/ domingo 12 de junio de 2022

La metamorfosis de partidos 

Por: José Luis Jáquez Balderrama

Las transformaciones políticas se presentan de manera acelerada, por lo que se necesita analizar los marcos referenciales desde una óptica global, indispensable en la solución de problemas concretos.

La crisis de confianza hacia los partidos políticos ha obligado a muchas naciones a buscar el fortalecimiento de las instituciones, como es el caso del Instituto Nacional Electoral en México.

El INE ha “soportado” tremenda andanada de ataques, principalmente de la “cuarta transformación” a pesar de que los resultados electorales le han favorecido, como sucedió el pasado 5 de junio.

Los partidos pasan por grave crisis de credibilidad, por lo que su recuperación tiene que darse en el marco del derecho, transparencia y participación activa de los ciudadanos, de lo contrario corremos el riesgo de un retroceso en la democracia.

Ignacio Camargo González en su libro “Actores de la política” señala que los partidos enfrentan un creciente descrédito en el mismo núcleo de su propuesta organizativa tradicional y en la representación política territorial.

Las causas de esta crisis son variables, pero destaca lo siguiente

Los malos resultados económicos. Hay un creciente número de pobres, pues mientras que hace tres años había 51.9 millones de mexicanos en pobreza, el año pasado sumaron 55.7 millones; el mayor cambio en términos de carencias sociales se presentó en el acceso a los servicios de salud, que se demostró durante la pandemia, esto en el informe de Coneval.

Los escasos resultados en el ataque a la corrupción. En México, la percepción de que la lucha contra la corrupción avanza se estancó en el 2021, ya que se mantuvo en la posición 124 de 180 países que son evaluados por Transparencia Internacional (TI) en materia de combate al flagelo, mismo lugar que ocupó en el 2020.

La traición ideológica. Es parte de la “cotidianidad” que líderes, caciques o gobernantes se pasen de un partido a otro. Como el caso de Morena que “acogió” sin problema a candidatos de otros partidos. La metamorfosis ideológica se ha “normalizado”.

Malos candidatos en todos los partidos y promesas de campaña incumplidas. Y pocos resultados en la administración pública.

Crecimiento del narcotráfico y la delincuencia común. En poco más de tres años del gobierno federal van 120 mil asesinatos violentos con un 97 por ciento de impunidad.

Ahora no es la intención poner todo en color negro, México ha tenido avances en el campo de la democracia, como es la garantía del sufragio a través de los órganos electorales. Camino que no debe perderse en las elecciones del 2024.

En dicho avance han intervenido muchos factores, como lo son: la participación de ciudadanos en los organismos electorales, nuevas leyes en materia electoral y la apertura de los medios de comunicación. La prensa libre, pues.

También han surgido organismos especializados que le disputan la representación a los partidos (en temas para los que no ha podido responder eficazmente) como son los consejos empresariales y la sociedad civil, que en países europeos influyen determinantemente como factores de poder en la toma de decisiones de una nación, llamados como el Quinto Poder, por parte del politicólogo Ignacio Ramonet, director del periódico francés Le Mond.

Las organizaciones ciudadanas son significativas, porque contribuyen a impedir la dominación, como sucede en los países populistas o dictaduras.

Sin embargo, a medida que un número cada vez mayor de votantes confiesa sentir menos lealtad hacia los partidos políticos, los candidatos tendrán que moderar sus mensajes y huir de la etiqueta, esto es desafiar la clasificación ideológica convencional del organismo político que lo apoya. Esto ya sucedió en los Estados Unidos, con el llamado fenómeno de la “triangulación”.

Por eso, en las próximas elecciones, es seguro que los partidos cambiarán radicalmente sus estrategias, es decir buscar nuevos nichos de poder. Algunos se autonombrarán candidatos ciudadanos para cobijar todas las corrientes políticas (“muy plurales") otros pocos les

importarán los principios ideológicos y se irán por las llamadas alianzas, que para muchos es absurdo ver izquierda y derecha unida, claro, todo por la conquista del poder.


