/ sábado 21 de noviembre de 2020

La indolencia del gobierno federal

Cuesta trabajo creer en la insensibilidad de muchos funcionarios de alto nivel que en medio de la tempestad que azota al país siguen creyendo o al menos hacen creer a otros, que no pasa nada. La ciudadanía pensante está perpleja con la indolencia del propio López Obrador, que sigue con el mal ejemplo de no usar el cubrebocas, de continuar engañando sobre la situación real que guarda el país en lo tocante a la pobreza y a la gravedad de la salud por los que atravesamos y que continúan confundiendo con la cantaleta de que pandemia está domada, frente a una realidad que todo México conoce, de más de una millón de personas contagiadas en esta pandemia y con una cifra altísima de muertos.

Mueve y duele el sufrimiento de millones de mexicanos y duele más la falta de empatía del presidente y de los legisladores que aprobaron el presupuesto de egresos, sin tomar en cuenta las necesidades reales del pueblo que sufre por la falta de recursos en el Sector Salud, al que se ha descuidado desde hace décadas, y lejos de buscar soluciones eficientes y eficaces que abonen para hacer una contención de los problemas, no asignaron recursos económicos para mejorar el rubro de la salud, ni asignaron partidas para la obtención de vacunas contra el Covid, y menos para hacer frente a otro tipo de padecimientos que sufren miles de mexicanos, por ejemplo el de los niños con cáncer, que tuvieron atención médica gratuita con el Seguro Popular, y que llegando López Obrador a la presidencia cortó de tajo, sin importarle las consecuencias de los niños que al quedarse sin medicamento han fallecido. Sólo recordar un dato, antes de que el Seguro Popular brindara cobertura amplia y gratuita a los niños y adolescentes con cáncer, fallecían siete de cada diez, con el Seguro Popular gratuito, de cada diez niños siete se salvaron, y por una vida humana que se salve, bien vale cualquier sacrificio, pero eso es historia.

Duele la falta de empatía del presidente y sus legisladores queen el presupuesto de egresos etiquetaron mejor recursos para Pemex (para pagar la deuda), y aseguraron también los recursos económicos a programas clientelares de Morena, es decir el dinero que se reparte sin reglas de operación y sin auditorías para mantener el voto favorable a López Obrador y su gente allegada, esa gente que le está aplaudiendo las ocurrencias y mentiras de todos los días.

Qué lamentable que en lugar de etiquetar recursos para apoyar a las pequeñas y medianas empresas y apoyar un poco la economía mexicana, los diputados federales de López Obrador etiquetaron recursos para la Refinería de Dos Bocas en Tabasco, la cual por cierto con cada lluvia se inunda, esto frente a los países desarrollados que están apostando a las energías limpias y renovables.

Cómo duele la falta de empatía del presidente López y de sus funcionarios, quienes ya se olvidaron de los pobres, porque han hecho de los pobres a los más perjudicados.

Cuesta trabajo creer en la insensibilidad de muchos funcionarios de alto nivel que en medio de la tempestad que azota al país siguen creyendo o al menos hacen creer a otros, que no pasa nada. La ciudadanía pensante está perpleja con la indolencia del propio López Obrador, que sigue con el mal ejemplo de no usar el cubrebocas, de continuar engañando sobre la situación real que guarda el país en lo tocante a la pobreza y a la gravedad de la salud por los que atravesamos y que continúan confundiendo con la cantaleta de que pandemia está domada, frente a una realidad que todo México conoce, de más de una millón de personas contagiadas en esta pandemia y con una cifra altísima de muertos.

Mueve y duele el sufrimiento de millones de mexicanos y duele más la falta de empatía del presidente y de los legisladores que aprobaron el presupuesto de egresos, sin tomar en cuenta las necesidades reales del pueblo que sufre por la falta de recursos en el Sector Salud, al que se ha descuidado desde hace décadas, y lejos de buscar soluciones eficientes y eficaces que abonen para hacer una contención de los problemas, no asignaron recursos económicos para mejorar el rubro de la salud, ni asignaron partidas para la obtención de vacunas contra el Covid, y menos para hacer frente a otro tipo de padecimientos que sufren miles de mexicanos, por ejemplo el de los niños con cáncer, que tuvieron atención médica gratuita con el Seguro Popular, y que llegando López Obrador a la presidencia cortó de tajo, sin importarle las consecuencias de los niños que al quedarse sin medicamento han fallecido. Sólo recordar un dato, antes de que el Seguro Popular brindara cobertura amplia y gratuita a los niños y adolescentes con cáncer, fallecían siete de cada diez, con el Seguro Popular gratuito, de cada diez niños siete se salvaron, y por una vida humana que se salve, bien vale cualquier sacrificio, pero eso es historia.

Duele la falta de empatía del presidente y sus legisladores queen el presupuesto de egresos etiquetaron mejor recursos para Pemex (para pagar la deuda), y aseguraron también los recursos económicos a programas clientelares de Morena, es decir el dinero que se reparte sin reglas de operación y sin auditorías para mantener el voto favorable a López Obrador y su gente allegada, esa gente que le está aplaudiendo las ocurrencias y mentiras de todos los días.

Qué lamentable que en lugar de etiquetar recursos para apoyar a las pequeñas y medianas empresas y apoyar un poco la economía mexicana, los diputados federales de López Obrador etiquetaron recursos para la Refinería de Dos Bocas en Tabasco, la cual por cierto con cada lluvia se inunda, esto frente a los países desarrollados que están apostando a las energías limpias y renovables.

Cómo duele la falta de empatía del presidente López y de sus funcionarios, quienes ya se olvidaron de los pobres, porque han hecho de los pobres a los más perjudicados.