/ martes 17 de agosto de 2021

La responsabilidad del periodismo

Toda información demanda del periodista el ejercicio de su compromiso con la verdad, de su independencia y de su responsabilidad con la sociedad: Javier Darío Restrepo

Quienes tenemos la oportunidad de escribir o de participar en algún medio de comunicación también tenemos la gran responsabilidad de enarbolar los temas con objetividad sin permitir que las pasiones, propias del ser humano, desvirtúen la información proporcionada a quienes nos leen o nos escuchan.

Porque para gracia o desgracia, en muchas ocasiones formamos “opinión” y esto debe ser con responsabilidad. La crítica es una herramienta del comunicador, pero debe abordarse con responsabilidad. En estos tiempos estamos viendo cómo se utiliza esta técnica en muchos momentos sólo para golpear a quienes asumen posiciones de gobierno, vale recordar aquel mensaje del vaso medio lleno o medio vacío y cada quien tendrá su propia opinión, pero a la hora de informar, lo más sano es ver el lado positivo que el negativo.

El avasallador impulso es tan repulsivo como el constante desprecio. Cuando a quienes ejercen el poder les ofrecemos el altar lleno de flores o la fría tumba del cementerio le hacemos daño no sólo a nosotros mismos, sino a la sociedad que nos escucha.

La diversidad existe, es válida y debe ser respetada, nadie puede ser discriminado por ello y es tarea del comunicador brindar el debido respeto a la libertad de pensamiento que difiere del transmisor al receptor, ya que el primero tiene la obligación de ser objetivo.

No sólo eso, también debe existir el compromiso con la verdad. Hoy, las falsas notas o “fake news” se han vuelto una práctica común sobre todo en las redes sociales que muchas veces se convierten en fuente para la información periodística.

Escuchando diversos programas en la radio o en la televisión nos podemos percatar que hoy existe una total animadversión y abundante crítica malintencionada hacia el quehacer del presidente en turno y el proyecto de transformación del país, no es por defenderlo, claro que tiene muchos errores y fallas en el gobierno, pero estos errores y fallas hay que hacerlos ver con el fin de que las cosas cambien y se llegue a soluciones que beneficien a la sociedad y se obtenga como fruto el bien común y no con el objetivo de golpear un personaje o un proyecto con el cual personalmente no coincidimos.

Aunque nos pese decirlo, nunca había existido un proyecto tan golpeado. Tanto en la figura de quien lo encabeza como en el proyecto en sí, como tampoco había existido tanta libertad para hacerlo. Sin duda alguna existe una transformación que ha golpeado a los medios y a muchos comunicadores. El famoso chayote ha disminuido su tamaño y eso seguramente duele.

Correo: vicmedina@hotmail.com


Toda información demanda del periodista el ejercicio de su compromiso con la verdad, de su independencia y de su responsabilidad con la sociedad: Javier Darío Restrepo

Quienes tenemos la oportunidad de escribir o de participar en algún medio de comunicación también tenemos la gran responsabilidad de enarbolar los temas con objetividad sin permitir que las pasiones, propias del ser humano, desvirtúen la información proporcionada a quienes nos leen o nos escuchan.

Porque para gracia o desgracia, en muchas ocasiones formamos “opinión” y esto debe ser con responsabilidad. La crítica es una herramienta del comunicador, pero debe abordarse con responsabilidad. En estos tiempos estamos viendo cómo se utiliza esta técnica en muchos momentos sólo para golpear a quienes asumen posiciones de gobierno, vale recordar aquel mensaje del vaso medio lleno o medio vacío y cada quien tendrá su propia opinión, pero a la hora de informar, lo más sano es ver el lado positivo que el negativo.

El avasallador impulso es tan repulsivo como el constante desprecio. Cuando a quienes ejercen el poder les ofrecemos el altar lleno de flores o la fría tumba del cementerio le hacemos daño no sólo a nosotros mismos, sino a la sociedad que nos escucha.

La diversidad existe, es válida y debe ser respetada, nadie puede ser discriminado por ello y es tarea del comunicador brindar el debido respeto a la libertad de pensamiento que difiere del transmisor al receptor, ya que el primero tiene la obligación de ser objetivo.

No sólo eso, también debe existir el compromiso con la verdad. Hoy, las falsas notas o “fake news” se han vuelto una práctica común sobre todo en las redes sociales que muchas veces se convierten en fuente para la información periodística.

Escuchando diversos programas en la radio o en la televisión nos podemos percatar que hoy existe una total animadversión y abundante crítica malintencionada hacia el quehacer del presidente en turno y el proyecto de transformación del país, no es por defenderlo, claro que tiene muchos errores y fallas en el gobierno, pero estos errores y fallas hay que hacerlos ver con el fin de que las cosas cambien y se llegue a soluciones que beneficien a la sociedad y se obtenga como fruto el bien común y no con el objetivo de golpear un personaje o un proyecto con el cual personalmente no coincidimos.

Aunque nos pese decirlo, nunca había existido un proyecto tan golpeado. Tanto en la figura de quien lo encabeza como en el proyecto en sí, como tampoco había existido tanta libertad para hacerlo. Sin duda alguna existe una transformación que ha golpeado a los medios y a muchos comunicadores. El famoso chayote ha disminuido su tamaño y eso seguramente duele.

Correo: vicmedina@hotmail.com