/ domingo 22 de agosto de 2021

La misteriosa reunión de Ariadna Montiel y dos priistas

Por: Luis Rubén Maldonado Alvídrez

Ahora que Juan Carlos Loera de la Rosa perdió la Gubernatura salen a relucir muchos acontecimientos que permanecieron ocultos durante la campaña a la Gubernatura y a las alcaldías, especialmente en la de la capital del estado de Chihuahua, donde el ex priista y no morenista Marco Adán Quezada Martínez creyó que podía ganar con el impulso de antaño sin la marca PRI.

Hubo muchas sospechas desde que cambió la dirigencia estatal del PRI por instrucciones del gobernador Javier Corral: Quitaron a Omar Bazán los corralistas vestidos de priistas para poner al más corralista de todos los priistas de base: Alejandro Domínguez.

Domínguez puso en la capital a su alfil como dirigente: Ricardo Santana, y a ambos los cubría la sombra de la sospecha: ambos muy cercanos al grupo del exalcalde Quezada y de sus entonces operadores priistas.

Así que, el candidato priista a la Alcaldía capitalina, Sergio Carrillo, siempre sospechó de una eventual traición al estilo de Judas. Se rumora que siempre le pusieron obstáculos a Carrillo para que no avanzara en el territorio y así beneficiar a Quezada Martínez mientras coqueteaban con el Partido Acción Nacional y sus candidatos Maru Campos y Marco Bonilla.

La gran mayoría del priismo de base no confiaba, especialmente en Domínguez (y hay quienes seguimos sin hacerlo), pero ahora que la chairiza anda dolida de muerte porque no ganaron ni Loera ni Quezada, han salido a relucir hechos y compromisos hasta hoy desconocidos.

Pues resulta que Ariadna Montiel, poderosa subsecretaria del Bienestar a nivel federal y operadora política de Juan Carlos Loera, así como su hada madrina, tuvo una reunión en plena campaña para comprometer el apoyo de la cúpula priista a favor de Marco Quezada.

Montiel es la responsable desde la elección de 2018 de la operación política y del avance de la transformación de cuarta en Chihuahua, así que estaba desesperada por lograr apoyos por el candidato por el que ella se decantó en la capital.

Pues, dice la chairiza herida y abandonada que en esa reunión con Ariadna fueron dos priistas de larga data y cargos relevantes en la administración pública y la vida partidista para pactar un enorme compromiso a favor de Quezada para después intentar pactar con el panismo capitalino en los mismos términos.

¿Quiénes habrán sido estos dos priistas que se reunieron con Arianda? Como pistas, nos dicen, ambos han transitado desde los años 90 en la estructura del Ayuntamiento y el Gobierno del Estado y gozan de la confianza de Quezada.

Al tiempo.

ULTIMALETRA

Clamor nacional: vuelve de Washington y reconquista la SEP, Esteban Moctezuma.


luisruben@plandevuelo.mx

Por: Luis Rubén Maldonado Alvídrez

Ahora que Juan Carlos Loera de la Rosa perdió la Gubernatura salen a relucir muchos acontecimientos que permanecieron ocultos durante la campaña a la Gubernatura y a las alcaldías, especialmente en la de la capital del estado de Chihuahua, donde el ex priista y no morenista Marco Adán Quezada Martínez creyó que podía ganar con el impulso de antaño sin la marca PRI.

Hubo muchas sospechas desde que cambió la dirigencia estatal del PRI por instrucciones del gobernador Javier Corral: Quitaron a Omar Bazán los corralistas vestidos de priistas para poner al más corralista de todos los priistas de base: Alejandro Domínguez.

Domínguez puso en la capital a su alfil como dirigente: Ricardo Santana, y a ambos los cubría la sombra de la sospecha: ambos muy cercanos al grupo del exalcalde Quezada y de sus entonces operadores priistas.

Así que, el candidato priista a la Alcaldía capitalina, Sergio Carrillo, siempre sospechó de una eventual traición al estilo de Judas. Se rumora que siempre le pusieron obstáculos a Carrillo para que no avanzara en el territorio y así beneficiar a Quezada Martínez mientras coqueteaban con el Partido Acción Nacional y sus candidatos Maru Campos y Marco Bonilla.

La gran mayoría del priismo de base no confiaba, especialmente en Domínguez (y hay quienes seguimos sin hacerlo), pero ahora que la chairiza anda dolida de muerte porque no ganaron ni Loera ni Quezada, han salido a relucir hechos y compromisos hasta hoy desconocidos.

Pues resulta que Ariadna Montiel, poderosa subsecretaria del Bienestar a nivel federal y operadora política de Juan Carlos Loera, así como su hada madrina, tuvo una reunión en plena campaña para comprometer el apoyo de la cúpula priista a favor de Marco Quezada.

Montiel es la responsable desde la elección de 2018 de la operación política y del avance de la transformación de cuarta en Chihuahua, así que estaba desesperada por lograr apoyos por el candidato por el que ella se decantó en la capital.

Pues, dice la chairiza herida y abandonada que en esa reunión con Ariadna fueron dos priistas de larga data y cargos relevantes en la administración pública y la vida partidista para pactar un enorme compromiso a favor de Quezada para después intentar pactar con el panismo capitalino en los mismos términos.

¿Quiénes habrán sido estos dos priistas que se reunieron con Arianda? Como pistas, nos dicen, ambos han transitado desde los años 90 en la estructura del Ayuntamiento y el Gobierno del Estado y gozan de la confianza de Quezada.

Al tiempo.

ULTIMALETRA

Clamor nacional: vuelve de Washington y reconquista la SEP, Esteban Moctezuma.


luisruben@plandevuelo.mx