va mucho más allá de qué estén en la casa o no, si realmente lo vieran desde la perspectiva correcta se daría cuenta que es un daño generacional el que se les está haciendo, están quitándoles un derecho por pura necedad, sin argumentos, sin voltear a ver los muchos casos que existen de niños donde la escuela para ellos era su único lugar seguro. Ahora mismo hay pequeños siendo acosados, abusados e incluso violados, hay infinidad de casos en donde la madre jefa de familia tiene que salir a trabajar y en su desesperación por llevar la comida a la mesa los hijos se quedan solos o en algunos casos, sin saberlo, en manos de la persona “equivocada”, esto por hablar de sólo un escenario.

Autoridades durante todo este proceso de ineptitud de su parte respecto a este tema y para su información, “cosas graves” están pasando, ¿alguien ya pensó en eso o sólo viven en su burbuja privilegiada de intereses?, ¿o acaso esto no les conviene tanto como para ponerle su atención? En fin, espero que la presión y acciones por tanta inconformidad los lleve a actuar.

Hoy aplaudo la valentía de muchas mamás y papás que levantaron la voz por sus hijos durante estas semanas y segura estoy de que esto no va a parar hasta que logremos que voolteen a ver este tema con el interés e importancia que requiere, porque se trata de nuestros niños y ¿qué hay más importante que eso?


Por: Brenda Ríos

Un tema que en estos días ha cobrado fuerza por el hartazgo de muchos padres de familia que se han pronunciado en contra del manejo injusto en los cierres de escuelas y de verdad que con toda la razón, además es importante que como sociedad cuestionemos a la autoridad en un tema que sinceramente no creo que estén poniendo atención y mucho menos creo que esté en la agenda de prioridades.

Existe una gran incongruencia en las decisiones que se han tomado, ya que no obedecen al fin más importante y que debería ponderar: el bienestar de los niños. El tema no se ve de fondo y lo digo también como la mamá de un niño que se encuentra afectado por estas malas decisiones y vaya que en mi caso digamos que “tengo opciones”, lo que lamentablemente no es el caso de miles de mujeres chihuahuenses que se son jefas de familia y único sustento económico de su hogar. A raíz de ver la injusticia que se está cometiendo en contra de nuestros hijos, muchos decidimos levantar la voz de diferentes maneras, porque vemos con molestia que no se le da importancia y tampoco se les ven ganas de darle solución a esto. Sabemos que a todos nos afectó de alguna u otra manera la pandemia y nos hemos tenido que ajustar como sociedad a formas diferentes de hacer las cosas para que la economía y la vida sigan funcionando, entonces ¿por qué no hacer lo mismo con las escuelas? Por supuesto que como padres de familia no nos cabe en la cabeza cómo bares, casinos, cines y centros comerciales permanecen abiertos poniendo a todo tipo de negocio en estatus de esencial, dejando de lado la educación; la autoridad necesita entender que las escuelas “no son el problema”, no es ahí donde está el alza de contagios y tampoco son focos de infección.

Muy válido y entendible es el enojo e impotencia de los padres de familia por el actuar de las autoridades que ha sido totalmente incongruente y claro que exigimos una explicación de por qué sólo las escuelas permanecen cerradas, pero no queremos su punto de vista personal o lo que ellos consideran como “bueno para la niños”, queremos que basen sus decisiones en datos duros, estudios de especialistas en la materia y tomando también en cuenta las recomendaciones incluso de la ONU y la Organización Mundial de la Salud.

Siendo empresaria, tengo claro que la economía no se puede parar, que tenemos que seguir y estoy a favor de que con las medidas necesarias sigamos abiertos, pero ¿qué hay de las escuelas? Han sido años difíciles y como buenos norteños vamos a salir adelante, pero la cosa tiene que ser pareja en todos los ámbitos, no sólo se trata de la economía, hay algo todavía más importante que es la salud mental de nuestros niños, la salud mental de toda una generación que en unos años va a tomar las riendas del país del mundo y que está sufriendo una catástrofe generacional, dicho por la ONU.

¿Cuál es el criterio que usan para permitir que los antros estén abiertos y las escuelas no? Esa es la pregunta en cuestión que muchos ciudadanos nos hacemos y exigimos respuesta.

Lamentablemente el problema no es tan sencillo, lo señalo por algo que leí por ahí en los comentarios de una nota sobre el tema y me pareció además de absurdo y grave, una falta de respeto para los niños y sus derechos, decía algo como: “señoras huevonas no quieren a los niños en la casa…”. Ruego al cielo por que la autoridad estatal no vaya por el mismo pensamiento, el problema de que los niños no vayan a la escuela va mucho más allá de qué estén en la casa o no, si realmente lo vieran desde la perspectiva correcta se daría cuenta que es un daño generacional el que se les está haciendo, están quitándoles un derecho por pura necedad, sin argumentos, sin voltear a ver los muchos casos que existen de niños donde la escuela para ellos era su único lugar seguro. Ahora mismo hay pequeños siendo acosados, abusados e incluso violados, hay infinidad de casos en donde la madre jefa de familia tiene que salir a trabajar y en su desesperación por llevar la comida a la mesa los hijos se quedan solos o en algunos casos, sin saberlo, en manos de la persona “equivocada”, esto por hablar de sólo un escenario.

Autoridades durante todo este proceso de ineptitud de su parte respecto a este tema y para su información, “cosas graves” están pasando, ¿alguien ya pensó en eso o sólo viven en su burbuja privilegiada de intereses?, ¿o acaso esto no les conviene tanto como para ponerle su atención? En fin, espero que la presión y acciones por tanta inconformidad los lleve a actuar.

Hoy aplaudo la valentía de muchas mamás y papás que levantaron la voz por sus hijos durante estas semanas y segura estoy de que esto no va a parar hasta que logremos que voolteen a ver este tema con el interés e importancia que requiere, porque se trata de nuestros niños y ¿qué hay más importante que eso?