/ martes 19 de octubre de 2021

La reapertura fronteriza del bienestar

Por: Senadora Bertha Caraveo

Para todo Chihuahua, la próxima reapertura fronteriza a partir del 8 de noviembre para los cruces no esenciales es fundamental para la reactivación de la vida económica del Estado Grande. Sobre todo, para el norte y para Ciudad Juárez, cuya vida se encuentra tan integrada a la de El Paso.

El gobierno del presidente López Obrador, por medio de la instrumentación del canciller Marcelo Ebrard y la operación del titular de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco, logró que los viajeros mexicanos que presenten un esquema de vacunación completa, con vacunas autorizadas por la OMS, puedan volver a ingresar vía terrestre a Estados Unidos.

La reapertura fronteriza en la peor pandemia global en un siglo de historia es una verdadera hazaña diplomática que con tintes de excelencia, que sin duda alguna da muestra del gran momento bilateral que viven México y Estados Unidos. La relación es sólida, caracterizada por una profunda interdependencia, donde las coincidencias se han hecho más notorias que las diferencias en nuestro actuar internacional.

La importancia que tiene la reapertura de la frontera se puede observar desde los tres niveles de análisis planteados por el teórico David Singer, que nos invita a conceptualizar de forma profunda los impactos y dimensiones que tiene la decisión bilateral para volver a establecer los cruces fronterizos.

A nivel internacional, la importancia que toma la integración en Norteamérica como un bloque regional que tiene fuerte incidencia en todo el mundo. Nuestra gran frontera se ha enriquecido del intercambio entre ambas naciones, dando como resultado una de las dinámicas migratorias más complejas a nivel global en donde el intercambio comercial y económico hace de nuestra relación bilateral una de las más interdependientes en el concierto internacional.

Por otro lado, el análisis nacional nos apunta a las necesidades y compromisos que ambos países tienen a causa de la interdependencia que compartimos. La pandemia por Covid-19 vino a evidenciar lo que ya conocíamos; México y Estados Unidos compartimos mucho más allá de una frontera. Por supuesto que existen asimetrías de poder propias de compartir frontera con la nación más poderosa del mundo, pero la voluntad política y diplomática ha derivado en un fortalecimiento de la relación que ha sido saludable tanto para Estados Unidos como para México.

A nivel individual, no podemos evitar entender cada caso particular en los que el cierre de la frontera representó un reto y sobre todo, la imposibilitación de llevar a cabo las dinámicas migratorias familiares. La separación que causó el cierre fronterizo afectó de forma clara a nuestros nacionales y a las personas que diariamente cruzan esta frontera. Es importante no dejar de lado que más allá de las causas políticas que la reapertura también significa el restablecimiento del intercambio personal al que estamos sujetos.

En conclusión podemos visualizar que la frontera está en un proceso de entendimiento y construcción de nuevos puentes. Hoy más que nunca, nuestra relación con Estados Unidos está en los mejores términos y la cooperación bilateral ha sido usada con pulcritud y pragmatismo en beneficio del pueblo de Chihuahua y de todo México.


Por: Senadora Bertha Caraveo

Para todo Chihuahua, la próxima reapertura fronteriza a partir del 8 de noviembre para los cruces no esenciales es fundamental para la reactivación de la vida económica del Estado Grande. Sobre todo, para el norte y para Ciudad Juárez, cuya vida se encuentra tan integrada a la de El Paso.

El gobierno del presidente López Obrador, por medio de la instrumentación del canciller Marcelo Ebrard y la operación del titular de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco, logró que los viajeros mexicanos que presenten un esquema de vacunación completa, con vacunas autorizadas por la OMS, puedan volver a ingresar vía terrestre a Estados Unidos.

La reapertura fronteriza en la peor pandemia global en un siglo de historia es una verdadera hazaña diplomática que con tintes de excelencia, que sin duda alguna da muestra del gran momento bilateral que viven México y Estados Unidos. La relación es sólida, caracterizada por una profunda interdependencia, donde las coincidencias se han hecho más notorias que las diferencias en nuestro actuar internacional.

La importancia que tiene la reapertura de la frontera se puede observar desde los tres niveles de análisis planteados por el teórico David Singer, que nos invita a conceptualizar de forma profunda los impactos y dimensiones que tiene la decisión bilateral para volver a establecer los cruces fronterizos.

A nivel internacional, la importancia que toma la integración en Norteamérica como un bloque regional que tiene fuerte incidencia en todo el mundo. Nuestra gran frontera se ha enriquecido del intercambio entre ambas naciones, dando como resultado una de las dinámicas migratorias más complejas a nivel global en donde el intercambio comercial y económico hace de nuestra relación bilateral una de las más interdependientes en el concierto internacional.

Por otro lado, el análisis nacional nos apunta a las necesidades y compromisos que ambos países tienen a causa de la interdependencia que compartimos. La pandemia por Covid-19 vino a evidenciar lo que ya conocíamos; México y Estados Unidos compartimos mucho más allá de una frontera. Por supuesto que existen asimetrías de poder propias de compartir frontera con la nación más poderosa del mundo, pero la voluntad política y diplomática ha derivado en un fortalecimiento de la relación que ha sido saludable tanto para Estados Unidos como para México.

A nivel individual, no podemos evitar entender cada caso particular en los que el cierre de la frontera representó un reto y sobre todo, la imposibilitación de llevar a cabo las dinámicas migratorias familiares. La separación que causó el cierre fronterizo afectó de forma clara a nuestros nacionales y a las personas que diariamente cruzan esta frontera. Es importante no dejar de lado que más allá de las causas políticas que la reapertura también significa el restablecimiento del intercambio personal al que estamos sujetos.

En conclusión podemos visualizar que la frontera está en un proceso de entendimiento y construcción de nuevos puentes. Hoy más que nunca, nuestra relación con Estados Unidos está en los mejores términos y la cooperación bilateral ha sido usada con pulcritud y pragmatismo en beneficio del pueblo de Chihuahua y de todo México.