/ viernes 8 de octubre de 2021

La objeción de conciencia

Se atribuye a Voltaire la frase célebre que reza “ No estoy de acuerdo con lo que dice, pero defenderé con mi vida su derecho a decirlo”, la libertad es un derecho fundamental del ser humano, y en la misma se funda el derecho a la objeción de conciencia, el diccionario de Oxford define a la objeción de conciencia como “ La razón o el argumento de carácter ético o religioso que una persona aduce para incumplir u oponerse a disposiciones oficiales como cumplir el servicio militar o practicar un aborto, etc.” Ésto es, que la objeción de conciencia se pone en práctica cuándo existe un choque entre lo que obliga una disposición legal y lo que mandata una norma ética o religiosa. Todos los seres humanos podemos en un momento dado ejercer el derecho a la objeción de conciencia, situación que debe ser respetada y atendida, fundamentalmente por las Autoridades y el Gobierno. Resulta un contrasentido que El máximo órgano del Poder Judicial con la potestad que tiene de exigir la observancia de la ley y evitar que se violen los derechos humanos, ahora argumente que el derecho de objeción de conciencia de los médicos no aplica en los casos de mujeres que quieran abortar, porque los once ministros que componen a la Suprema Corte de Justicia de la Nación consideran de mayor importancia el derecho que tiene la mujer de “ interrumpir voluntariamente el embarazo de su hijo”, que el derecho a la objeción de conciencia. De acuerdo al criterio del mencionado órgano, los médicos ya no podrán hacer uso de la objeción de conciencia y aunque no estén de acuerdo, serán obligados por el Estado a practicar los abortos aún en contra de su voluntad, es decir, aún a costa de que se viole su derecho fundamental a la libertad de creencia y de expresión tutelado por la Constitución, frente al hecho de matar a inocentes que ha sido considerado un “ derecho” sin que se fundamente como tal en la Constitución ni en los Tratados Internacionales.

Afortunadamente miles de médicos han protestado en las redes sociales y en diferentes medios, en base a la objeción de conciencia de que ellos estudiaron medicina para salvar vidas, no para matarlas, acción que debe ser apoyada y defendida por todos los defensores de la vida y por ende los que estamos en contra de la cultura de la muerte.

En varios países Latinoamericanos existen lagunas en torno a éste tema, por la falta de regulación adecuada y la poca Jurisprudencia que existe en la materia.

El derecho no siempre va de la mano con la Justicia, por eso, cuándo una norma legal se contraponga a los principios y valores éticos y religiosos, en conciencia la norma legal no debe obedecerse, en eso estriba la objeción de conciencia.

Hay que estar atentos, si no le damos importancia hoy a nuestro derecho de objeción de conciencia, no es de extrañar que en un futuro no lejano, nos estarán obligando a ser cómplices de la muerte de seres humanos indefensos y a la eutanasia de enfermos y ancianos.

Se atribuye a Voltaire la frase célebre que reza “ No estoy de acuerdo con lo que dice, pero defenderé con mi vida su derecho a decirlo”, la libertad es un derecho fundamental del ser humano, y en la misma se funda el derecho a la objeción de conciencia, el diccionario de Oxford define a la objeción de conciencia como “ La razón o el argumento de carácter ético o religioso que una persona aduce para incumplir u oponerse a disposiciones oficiales como cumplir el servicio militar o practicar un aborto, etc.” Ésto es, que la objeción de conciencia se pone en práctica cuándo existe un choque entre lo que obliga una disposición legal y lo que mandata una norma ética o religiosa. Todos los seres humanos podemos en un momento dado ejercer el derecho a la objeción de conciencia, situación que debe ser respetada y atendida, fundamentalmente por las Autoridades y el Gobierno. Resulta un contrasentido que El máximo órgano del Poder Judicial con la potestad que tiene de exigir la observancia de la ley y evitar que se violen los derechos humanos, ahora argumente que el derecho de objeción de conciencia de los médicos no aplica en los casos de mujeres que quieran abortar, porque los once ministros que componen a la Suprema Corte de Justicia de la Nación consideran de mayor importancia el derecho que tiene la mujer de “ interrumpir voluntariamente el embarazo de su hijo”, que el derecho a la objeción de conciencia. De acuerdo al criterio del mencionado órgano, los médicos ya no podrán hacer uso de la objeción de conciencia y aunque no estén de acuerdo, serán obligados por el Estado a practicar los abortos aún en contra de su voluntad, es decir, aún a costa de que se viole su derecho fundamental a la libertad de creencia y de expresión tutelado por la Constitución, frente al hecho de matar a inocentes que ha sido considerado un “ derecho” sin que se fundamente como tal en la Constitución ni en los Tratados Internacionales.

Afortunadamente miles de médicos han protestado en las redes sociales y en diferentes medios, en base a la objeción de conciencia de que ellos estudiaron medicina para salvar vidas, no para matarlas, acción que debe ser apoyada y defendida por todos los defensores de la vida y por ende los que estamos en contra de la cultura de la muerte.

En varios países Latinoamericanos existen lagunas en torno a éste tema, por la falta de regulación adecuada y la poca Jurisprudencia que existe en la materia.

El derecho no siempre va de la mano con la Justicia, por eso, cuándo una norma legal se contraponga a los principios y valores éticos y religiosos, en conciencia la norma legal no debe obedecerse, en eso estriba la objeción de conciencia.

Hay que estar atentos, si no le damos importancia hoy a nuestro derecho de objeción de conciencia, no es de extrañar que en un futuro no lejano, nos estarán obligando a ser cómplices de la muerte de seres humanos indefensos y a la eutanasia de enfermos y ancianos.