Por: José Luis Jáquez Balderrama

Las transformaciones políticas se presentan de manera acelerada, por lo que se necesita analizar los marcos referenciales desde una óptica global, indispensable en la solución de problemas concretos.

La crisis de confianza hacia los partidos políticos ha obligado a muchas naciones a buscar el fortalecimiento de las instituciones, como es el caso del Instituto Nacional Electoral en México.

El INE ha “soportado” tremenda andanada de ataques, principalmente de la “cuarta transformación” a pesar de que los resultados electorales le han favorecido, como sucedió el pasado 5 de junio.

Los partidos pasan por grave crisis de credibilidad, por lo que su recuperación tiene que darse en el marco del derecho, transparencia y participación activa de los ciudadanos, de lo contrario corremos el riesgo de un retroceso en la democracia.

Ignacio Camargo González en su libro “Actores de la política” señala que los partidos enfrentan un creciente descrédito en el mismo núcleo de su propuesta organizativa tradicional y en la representación política territorial.

Las causas de esta crisis son variables, pero destaca lo siguiente

Los malos resultados económicos. Hay un creciente número de pobres, pues mientras que hace tres años había 51.9 millones de mexicanos en pobreza, el año pasado sumaron 55.7 millones; el mayor cambio en términos de carencias sociales se presentó en el acceso a los servicios de salud, que se demostró durante la pandemia, esto en el informe de Coneval.

Los escasos resultados en el ataque a la corrupción. En México, la percepción de que la lucha contra la corrupción avanza se estancó en el 2021, ya que se mantuvo en la posición 124 de 180 países que son evaluados por Transparencia Internacional (TI) en materia de combate al flagelo, mismo lugar que ocupó en el 2020.

La traición ideológica. Es parte de la “cotidianidad” que líderes, caciques o gobernantes se pasen de un partido a otro. Como el caso de Morena que “acogió” sin problema a candidatos de otros partidos. La metamorfosis ideológica se ha “normalizado”.

Malos candidatos en todos los partidos y promesas de campaña incumplidas. Y pocos resultados en la administración pública.

Crecimiento del narcotráfico y la delincuencia común. En poco más de tres años del gobierno federal van 120 mil asesinatos violentos con un 97 por ciento de impunidad.

Ahora no es la intención poner todo en color negro, México ha tenido avances en el campo de la democracia, como es la garantía del sufragio a través de los órganos electorales. Camino que no debe perderse en las elecciones del 2024.

En dicho avance han intervenido muchos factores, como lo son: la participación de ciudadanos en los organismos electorales, nuevas leyes en materia electoral y la apertura de los medios de comunicación. La prensa libre, pues.

También han surgido organismos especializados que le disputan la representación a los partidos (en temas para los que no ha podido responder eficazmente) como son los consejos empresariales y la sociedad civil, que en países europeos influyen determinantemente como factores de poder en la toma de decisiones de una nación, llamados como el Quinto Poder, por parte del politicólogo Ignacio Ramonet, director del periódico francés Le Mond.

Las organizaciones ciudadanas son significativas, porque contribuyen a impedir la dominación, como sucede en los países populistas o dictaduras.

Sin embargo, a medida que un número cada vez mayor de votantes confiesa sentir menos lealtad hacia los partidos políticos, los candidatos tendrán que moderar sus mensajes y huir de la etiqueta, esto es desafiar la clasificación ideológica convencional del organismo político que lo apoya. Esto ya sucedió en los Estados Unidos, con el llamado fenómeno de la “triangulación”.

Por eso, en las próximas elecciones, es seguro que los partidos cambiarán radicalmente sus estrategias, es decir buscar nuevos nichos de poder. Algunos se autonombrarán candidatos ciudadanos para cobijar todas las corrientes políticas (“muy plurales") otros pocos les

importarán los principios ideológicos y se irán por las llamadas alianzas, que para muchos es absurdo ver izquierda y derecha unida, claro, todo por la conquista del poder.