“La ineptocracia es el sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar son elegidos por lo menos preparados para producir, y a los menos preparados para procurarse su sustento les regalan bienes y servicios pagados con los impuestos confiscatorios sobre el trabajo y la riqueza de unos productores en número descendente, y todo ello promovido por una izquierda populista y demagoga que predica teorías, que sabe que han fracasado allí donde se han aplicado, a unas personas que sabe que son idiotas”, Jean D’Ormesson.
En México y en Chihuahua, hablando en plata, rarísimos gobiernos han dejado satisfechos a la mayoría de los ciudadanos, donde los 12 años de gobiernos federales panistas no consiguieron los resultados que imaginaban quienes votaron por ellos, y en estos momentos en Chihuahua oscilamos entre alguna funcionalidad y cierta incapacidad, falta de técnica, falta de criterio y mediocridad en los niveles directivos y los mandos medios de las burocracias.
Nuestros grillo-gobernantes no terminan de asimilar la nueva dinámica informativa y de comunicación, muy diferente del periodismo del siglo XX. Muchísimos funcionarios quieren seguir informando a cuentagotas, en una época en que cualquiera armado con una laptop y preguntándole en español a Google, consigue abundante información sobre cualquier tema técnico de los gobiernos.
Por ejemplo, vamos hacia una consulta sobre si concesionar o no el alumbrado público, siendo que bastaría con publicar suficiente información técnica y financiera. En el Congreso del Estado hablan de una inversión de 30 millones de pesos para modernizar los sistemas informáticos, pero no se dice ni pío de cómo y sus alternativas.
En mi experiencia en los gobiernos, por lo general los burócratas y funcionarios se ponían muy nerviosos y trataban de esconder la información de los proyectos, cuando no tenían suficiente experiencia y conocimientos o los proyectos estaban insuficientemente armados o de plano ya existía un "proveedor favorecido".
Décadas de permanencia del crimen organizado, la corrupción, la falta de mantenimiento de la infraestructura urbana, la acumulación de créditos y deudas casi impagables, etc., han desvielado las burocracias y para poder encontrar soluciones y alternativas, no se va poder si seguimos eligiendo ambiciosos, impreparados, mononeuronales o meros incondicionales del gobernante en turno.