/ martes 4 de mayo de 2021

La Pandemia del Siglo

“Esto es ciencia en evolución. Estás viendo cómo se hacen salchichas, frente a los ojos del mundo” (Saad Omer).

Sin caer en la horrible realidad que nos presenta la danza de las cifras ante la amenaza mundial que representa el virus que nos aqueja y que ha cobrado miles de vidas en el mundo entero, hay que reconocer que en todos los países del mundo existe un proyecto de lucha que tiene que ser exitoso porque nos va la vida en ello, y sin duda se hace con la voluntad de detener este maligno virus y sus terribles efectos.

Por ello, el comentario que encabeza nuestra opinión, refiere al desarrollo reciente de vacunas e ilustra la velocidad con que la ciencia ha progresado durante la pandemia, así como el nivel de atención que ha recibido.

Seis meses atrás, solo había un puñado de vacunas que se ofertaban como candidatas a ensayos clínicos, pero al día de hoy, en el mundo hay más de 70 de las cuales 15 se encuentran en la fase 3, y varias más han sido aprobadas y desarrolladas y en muchos países se ha iniciado la vacunación masiva con la esperanza de detener el avance de este virus que lucha y se defiende mutando y cambiando con el fin de hacer todo el daño posible a la humanidad.

Y Tenemos que reconocer que los científicos se han volcado en la búsqueda de una solución al problema. Realmente es una hazaña que en once meses que se detecta el primer caso de coronavirus en el mundo, se logra la increíble hazaña de contar con vacunas efectivas contra el virus. Sin embargo, hoy enfrentamos otro gran desafío que representa la producción de suficientes dosis para vacunar a la población mundial y distribuirlas en forma justa y equitativa ya que no basta con contar con el remedio (la vacuna) sino que es necesaria la solidaridad y la confianza en las instituciones de salud.

Acabamos de pasar por el confinamiento y el efecto del Covid en forma personal. Afortunadamente nos vacunamos hace poco más de un mes, lo que mitigó los efectos del virus, pero es terrible el daño que ocasiona en el organismo, siente uno que se le va la vida por la falta de aire, y enfrenta el riesgo de fallecimiento sobre todo cuando se acompaña de enfermedades como la Diabetes, Hipertensión o enfermedades coronarias.

No aflojemos el paso en esta lucha, la sana distancia, el uso de cubre bocas, el gel anti bacteria, la higiene permanente y el tratar de permanecer en casa, alejados de las aglomeraciones pueden ser un factor definitivo para evitar el contraer la enfermedad. No confiemos que porque ya tenemos la vacuna ya estamos exentos de contraer la enfermedad. Con vacuna o sin ella, sigamos cuidándonos y cuidando a los demás.

Correo: vicmedina@hotmail.cm

“Esto es ciencia en evolución. Estás viendo cómo se hacen salchichas, frente a los ojos del mundo” (Saad Omer).

Sin caer en la horrible realidad que nos presenta la danza de las cifras ante la amenaza mundial que representa el virus que nos aqueja y que ha cobrado miles de vidas en el mundo entero, hay que reconocer que en todos los países del mundo existe un proyecto de lucha que tiene que ser exitoso porque nos va la vida en ello, y sin duda se hace con la voluntad de detener este maligno virus y sus terribles efectos.

Por ello, el comentario que encabeza nuestra opinión, refiere al desarrollo reciente de vacunas e ilustra la velocidad con que la ciencia ha progresado durante la pandemia, así como el nivel de atención que ha recibido.

Seis meses atrás, solo había un puñado de vacunas que se ofertaban como candidatas a ensayos clínicos, pero al día de hoy, en el mundo hay más de 70 de las cuales 15 se encuentran en la fase 3, y varias más han sido aprobadas y desarrolladas y en muchos países se ha iniciado la vacunación masiva con la esperanza de detener el avance de este virus que lucha y se defiende mutando y cambiando con el fin de hacer todo el daño posible a la humanidad.

Y Tenemos que reconocer que los científicos se han volcado en la búsqueda de una solución al problema. Realmente es una hazaña que en once meses que se detecta el primer caso de coronavirus en el mundo, se logra la increíble hazaña de contar con vacunas efectivas contra el virus. Sin embargo, hoy enfrentamos otro gran desafío que representa la producción de suficientes dosis para vacunar a la población mundial y distribuirlas en forma justa y equitativa ya que no basta con contar con el remedio (la vacuna) sino que es necesaria la solidaridad y la confianza en las instituciones de salud.

Acabamos de pasar por el confinamiento y el efecto del Covid en forma personal. Afortunadamente nos vacunamos hace poco más de un mes, lo que mitigó los efectos del virus, pero es terrible el daño que ocasiona en el organismo, siente uno que se le va la vida por la falta de aire, y enfrenta el riesgo de fallecimiento sobre todo cuando se acompaña de enfermedades como la Diabetes, Hipertensión o enfermedades coronarias.

No aflojemos el paso en esta lucha, la sana distancia, el uso de cubre bocas, el gel anti bacteria, la higiene permanente y el tratar de permanecer en casa, alejados de las aglomeraciones pueden ser un factor definitivo para evitar el contraer la enfermedad. No confiemos que porque ya tenemos la vacuna ya estamos exentos de contraer la enfermedad. Con vacuna o sin ella, sigamos cuidándonos y cuidando a los demás.

Correo: vicmedina@hotmail.cm