Por: Óscar Estrada Murrieta
La madera ha sido un material utilizado por el ser humano desde sus propios orígenes. Sus primeros usos fueron como combustible, tanto para preparar sus alimentos, como para protegerse del frío. Se utilizó además para la fabricación de arcos y flechas, así como para diferentes tipos de herramientas primitivas. Con el desarrollo de las sociedades humanas, se incrementó su uso para la construcción de viviendas y de diferentes tipos y tamaños de embarcaciones, desde las más pequeñas, hasta embarcaciones de guerra y grandes barcos utilizados para el comercio intercontinental.
Con la llegada de la Revolución Industrial, un importante uso de la madera fue para la fabricación de durmientes, con los cuales se impulsó el desarrollo de las vías de ferrocarril, tanto para el transporte de pasajeros como para la carga de las diferentes mercancías y materias primas. De esta forma, su uso ha evolucionado y se ha diversificado, para adaptarse a muy variadas necesidades del ser humano.
Actualmente, la madera es ya un material indispensable para muy diversos usos, entre los que destacan principalmente la construcción de viviendas y la fabricación de muebles. En las últimas décadas, con el surgimiento tanto de grandes, como de pequeñas fábricas de todo tipo, y con la automatización de los procesos de producción y de carga de las diferentes mercancías, un uso de la madera que ha tenido un gran auge es el de la fabricación de tarimas o pallets.
Si bien, el origen de la tarima, junto con el uso del montacargas, data desde hace un poco más de un siglo, es en las últimas décadas, con la globalización del comercio, que su uso se ha incrementado de manera exponencial, ante la necesidad de hacer más eficiente y menos costoso el transporte y almacenamiento de productos de todo tipo. Hoy como dice Rex Lowe, un importante comercializador de tarimas en Estados Unidos, “El mundo entero se mueve en una tarima. No importa lo que compraste en tu casa. Llegó allí en una tarima”.
Es en este contexto en el que se abre una gran oportunidad para la industria forestal, particularmente para cubrir la creciente demanda de tarimas. El estado de Chihuahua es el segundo productor nacional de madera. Su industria forestal se concentra principalmente en la región de Parral, así como en la Cd. de Chihuahua, Cuauhtémoc, Guachochi y Madera, entre las más importantes. Es un sector que genera una gran cantidad de empleos en el estado, tanto en la propia industria, como en las áreas de abastecimiento de materia prima, en todos los rincones y comunidades de la sierra.
Dada la importante participación de la industria forestal, tanto en la generación de empleos, como en su papel clave en las cadenas de suministro, es muy importante que los gobiernos estatal y federal tomen en consideración a este sector y se le dé el apoyo necesario para que continúe su desarrollo y se facilite su operación.
En Chihuahua, la representación estatal de la Semarnat y en la parte que corresponde a la Conafor, han brindado hasta ahora muy buena atención para agilizar los trámites de autorización de aprovechamientos y de documentación para el transporte legal de la madera, lo cual ha sido reconocido, incluso a nivel nacional. Ojalá y así se continúe dando este importante apoyo. Recordemos que la madera es un producto natural y renovable, cuyo aprovechamiento sustentable, contribuye además a la mitigación del cambio climático y otros importantes beneficios ambientales.
