/ viernes 31 de julio de 2020

La rentabilidad de comprar oro

Alemania tan recelosa como el estado de Utah ante la expansión cuantitativa de los bancos centrales, es uno de los mayores compradores de oro del mundo junto a China, India y los países árabes, con la diferencia de que los asiáticos compran joyería y los alemanes compran lingotes.

El director del Instituto IFO, Hans Werner Sinn, ya ha advertido sobre “el riesgo, pero no la probabilidad “del regreso a la hiperinflación de los años 20 del siglo pasado, debido a la expansión monetaria del BCE (Banco Central Europeo). No se puede descartar nada, pero la mayoría de los economistas coincidiría con otro analista alemán, Peter Bofinger, en que, dado el colapso de la demanda en la economía mundial, el riesgo es que la pandemia acabe generando deflación en la economía global.

Hay dos métodos de rentabilizar el aumento del precio del oro. Se pueden comprar lingotes directamente o adquirir acciones en empresas mineras como la canadiense Barnick, cuyo consejo ha acogido a conservadores tan distinguidos como Henry Kissinger, Margaret Thatcher o José María Aznar, la estadounidense Newmont o la surafricana Auglo Gold Ashanti. Las acciones de las empresas mineras responsables del 75% de la oferta mundial del oro, el resto proviene del oro fundido, se han disparado en torno al 30% desde el inicio de la crisis.




Todas las personas que deseen invertir en la compra de lingotes de oro tienen dos opciones, pueden comprar sus propias barras y estar pagando para que se las guarden físicamente en un banco o pueden invertir en un título genérico que da derecho a una cantidad de oro, todas las ventas se hacen a través de los bancos.


La inversión es el principal motivo para comprar oro en busca de seguridad. Al día de hoy, hay mucha gente comprando oro por la incertidumbre que existe a nivel mundial, la onza se cotiza en $1,934 dólares, hay que decirlo; el oro no es un comodity o una mercancía básica con usos industriales, es básicamente un sustituto de la moneda, en la medida que el dólar baja y pierde fuerza porque las tasas reales en dólares son negativas, hay un activo alternativo donde se refugia parte de la liquidez que antes se iba a buscar protección en el dólar, y este activo es el oro.

Sabemos que en crisis pasadas la gente compraba oro porque estaba pensando que venía un impacto económico muy fuerte o inflacionario, esta vez lo que estamos viendo, lo que se está reflejando es que el oro no paga intereses, no genera dividendos, el oro tiene un costo de acarreo como dicen los financieros, que es la tasa de interés, como la tasa de interés nominal en los países desarrollados es cero o negativa y la real claramente negativa, es barato tener oro, y el oro funciona como un seguro contra las cosas malas que todavía podrían pasar por esta crisis.

Esta crisis financiera que estamos viviendo a nivel mundial, ha dejado en claro que el dinero es un bien tan volátil que puede desvalorizase de un plumazo, nada se deprecia más rápido que un billete y esa costumbre que tenemos de tocar el papel para sentir que es nuestro, se diluye a diario.

El oro en épocas de inestabilidad económica, es una de las pocas inversiones que no depende de decisiones gubernamentales. No se devalúa tan fácilmente como si ocurre con el dinero, es una inversión universal. Siempre está completamente al margen de un proceso inflacionario.

En conclusión, el oro es un activo muy valioso que reacciona con fuerza frente a la inflación elevada y permite compensar las pérdidas en otros activos de la cartera para así proporcionar rentabilidad real.

Invertir en oro es rentable porque puede tener una revalorización en determinados mercados, lo que proporciona una oportunidad para tener beneficios.


Alemania tan recelosa como el estado de Utah ante la expansión cuantitativa de los bancos centrales, es uno de los mayores compradores de oro del mundo junto a China, India y los países árabes, con la diferencia de que los asiáticos compran joyería y los alemanes compran lingotes.

El director del Instituto IFO, Hans Werner Sinn, ya ha advertido sobre “el riesgo, pero no la probabilidad “del regreso a la hiperinflación de los años 20 del siglo pasado, debido a la expansión monetaria del BCE (Banco Central Europeo). No se puede descartar nada, pero la mayoría de los economistas coincidiría con otro analista alemán, Peter Bofinger, en que, dado el colapso de la demanda en la economía mundial, el riesgo es que la pandemia acabe generando deflación en la economía global.

Hay dos métodos de rentabilizar el aumento del precio del oro. Se pueden comprar lingotes directamente o adquirir acciones en empresas mineras como la canadiense Barnick, cuyo consejo ha acogido a conservadores tan distinguidos como Henry Kissinger, Margaret Thatcher o José María Aznar, la estadounidense Newmont o la surafricana Auglo Gold Ashanti. Las acciones de las empresas mineras responsables del 75% de la oferta mundial del oro, el resto proviene del oro fundido, se han disparado en torno al 30% desde el inicio de la crisis.




Todas las personas que deseen invertir en la compra de lingotes de oro tienen dos opciones, pueden comprar sus propias barras y estar pagando para que se las guarden físicamente en un banco o pueden invertir en un título genérico que da derecho a una cantidad de oro, todas las ventas se hacen a través de los bancos.


La inversión es el principal motivo para comprar oro en busca de seguridad. Al día de hoy, hay mucha gente comprando oro por la incertidumbre que existe a nivel mundial, la onza se cotiza en $1,934 dólares, hay que decirlo; el oro no es un comodity o una mercancía básica con usos industriales, es básicamente un sustituto de la moneda, en la medida que el dólar baja y pierde fuerza porque las tasas reales en dólares son negativas, hay un activo alternativo donde se refugia parte de la liquidez que antes se iba a buscar protección en el dólar, y este activo es el oro.

Sabemos que en crisis pasadas la gente compraba oro porque estaba pensando que venía un impacto económico muy fuerte o inflacionario, esta vez lo que estamos viendo, lo que se está reflejando es que el oro no paga intereses, no genera dividendos, el oro tiene un costo de acarreo como dicen los financieros, que es la tasa de interés, como la tasa de interés nominal en los países desarrollados es cero o negativa y la real claramente negativa, es barato tener oro, y el oro funciona como un seguro contra las cosas malas que todavía podrían pasar por esta crisis.

Esta crisis financiera que estamos viviendo a nivel mundial, ha dejado en claro que el dinero es un bien tan volátil que puede desvalorizase de un plumazo, nada se deprecia más rápido que un billete y esa costumbre que tenemos de tocar el papel para sentir que es nuestro, se diluye a diario.

El oro en épocas de inestabilidad económica, es una de las pocas inversiones que no depende de decisiones gubernamentales. No se devalúa tan fácilmente como si ocurre con el dinero, es una inversión universal. Siempre está completamente al margen de un proceso inflacionario.

En conclusión, el oro es un activo muy valioso que reacciona con fuerza frente a la inflación elevada y permite compensar las pérdidas en otros activos de la cartera para así proporcionar rentabilidad real.

Invertir en oro es rentable porque puede tener una revalorización en determinados mercados, lo que proporciona una oportunidad para tener beneficios.