/ viernes 17 de agosto de 2018

La redondez de la Tierra

Me parece que lo que hoy nos parece un hecho inobjetable, durante muchos siglos los habitantes de la Tierra no lo aceptaron. Para los pueblos primitivos la Tierra era una isla que flotaba en un mar muy grande. Las naciones que tenían costas hacia el mar creían que ahí se acababa.

Los sabios griegos Aristóteles, Eratóstenes y Ptolomeo sostuvieron que las estrellas que veíamos en el cielo eran redondas. Pero no tuvieron manera de probarlo.

A la vista la Tierra parecía plana a los ojos de los seres primitivos. Y no había que discutirlo. Eso es lo que se veía. Por eso creían en una Tierra plana.

Los judíos creían que la Tierra era como una galleta que flotaba sobre los mares. La Tierra era firme. Los mares eran infinitos. El Sol giraba en torno a la Tierra. Así lo dejaron escrito en la Biblia. Y la Biblia era el objeto de toda ciencia. Hoy se acepta que la Biblia es un libro religioso y no científico.

Fueron Copérnico, Galileo, Kepler, Newton, Brahe los que en la era cristiana difundieron que la Tierra era redonda, y que giraba en torno al Sol, y la luna giraba en torno a la Tierra.

¿Por qué los planetas y las estrellas son redondas? Las ciencias nos han dado la respuesta. Los planetas son redondos porque la gravedad los impacta hacia adentro y los va haciendo redondos.

La verdad de la redondez de la Tierra quedó comprobada con el viaje de Cristóbal Colón por la superficie de los mares. Él creía que si se adentraba a los mares, y que navegando por el mar desconocido hacia el sur, llegaría al otro lado del continente de Eurasia. Se adentró por los mares en la más aventurada de las travesías. Hubo de afrontar muchas tormentas en el mar. Sus pobres tres carabelas sobrevivieron, y el año 1492 llegó a tierra firme. Él creyó que había llegado a la India, por eso llamó a los habitantes como los “indios”. De hecho Colón lo que descubrió fue un nuevo continente: América. Pero quedaba probado que la Tierra era redonda.

Después la era de los satélites acabó de comprobar que la Tierra era redonda. El viaje de hombres a la luna comprobó que la luna también era redonda. Hoy nadie duda de la redondez de la Tierra.


Me parece que lo que hoy nos parece un hecho inobjetable, durante muchos siglos los habitantes de la Tierra no lo aceptaron. Para los pueblos primitivos la Tierra era una isla que flotaba en un mar muy grande. Las naciones que tenían costas hacia el mar creían que ahí se acababa.

Los sabios griegos Aristóteles, Eratóstenes y Ptolomeo sostuvieron que las estrellas que veíamos en el cielo eran redondas. Pero no tuvieron manera de probarlo.

A la vista la Tierra parecía plana a los ojos de los seres primitivos. Y no había que discutirlo. Eso es lo que se veía. Por eso creían en una Tierra plana.

Los judíos creían que la Tierra era como una galleta que flotaba sobre los mares. La Tierra era firme. Los mares eran infinitos. El Sol giraba en torno a la Tierra. Así lo dejaron escrito en la Biblia. Y la Biblia era el objeto de toda ciencia. Hoy se acepta que la Biblia es un libro religioso y no científico.

Fueron Copérnico, Galileo, Kepler, Newton, Brahe los que en la era cristiana difundieron que la Tierra era redonda, y que giraba en torno al Sol, y la luna giraba en torno a la Tierra.

¿Por qué los planetas y las estrellas son redondas? Las ciencias nos han dado la respuesta. Los planetas son redondos porque la gravedad los impacta hacia adentro y los va haciendo redondos.

La verdad de la redondez de la Tierra quedó comprobada con el viaje de Cristóbal Colón por la superficie de los mares. Él creía que si se adentraba a los mares, y que navegando por el mar desconocido hacia el sur, llegaría al otro lado del continente de Eurasia. Se adentró por los mares en la más aventurada de las travesías. Hubo de afrontar muchas tormentas en el mar. Sus pobres tres carabelas sobrevivieron, y el año 1492 llegó a tierra firme. Él creyó que había llegado a la India, por eso llamó a los habitantes como los “indios”. De hecho Colón lo que descubrió fue un nuevo continente: América. Pero quedaba probado que la Tierra era redonda.

Después la era de los satélites acabó de comprobar que la Tierra era redonda. El viaje de hombres a la luna comprobó que la luna también era redonda. Hoy nadie duda de la redondez de la Tierra.