/ lunes 12 de julio de 2021

La Puerta de Atrás

Por: Mario Ramírez

“Salir por la puerta de atrás”: Aquella acción cuando una persona se va de cierto lugar sin reconocimientos ni aplausos, ignorando lo mucho o poco que haya logrado en dicho lugar, como si nunca hubiera estado.

El futbol es el deporte más popular del mundo y también es el más malagradecido, ya que lamentablemente es común que se vea a grandes figuras despedirse de sus clubes sin el reconocimiento que merecían. Agregando algo importante: Los culpables no son los clubes, esa esencia es 100% intocable, es limpia y pura en todos y cada uno de los equipos alrededor del mundo, este problema se debe a las directivas en turno, quienes muchas veces tratan a los clubes como simples empresas cuando estos en realidad son más, mucho más. Este problema es global, va desde la Liga MX con casos relativamente recientes como el de Moisés Muñoz con América, Christian Giménez con Cruz Azul, Oswaldo Sánchez con chivas entre otros, hasta la Liga de las Estrellas con Sergio Agüero al irse del Atlético de Madrid y la muy cercana catástrofe de Lionel Messi con el Barcelona que finalmente terminó por no concretarse la temporada pasada. Pero si hay un club experto en sacar a sus figuras por la puerta de atrás, ese es el máximo ganador de Europa, el máximo malagradecido, el Real Madrid.

Ejemplos de nombres titánicos vienen a nuestra mente, desde el inicio de su historia dorada con el caso de Alfredo Di Stéfano hasta pasar al actual siglo, donde las grises despedidas se han multiplicado al por mayor: Fernando Hierro, Raúl González, Iker Casillas y Cristiano Ronaldo son sólo algunos ejemplos de jugadores, a los cuales se les puede sumar Vicente del Bosque y Zinedine Zidane como entrenadores (a este último refiriéndose sólo a su etapa como DT, pues como jugador tuvo una despedida digna). Llegando al caso más reciente, el de Sergio Ramos. El mítico capitán se despidió del Santiago Bernabéu entre lágrimas, tanto de él como de los aficionados, y si bien unos critican a Ramos por “haberse puesto sus moños” hace unos meses en la renovación de su contrato, otra parte de la afición madridista lo apoyaba, pues estaban conscientes de que Ramos conocía a la perfección el terreno en el que estaba parado y buscaba no acabar como sus antecesores recién mencionados, lo cual no logró.

Sergio Ramos continuará su grandiosa carrera en el Paris Saint-Germain. Y el Real Madrid no solamente se queda sin un líder, se queda sin una leyenda, sin un ejemplo del madridismo y peor aún, se pierde parte de su esencia, al igual que en cada una de las despedidas traseras. Queda claro que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, pone siempre a su equipo por sobre todas las cosas y eso es admirable, sin embargo, no cabe duda de que a la hora de tratarse de sus leyendas le falta mucho, mucho tacto. Un equipo de fútbol no es una empresa, un equipo de fútbol y de cualquier otro deporte es un emblema y debe ser tratado como tal siempre.

El calibre de estos nombres son imponentes no sólo para el Real Madrid, sino para todo el mundo del futbol, y definitivamente algunos de estos ejemplos merecían salir por la puerta grande, mientras que otros simplemente… no debieron haber salido nunca.

Por: Mario Ramírez

“Salir por la puerta de atrás”: Aquella acción cuando una persona se va de cierto lugar sin reconocimientos ni aplausos, ignorando lo mucho o poco que haya logrado en dicho lugar, como si nunca hubiera estado.

El futbol es el deporte más popular del mundo y también es el más malagradecido, ya que lamentablemente es común que se vea a grandes figuras despedirse de sus clubes sin el reconocimiento que merecían. Agregando algo importante: Los culpables no son los clubes, esa esencia es 100% intocable, es limpia y pura en todos y cada uno de los equipos alrededor del mundo, este problema se debe a las directivas en turno, quienes muchas veces tratan a los clubes como simples empresas cuando estos en realidad son más, mucho más. Este problema es global, va desde la Liga MX con casos relativamente recientes como el de Moisés Muñoz con América, Christian Giménez con Cruz Azul, Oswaldo Sánchez con chivas entre otros, hasta la Liga de las Estrellas con Sergio Agüero al irse del Atlético de Madrid y la muy cercana catástrofe de Lionel Messi con el Barcelona que finalmente terminó por no concretarse la temporada pasada. Pero si hay un club experto en sacar a sus figuras por la puerta de atrás, ese es el máximo ganador de Europa, el máximo malagradecido, el Real Madrid.

Ejemplos de nombres titánicos vienen a nuestra mente, desde el inicio de su historia dorada con el caso de Alfredo Di Stéfano hasta pasar al actual siglo, donde las grises despedidas se han multiplicado al por mayor: Fernando Hierro, Raúl González, Iker Casillas y Cristiano Ronaldo son sólo algunos ejemplos de jugadores, a los cuales se les puede sumar Vicente del Bosque y Zinedine Zidane como entrenadores (a este último refiriéndose sólo a su etapa como DT, pues como jugador tuvo una despedida digna). Llegando al caso más reciente, el de Sergio Ramos. El mítico capitán se despidió del Santiago Bernabéu entre lágrimas, tanto de él como de los aficionados, y si bien unos critican a Ramos por “haberse puesto sus moños” hace unos meses en la renovación de su contrato, otra parte de la afición madridista lo apoyaba, pues estaban conscientes de que Ramos conocía a la perfección el terreno en el que estaba parado y buscaba no acabar como sus antecesores recién mencionados, lo cual no logró.

Sergio Ramos continuará su grandiosa carrera en el Paris Saint-Germain. Y el Real Madrid no solamente se queda sin un líder, se queda sin una leyenda, sin un ejemplo del madridismo y peor aún, se pierde parte de su esencia, al igual que en cada una de las despedidas traseras. Queda claro que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, pone siempre a su equipo por sobre todas las cosas y eso es admirable, sin embargo, no cabe duda de que a la hora de tratarse de sus leyendas le falta mucho, mucho tacto. Un equipo de fútbol no es una empresa, un equipo de fútbol y de cualquier otro deporte es un emblema y debe ser tratado como tal siempre.

El calibre de estos nombres son imponentes no sólo para el Real Madrid, sino para todo el mundo del futbol, y definitivamente algunos de estos ejemplos merecían salir por la puerta grande, mientras que otros simplemente… no debieron haber salido nunca.